En el Valencia Basket hay una frase que tienen grabada a fuego desde el más pequeño que llega a l’Alqueria hasta el más alto ejecutivo de los despachos: “El Valencia es un club de baloncesto de hombres y mujeres, sin distinción". Y no es una pose. En la base ya es un hecho. Pero ahora todos los departamentos trabajan a una para que esto también sea una realidad en los primeros equipos masculino y femenino.

Y a fe que lo están consiguiendo. La respuesta social está siendo fantástica en esta su primera temporada en la Liga Dia, tras conseguir el ascenso el pasado curso. En los dos primeros partidos en La Fonteta, el ambiente no fue tan diferente al de los partidos de la Liga Endesa. Los datos así lo atestiguan: 3.000 aficionados ante el Spar Girona y 4.100 ante el Mann Filter de Zaragoza, más que en algunos pabellones de la ACB.

"Esto es un paso más que nos dice que estamos en el camino correcto", asegura Esteban Albert, coordinador de la cantera femenina. El sueño y una de las metas es llenar La Fonteta en un partido de Liga Dia: "¿Por qué no ver llena La Fonteta? Es un objetivo que nos hemos marcado, aunque la idea es consolidar una buena masa social en un deporte donde lo normal es que vayan a los partidos entre 300 y 500 personas".

El club ha ejecutado todas las medidas para lograr consolidar una amplia base de aficionados para los partidos del femenino. Marketing, redes sociales, comunicación... el mismo respaldo en ambos equipos. Además, en este curso, se han incluido en el abono del club los partidos del primer conjunto femenino e incluso se ha sacado un carné exclusivo para los duelos de Liga Dia que ha tenido una gran aceptación.

En la pista

El calor de la grada ha tenido su repercusión en la pista. El Valencia Basket perdió sus primeros tres partidos del campeonato pero ha vencido en los dos últimos, situándose en la zona templada de la tabla. "Es espectacular jugar con La Fonteta así. Para mí es muy especial. Pero además lo importante es que los rivales deben saber que cuando jueguen en nuestra casa, La Fonteta va a estar ahí", afirma Anna Gómez, una de las cinco valencianas de la plantilla.

Y una vez en la máxima categoría, los espejos del Dorna Godella y el Ros Casares siempre salen a relucir en Valencia. "Alcanzar esos niveles puede ser un objetivo a medio plazo, pero lo primero es ir subiendo escalón a escalón y consolidarnos", explica Esteban Albert.