NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SOCIEDAD

La playa más pequeña del mundo está en España

Con apenas 40 metros de costa, su forma característica de semicírculo cercado con rocas erosionadas la ha convertido en una de las playas más singulares de nuestro país.

La playa de Gulpiyuri (Asturias) vista desde el aire, con el mar al fondo y los campos en primer plano.
YouTube

A lo largo de la geografía española podemos encontrar unos 8.000 kilómetros de costa que albergan más de 3.000 playas. Las hay de todo tipo, grandes, anchas, con aguas de color turquesa, de piedras, de arena fina… Son muchas las opciones que podemos elegir en nuestro país y dentro de ese abanico de posibilidades se encuentra la playa más pequeña del mundo, que desconocida por muchos, es un lugar privilegiado por el entorno natural en el que se encuentra.

Situada al norte de la península, concretamente en el concejo asturiano de Llanes, la playa de Gulpiyuri ostenta el título de ser la más pequeña del mundo con menos de 40 metros de costa. Se formó como consecuencia de la erosión del mar Cantábrico sobre los acantilados que cercan la zona en la que predomina el modelo kárstico. Tiene 40 metros de costa y el agua no alcanza ni siquiera el metro de profundidad, por lo que tendrás remojarte sentado o tumbado.

Gulpiyuri, que ha sido declarada como monumento natural, está cubierta de arena fina y blanca y está cerrada al mar por un acantilado de roca caliza. A escasos 100 metros está el mar Cantábrico que le abastece de agua gracias a un agujero que hay entre dos rocas, pero no tiene acceso directo al mar.

El acceso a ‘entorno bucólico’ se realiza a través de una senda que se abre en la playa de San Antolín y, tras la bajada de unos escalones, encontraremos esta playa poco frecuentada de aguas casi transparentes. Aunque, por su reducido tamaño, suele llenarse con facilidad por lo que conviene ir temprano para poder hacerse con un sitio y disfrutar del paisaje, desde el que se puede observar tanto el mar Cantábrico como bosques y tierras agrícolas.

Su tamaño, su ubicación y su forma característica de semicírculo, la han convertido en una de las playas más singulares del litoral español.