Suben las tensiones entre Rusia y República Checa

Moscú y Praga intercambiaron este miércoles múltiples acusaciones, en lo que parece ser una subida de tono de las ya elevadas tensiones entre las dos capitales. “Problemas crónicos de Chequia: no secuestramos niños, no bombardeamos hospitales, no invadimos a nuestros vecinos”, escribió el ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa en su cuenta oficial de Twitter. “Iros de Ucrania”, concluye el sucinto comunicado, publicado poco después de difundirse en la red social Telegram un artículo en el que el presidente ruso, Vladímir Putin, acusa al país centroeuropeo de emprender un “curso rusófobo” y de no hacer nada contra sus “problemas crónicos”.

“Organizaciones que supervisan los derechos humanos han registrado la prevalencia de ideas racistas y prejuicios, crímenes motivados por la raza, ataques a la propiedad, amenazas a musulmanes, gitanos y judíos”, reza la misiva. “La rusofobia a menudo se muestra en formas agresivas de ‘guerra’ contra monumentos a los soldados soviéticos, así como la legitimación de los cómplices nazis”, afirma Putin. En su carta, el jefe del Kremlin dice lamentar que, en vez de solucionar sus problemas internos, la República Checa se habría dedicado a promover “acciones de política exterior destructivas”.

Ministro de exteriores

El ministro de Exteriores checo, Jan Lipavsky, informó hoy de que su país ha presentado una denuncia contra Rusia por enriquecimiento indebido con inmuebles cedidos por valor de 2,2 millones de euros (2,44 millones de dólares) en los últimos tres años.

Este paso ha sido dado, según el jefe de la diplomacia checa, porque Moscú ha ignorado desde 2020 la solicitud de que explique a cómo estaba utilizando una serie de inmuebles cedidos en la República Checa durante la época comunista, con el fin de verificar que su uso se ajusta a las normas diplomáticas.

Relaciones diplomáticas

En los últimos años, los checos han revisado sus relaciones diplomáticas con Rusia y desmantelado la extensa red de personal acreditado en la embajada, herencia del régimen totalitario anterior a 1989, gran parte del cual funcionaba para los servicios de inteligencia.