En 2016 el Leicester sorprendió a todo el mundo futbolístico conquistando la Premier. Una gesta que será recordada en los anales deportivos del Siglo XXI. Hubo un grupo de jugadores que soportaron gran parte del peso y la presión del equipo. La columna vertebral para el italiano Claudio Ranieri la formaban: Kasper Schmeichel en la portería, junto al francés N’Golo Kanté, Riyad Mahrez, Jamie Vardy y Danny Drinkwater. Más tarde o más temprano, tres de ellos aprovecharon el Leicester como trampolín para ir a otros clubes más importantes. Mahrez fichó por el Manchester City y Kanté y Drinkwater por el Chelsea.
El Leicester firmó a Drinkwater en enero de 2012 por 900.000 euros y lo vendió en el verano de 2017 por casi 38 millones de euros. Un gran margen de beneficio. Parecía un buen negocio para ambos clubes. El Leicester por el precio alcanzado y el Chelsea por contratar a un mediocentro que ya conocía la Premier, pero la realidad ha sido otra, dos temporadas después.
Drinkwater sólo disputó 22 partidos en su primer año en el Chelsea bajo las órdenes de Antonio Conte pero las cosas han ido a peor y con su compatriota Maurizio Sarri su presencia ha sido nula. Casi en blanco. Treinta minutos en la final de la Community Shield y solamente dos presencias en el banquillo. El resto de los partidos del Chelsea esta temporada, Drinkwater los ha pasado fuera de la convocatoria. Un duro varapalo para el mediocentro de 29 años.
La presencia de Cesc Fàbregas (antes de irse al Mónaco); el fichaje de Jorginho por petición de Sarri; la llegada de Kovacic; las mayores presencias de Barkley o Loftus-Cheek y la situación de indiscutible de Kanté han impedido que Drinkwater tuviera oportunidades. Sarri ya se lo comunicó antes del final del mercado de verano pero el centrocampista inglés decidió quedarse en el Chelsea. Si en la temporada 2017-2018 tuvo tres contratiempos en forma de lesión que le impidió tener continuidad en los onces de Conte. En la temporada 2018-2019 apenas se tenían noticias de él hasta el pasado mes de abril, cuando fue arrestado por conducir ebrio tras estar de fiesta toda la noche y sufrir un pequeño golpe con otro vehículo y un muro. Drinkwater ha visto suspendida su licencia de conducción durante 20 meses, después de duplicar la tasa de alcohol permitida. Malas noticias para el futbolista inglés, que aún no ha alcanzado la treintena, y que pese a su año en blanco todavía mantiene un buen cartel en el fútbolinglés.
Con contrato hasta 2022, el canterano del Manchester United fue un pilar fundamental en el Leicester campeón que le permitió acudir con la selección de Inglaterra antes de la Eurocopa de 2016 aunque finalmente no entró en la lista de Roy Hodgson.
Con toda seguridad estará entre las salidas confirmadas del Chelsea este verano, aunque dependerá de la continuidad o no de Sarri en el banquillo de Stamford Bridge, y después se verá si regresa la mejor versión de Drinkwater y vuelve a ser un jugador importante. O por el contrario se revela como un jugador que explotó sorpresivamente durante una temporada. Y pensar que muchos analistas culparon a Sir Alex Ferguson de no dar oportunidades al medio en el filial sub-23 del United (compartía centro del campo con Paul Pogba). De momento, Drinkwater en la campaña 2018-2019 solamente ha jugado 30 minutos en un partido oficial.