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EL BALCÓN DEL ÁREA

Copa del Rey: ¿necesita una remodelación?

Copa del Rey: ¿necesita una remodelación?

EDUARDO CANDEL

DIARIO AS

Con todos los ojos puestos en la eliminatoria entre Real Madrid y Barcelona de semifinales de Copa de Rey, siempre es buen momento para analizar las posibles modificaciones que abundan en el ambiente sobre el torneo y preguntarnos si, de verdad, necesita un cambio. La RFEF, a través de su presidente, Luis Rubiales, ha planteado la posibilidad de que la Copa del Rey se juegue a partido único por la saturación del calendario y que los equipos de Primera jueguen más rondas que en la actualidad. Recordemos: ahora entran en dieciseisavos de final, a doble partido con la vuelta en casa siempre que sea ante un rival de inferior categoría y con condicionantes para los participantes europeos. Propuestas que están bajo el estudio de la Federación y los clubes. Y siempre con la premisa de hacer el torneo del KO más atractivo.

Andrés Iniesta, con la Copa del Rey de la temporada 2017-2018.

La Copa en España ya se jugó a partido único entre las temporadas 2000-2001 y 2004-2005 para los equipos de Primera, aunque a partir de octavos de final se jugaba a doble partido. Nunca se ha disputado hasta semifinales a un sólo encuentro. Sería una novedad importante. Una vez sobre la mesa la idea de jugar a partido único ya sea hasta semifinales (como hacen en Italia) hay que fijar cuándo entrarían los equipos de Primera a competir. Si desde las primeras rondas o más tarde. Y lo que es más importante, ¿dónde se debe jugar el partido? En los estadios del equipo de menor categoría, dejarlo en manos del azar o buscar otras soluciones. En teoría, la idea de jugarlo en el campo del equipo chico mejoraría el espectáculo y así los equipos de Primera, por ejemplo, tendrían más dificultades para superar rondas. Y por consiguiente, primaría la competitividad pero ¿por qué privar a jugadores de equipos modestos de Tercera o Segunda B poder disputar un encuentro en un gran escenario como podría ser el Santiago Bernabéu o el Camp Nou? Ya que con toda seguridad no tendrán otra oportunidad en su carrera profesional de pisar tal estadio en un partido oficial. Esa ilusión muchos jugadores modestos la tienen y sería un premio para ellos.

Hay varias corrientes a favor de una idea (un sólo partido y en el campo del equipo pequeño) y de la otra (a sorteo incluso con ida y vuelta). Interrogando a jugadores de categorías inferiores hay pensamientos dispares. Están los que opinan que jugando en casa tienen "más posibilidades de eliminar al rival de superior categoría" o los que prefieren que lo “decida un sorteo” y no sean siempre ellos los locales porque ¿quién les dice que jugando como visitantes en los grandes estadios de Primera no tienen posibilidad de clasificarse? ¿están ya eliminados de antemano? Siendo realistas a priori parece más difícil, pero no imposible.

La Copa se jugó a partido único entre las temporadas 2000-2001 y 2004-2005 para los equipos de Primera

Los que abogan por jugar en casa sí o sí respaldan su decisión en varias razones: 1. Por la taquilla (una inyección extra que salva económicamente a muchos equipos menores) ya que los clubes sacan estos partidos fuera de abono para obligar a los aficionados a pagar algo más por la entrada. 2. Como premio a los aficionados locales que pueden acudir a su estadio y ver a grandes clubes cerca de casa. Aunque siempre existe la posibilidad de que las aficiones de estos equipos más pequeños viajen en masa a esa gran ciudad como sucede, por ejemplo, en la FA Cup inglesa. Para ello se debería facilitar el desplazamiento y cambiarse los días designados para la Copa, de entre semana al fin de semana en el que hay más arraigo de viajar por fútbol.
Para contrarrestar esa cuestión económica, hay que modificar los premios que se reparten por clasificarse y pasar rondas en la Copa. Actualmente los equipos de Segunda B y Tercera reciben 11.000 euros para compensar el taquillaje perdido y los gastos de desplazamiento. Luego, dependiendo de la ronda que se supere, se abonan unas cantidades u otras aunque siempre superiores en unos 2.000 euros para el equipo visitante. 28.000/30.000 por plantarse en octavos de final; 40.000 por hacerlo en cuartos y 60.000 en semifinales. Una mayor inyección económica resolvería la cantidad de taquilla pérdida por los equipos que jueguen fuera y no tengan partido en casa en caso de competición a partido único.

El Formentera celebra en San Mamés la eliminación del Athletic de Bilbao en 2017-2018.

Si tú tienes un sorteo sin apenas condicionantes y donde los Primeras y Segundas puedan enfrentarse entre sí desde cualquier ronda favoreces al espectáculo y abonas el terreno a que haya más sorpresas.

¿dónde se debe jugar el partido? En los estadios del equipo de menor categoría, decidirlo por sorteo o buscar alternativas

En ese caso, para no depender siempre del azar, la solución que se puede utilizar está en los sistemas de emparejamiento de la antigua Copa Davis. Si un equipo en una edición te ha visitado, en el siguiente emparejamiento con ese conjunto, en otra edición, le devuelves la visita. Con los sistemas actuales de bases de datos los cuadros serían casi inminentes, incluso, más justo.

FINAL FOUR

Lo que sí sería revolucionario y nuevo es una Final Four del torneo en una ciudad sede. Al estilo de lo que se lleva haciendo desde hace unos años con la Copa de la Reina en fútbol femenino, aunque no en esta actual edición o de los que es tradicional en otros deportes en España: baloncesto, balonmano, fútbol sala o waterpolo.

Barcelona, campeón de la Copa de la Reina de la temporada 2017-2018.

Con la reducción de encuentros al jugarse las rondas anteriores a partido único se podría acomodar el calendario para esa semana de la Copa del Rey. Habría que decidir si en un parón durante la temporada de Liga (como la Copa de la Reina femenina) o ya al final de la misma como colofón de la temporada, y siempre que no coincida con las competiciones europeas. La idea es atractiva y con un gran impacto económico para la ciudad elegida cada año.
La última propuesta es ampliar la participación en la Copa más allá de los clubes de Primera, Segunda, Segunda B o Tercera. Incluir a equipos amateurs es un aliciente que, por ejemplo, es seña de identidad de la FA Cup inglesa, donde equipos de categorías muy bajas del fútbol inglés van superando rondas y creando un clima que una a toda una localidad o ciudad con el devenir del equipo. En España podría funcionar muy bien.