Felipe Reyes: "Me planteé dejarlo, pero decidí luchar por mis sueños"

Premios AS 2022

Felipe Reyes, con las Copas de Europa del Real Madrid.

PREMIOS AS DEL DEPORTE 2021

Felipe Reyes: "Me planteé dejarlo, pero decidí luchar por mis sueños"

El eterno capitán del Real Madrid se retiró en junio con 41 años después de 24 títulos de club, 10 medallas con España y 1.565 partidos. Una leyenda del baloncesto.

En junio colgó las botas Felipe Reyes, uno de los jugadores más trascendentes del baloncesto español en este siglo, un competidor nato que lo ganó todo con el Real Madrid y la Selección, incluso una Copa con el Estudiantes. Una carrera modélica que alargó hasta los 41 años por su constante espíritu de superación. Acumuló 23 temporadas en la élite, 17 en el Madrid, y conquistó 24 títulos de club y 10 medallas con España, todo después de 1.565 partidos. Para él es el Premio Leyenda.

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Que le digan "¿qué hay, leyenda?", ¿le suena ahora mejor o peor que cuando jugaba?

Me suena fenomenal, pero también cuando estaba en activo, siempre lo entendí como que he hecho bien las cosas en mi carrera.

Por eso le reconocemos en los Premios AS del Deporte en la categoría de Leyenda.

"De chaval miraba los ases de mi hermano Alfonso y si solo había uno..."

Agradezco todos los reconocimientos, y en especial este. Lo valoro mucho porque viene de un periódico deportivo prestigioso que he seguido a lo largo de mi carrera. Recuerdo, cuando era un chaval, ir al periódico para ver los ases que le habían puesto a mi hermano Alfonso. Si veía tres, estaba muy bien; pero cuando solo había uno, me enfadaba un poco (se ríe).

Lleva unas semanas que vuelve a estar oficialmente vinculado al Real Madrid, ahora como Embajador del club.

Felipe Reyes con Florentino el día que anunció su retirada.
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Felipe Reyes con Florentino el día que anunció su retirada.

Sí, estoy muy contento de seguir aportando cosas al club de mi vida y muy agradecido, sobre todo al presidente por haber pensado en mí y haberme ofrecido este puesto. Me gusta seguir cerca del equipo, he echado mucho de menos a todos en estos cuatro meses en los que no los he visto a diario. Ahora no añoro jugar, lo de tirar a canasta pertenece al pasado, pero si puedo ayudar un poco a los jóvenes y a los lesionados, estaré ahí.

Lleva toda una vida bajo los focos, ¿cómo recuerda sus inicios hace 30 años?

Empecé en la cantera del Estudiantes y a los primeros entrenamientos acudía con muchísimo nerviosismo, era muy vergonzoso e iba con algo de miedo. Todo fue bastante duro al principio, hasta que mejoré un poco y empecé a disfrutar en los partidos, porque siempre he sido muy competitivo. Luego, di el salto a la canasta grande (desde minibasket) y me quedé bajito, lo pasé mal. Los chicos de mi edad se habían desarrollado y me sacaban bastantes centímetros. Estaba en preinfantil (12-13 años) y en infantil fue aún peor. Estuvimos en el Campeonato de España y casi no jugaba, el entrenador no contaba conmigo y al curso siguiente me bajaron al cadete B. Me dijeron que no tenía cualidades para el baloncesto y esas cosas duelen de niño.

"Me dijeron que no tenía cualidades para el baloncesto"

¿Cómo superó aquello?

Me puse a trabajar muchísimo y pegué el estirón. Al año siguiente ya me cogieron para el equipo A y seguí subiendo escalones: primero con la selección madrileña, luego con la española y poco a poco iba alcanzando objetivos.

¿Pensó en dejar el baloncesto en los momentos malos?

