Sabía la Selección española que su debut en el Europeo Sub-16 no iba a ser ni mucho menos sencillo al tener que medirse a Serbia, la selección anfitriona, pero el equipo entrenado por Javi Zamora saltó a la cancha dispuesto a luchar por un primer triunfo cimentado en la actitud, el trabajo del grupo y un soberbio Usman Garuba. El pívot del Madrid se adueño del encuentro desde el primer minuto y finalizó con unos guarismos que asustan: 25 puntos y 16 rebotes para 36 de valoración en 23 minutos.

Así pudo comprobarse ya desde un salto inicial que fue el preámbulo perfecto para un primer cuarto en el que la solidez defensiva, el trabajo bajo los aros y la capacidad del equipo para mover el balón en ataque desembocó en un sólido parcial que colocó el encuentro muy de cara para los intereses del equipo (24-10). Con una cómoda renta a su favor, España supo jugar con inteligencia a lo largo de un segundo cuarto en el que los jugadores nacionales buscaron la mejor opción en cada ataque asegurando de este modo unos puntos con los que seguir incrementando las diferencias al descanso (46-21).

El encuentro parecía resuelto pero, si algo tuvo claro el equipo nacional, es que no debía bajar los brazos en el inicio del tercer cuarto. Así se lo indicó a sus jugadores en el entreacto un Zamora que focalizó sobre la intensidad para lograr una buena salida con la que maniatar al rival. De este modo, España reforzó su trabajo defensivo colocando la directa hacia un triunfo que parecía cada vez más cercano ante una Serbia para la que el reloj comenzaba a jugar en contra (62-29).

Los diez últimos minutos sirvieron para que la Selección pudiera seguir trabajando en diferentes aspectos que serán de suma importancia durante los dos próximos encuentros en los que el equipo peleará por la primera plaza del grupo de cara a los cruces. El primero de ellos, en la tarde del sábado ante Holanda (18:15).