Sí, cuando me bajaron al cadete B. Escuchaba muchas cosas que me hacían daño, entre ellas que por ser el hermano de Alfonso me había metido inicialmente en el equipo A, por lo que me planteé dejarlo. Los compañeros o sus padres no te lo decían directamente; sin embargo, al final te acababas enterando. Para mí, de pequeño, ser el hermano de Alfonso fue más un obstáculo que una ayuda; pero decidí seguir luchando por mis sueños.

Cuando se quedó bajito, ¿en qué posición lo ponían?

Siempre de pívot, de cuatro o de cinco, y más tarde jugué de alero en el año del EBA, cuando subía con el primer equipo, para tratar de cambiarme de posición. Los aleros altos estaban de moda, pero yo me sentía mucho más cómodo por dentro. Empezaba por fuera y siempre acababa yendo debajo del aro.

Guerrero en la pista y vergonzoso fuera de ella.

"En las entrevistas lo pasaba fatal, me daba mucha vergüenza, y aún tengo algo de miedo escénico"

Sí, soy una persona en la cancha y otra fuera. Soy tímido, aunque con el tiempo he tratado de coger antes la confianza con la gente, creo que he mejorado. Recuerdo que en las entrevistas lo pasaba fatal, me daba mucha vergüenza y cada vez que veía un micrófono me temblaban las piernas. Con la experiencia se te va pasando y, pese a ello, mantengo algo de miedo escénico cuando me toca hablar delante de mucha gente (se ríe). Lo mío siempre fue la pista, ahí me sentía cómodo y me daba igual que hubiera 5.000 o 20.000 espectadores. En el vestuario me costaba también en las primeras semanas, aunque cuando cogía la confianza acababa siendo el que más chorradas hacía.

En 1999 ganan el Mundial júnior, ¿sintió que se abrían las puertas de la élite?

Después de quedar campeones del mundo júnior por primera vez era normal que los clubes nos quisieran dar una oportunidad. Podíamos aprovecharla o no, pero debíamos tenerla. De talento íbamos sobrados y mentalmente éramos fuertes, quedaba seguir esforzándonos para continuar nuestro desarrollo.

Al ver a Raúl López y Navarro, ¿qué pensaba?

Que técnicamente iban sobradísimos, que lo hicieran bien en sus inicios en la ACB no nos sorprendió a nadie. Nos alegrábamos muchísimo cada vez que debutaba algún compañero de nuestra selección. Nos escribíamos, nos dábamos la enhorabuena, les preguntábamos que qué tal con este jugador y con el otro…

En 2000, con 20 años recién cumplidos, ¿llegó a pensar que iría a los Juegos?

Felipe Reyes y Pau Gasol, lesionado, celebran el oro en el Mundial 2006.
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Felipe Reyes y Pau Gasol, lesionado, celebran el oro en el Mundial 2006.

A Pau Gasol y a mí nos convocaron en Madrid para una comida, había una preselección de jugadores, y Lolo Sainz (el seleccionador) nos dijo que íbamos por el buen camino, que siguiéramos así, aunque ese verano jugaríamos el Europeo de Macedonia con la selección joven y que al año siguiente podríamos estar en la absoluta. Fue difícil, ya iban Navarro y Raúl y quizá todavía no estábamos preparados.

Y al año siguiente…

Fui con Pau al Eurobasket, aunque en el Europeo joven de 2000 ya se vio que él estaba preparado para la absoluta. En unos meses dio un gran cambio y pasó a ser la estrella de la Selección con 21 años recién cumplidos. Yo había hecho una buena temporada, pero tenía muchos jugadores de gran calidad por delante: Pau, mi hermano, Garbajosa, Kornegay… Minutos complicados, aunque lo disfruté muchísimo.

Justo un mes antes del Eurobasket 2001 se había frustrado su primer intento de fichar por el Madrid. Para no gustarle las cuestiones extradeportivas, se montó un buen revuelo.

Pues sí, al final no conseguí irme aquel verano al Madrid porque el Estudiantes igualó la oferta en el derecho de tanteo. Al principio fue un palo duro, pero de nuevo me sirvió para seguir trabajando con el reto de ganarme otra oportunidad más adelante. Desde pequeño se presentan obstáculos y no hay que venirse abajo, sino luchar. Fichar por el Madrid era uno de mis objetivos y acabé consiguiéndolo (tres años después, en 2004).

Entre el fichaje frustrado y el definitivo, su hermano Alfonso se le adelanta y se va al Madrid en 2002. Tiene varios duelos directos con él y con Kaspars Kambala, que le agredió, ¿cómo vivió aquello?

Tampoco le doy mucha importancia, aquello se quedó en la cancha. Estaba preocupado por ayudar a mi equipo y quería que el Madrid no se dejara de fijar en mí. Hubiera estado bien haber coincidido con mi hermano también en el Madrid, pero él acabó su contrato y se fue a Lugo justo cuando yo llegué. Jugamos juntos en el Estudiantes y en la Selección y siempre lo he idolatrado. Si podía pasársela, se la pasaba. Éramos dos pívots interiores, yo tenía más explosividad y era un poco más rápido, y él era aún más interior, percutiendo al poste bajo era muy difícil pararle.

Aterriza en la Casa Blanca en 2004 con 24 años, viéndolo con perspectiva quizá fuera el momento justo, mucho más preparado y hecho como jugador.

Creo que sí, venía de dos años muy buenos en lo individual y de jugar la final de Liga en una temporada increíble en lo colectivo. El Madrid fue a muerte a por mí y llegó a un acuerdo con el Estudiantes. Era el momento perfecto.

Felipe Reyes y Bullock en 2006.
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Felipe Reyes y Bullock en 2006.

Llegar y besar el santo. Celebró con el dorsal 14 aquel final increíble de Vitoria en 2005 con el triple de Herreros y dos temporadas después consiguió la Liga y la Copa ULEB con Joan Plaza; pero luego vivió años bastante duros.

La primera temporada fue muy bonita, aquella Liga, también disputar la final de Copa. Con Boza Maljkovic aprendí bastante, un entrenador muy importante en mi carrera. El segundo año no resultó bueno, pero me ayudó a crecer. En 2007 llegó Plaza con varios jugadores nuevos, algunos españoles, como Raúl y Mumbrú, se creó un bloque y un ambiente increíble. Uno de los mejores años de mi carrera en lo personal y encima ganamos la Liga y la ULEB. Una temporada que se te queda grabada por lo que consigues y por el buen rollo en el vestuario. A partir de ahí vienen tiempos de sequía.

Algunos aficionados se acuerdan de Raúl, Bullock, Mumbrú, Hervelle… y les hubiera gustado que disfrutaran como usted de los éxitos de la era Laso.

Y a mí, formábamos un gran bloque, empezamos muy bien, pero quizá las piezas que se incorporaron luego no lograron rendir al nivel previo. En el Madrid se exige luchar por los títulos y ganar, cuando no se consigue es difícil.

Y aterrizó Messina, que le pedía jugar más por fuera.

No fueron años buenos en lo deportivo, pero aprendí y en su primera temporada me lancé a tirar de tres y eso me ayudó posteriormente.

En 2011 llega Laso. Tenía 31 años y en 7 temporadas en el Madrid solo sumaba tres títulos. Si alguien le dice que iba a jugar otra década y a ganar 20 trofeos más…

"En 2011 llegué a pensar que podía salir del Madrid"

No me lo hubiera creído. Entonces llegué a pensar que mi etapa en el Madrid podía acabarse, porque conozco la exigencia del club y venía de unos años sin conseguir nada. Pero llega Pablo, ganamos la Copa en el Sant Jordi, que nos da mucha confianza, y jugamos la final de Liga. La perdemos, sin embargo, había cambiado la dinámica. Cuando parecía que mi etapa podía acabarse, vuelvo a ser importante. Y, como siempre, por no darme por vencido, por no estancarme.

Con 35 años lo eligen en el mejor quinteto de la Euroliga junto con Spanoulis, Teodosic, Nemanja Bjelica y Marjanovic.

La 2014-15 es la temporada perfecta, lo ganamos todo (Supercopa, Copa, Euroliga, Liga y al inicio de la siguiente, la Intercontinental) y mi actuación es muy buena, el fruto obtenido por perseverar después de años malos. Y además ganamos el Eurobasket en Francia y fui padre por primera vez. Un año irrepetible, aunque 2018 también fue muy bueno con la Euroliga en Belgrado y una gran química en el vestuario.

Felipe Reyes levanta el trofeo de la Euroliga en 2015 en Madrid.
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Felipe Reyes levanta el trofeo de la Euroliga en 2015 en Madrid.

Sabemos que usted tuvo una buena amistad con gente como Mumbrú, Hervelle, el Chacho… Un día le escuché decir que Mirza Begic le dejó huella, ¿qué otros compañeros que en principio la prensa y los aficionados no tenemos en la cabeza le han marcado?

Si menciono solo a unos parece que hago de menos a otros, pero es verdad que Mirza era un buen tío, gracioso y se adaptó rápido. Me encantaba eso, ver a alguien de fuera que hacía por integrarse rápido. Recuerdo también a Charles Smith y Venson Hamilton. Como capitán era muy fácil tratar con ese tipo de personas.

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando le dicen: "El Madrid ha fichado a Nocioni"?

El Chapu era otro de esos jugadores increíbles. Solo le conocía de jugar contra él, cuando la rivalidad con los argentinos era grande, y es verdad que pensé: "A ver este…". Pero desde el primer día me di cuenta de que era un gran tipo, y muy gracioso. De esa gente que te marca, como Ayón, por dar otro nombre. Leyendas en la cancha y fuera de ella, personas fantásticas que potencian el buen ambiente.

Otro fichaje, Mirotic al Barça.

Teníamos muy buena relación, lo conocí desde pequeñito y fuimos vecinos, siempre traté de ayudarle. Cuando ficha por el Barça… ya está. El deporte es así, si su decisión era irse al Barcelona, no podía decir nada. Es una persona a la que quiero, lo he visto crecer y le tengo cariño. Las personas están por encima.

Y vio crecer a Doncic, con el que compartió habitación, podrá contarlo dentro de unos años.

Felipe Reyes, con Doncic, Campazzo, Randolph, Causeur, Rudy... en la Décima, en Belgrado 2018.
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Felipe Reyes, con Doncic, Campazzo, Randolph, Causeur, Rudy... en la Décima, en Belgrado 2018.

Lo puedo hacer ya con orgullo. Desde sus primeros entrenamientos lo teníamos claro, era muy bueno. Ese desparpajo y ese talento lo mostró desde el principio. Un jugador que aparece una vez cada no sé cuántos años, si es que aparece. Lo único que podíamos hacer era ayudarle y facilitarle la vida, lo que necesitan los jóvenes, que ya de por sí lo tienen difícil. También hay que tratar, si las cosas van bien, de que no se vengan muy arriba, de que mantengan los pies en el suelo, porque luego lo agradecen.

¿Ve a Llull y a Rudy jugando con 41 años como usted?

Por supuesto, estamos en las mejores manos, con el médico, nuestros fisios y nuestro preparador físico (Juan Trapero). A mí ellos, como me dicen, me alargaron el chicle.

El estilo del Madrid de Laso se mantiene, pero ahora es un equipo más interior y más defensivo, ¿cómo lo ve?

Un equipo muy físico, con jugadores de muchísimo nivel en todas las posiciones, no solo por dentro. Y con la vuelta de Randolph y de Thompkins aún va a ser más potente. Se puede llegar lejos, aunque hay rivales muy fuertes en la Euroliga y en la ACB.

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