¿Por qué se dice que Aragón es el ‘Ohio español’ en las Elecciones Generales?

Ohio está en la llamada región de Medio Oeste de Estados Unidos, que se llama así aunque se sitúe en el noreste. Sus campos se extienden de Michigan a Pensilvania, del lago Erie a Kentucky, y es atravesado por el río Ohio que da nombre al territorio. De hecho, en lengua iroquesa, de los nativos americanos, significa ‘río grande’.

Otro que también es gigante es el Ebro, que tiene poco o nada que ver con Columbus, capital del estado en cuestión, pero que pasa por Zaragoza. Y es que Aragón mantiene una relación peculiar con la política que se desarrolla en dichas tierras norteamericanas. Ambos lugares tienen la buena costumbre de predecir con éxito quién gana las elecciones generales.

Dicho de forma rápida y sencilla. Quien gana en las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel posteriormente se proclama vencedor de los comicios estatales. Mismo fenómeno sucede también en Ohio, cuya fama como bola de cristal política es ampliamente reconocida en el país. La comunidad española lleva sumando aciertos desde 1977, y el estado norteamericano desde 1964. Desde tiempos de la UCD y de Lyndon B. Johnson.

Del oráculo de Delfos al de la ‘Pilarica’

Lista en mano, se puede leer que la extinta formación liderada por Adolfo Suárez se llevó de calle las cita con las urnas de 1977 y 1979. Posteriormente, lo hizo el PSOE en 1982, 1986, 1989 y 1993: una buena racha, la del partido socialista aragonés y la de un González inexorable en Moncloa, que se cortó cuando los campos maños vaticinaron la entrada de Aznar mediante unas elecciones autonómicas en 1996. Ganó el PP. Repetiría la formación azul en el 2000, también haría lo propio el expresidente popular.

Cambio de tendencia. En 2004 y 2008 la pelota cayó del lado de los socialistas, coincidiendo con los dos mandatos de Zapatero. Y, de nuevo, volantazo. En 2011, 2015 y 2016, tiempos de Rajoy en la presidencia del gobierno, el PP se volvía a imponer en los comicios aragoneses. Por ello, en Aragón nadie fingió sorpresa cuando en 2019 Pedro Sánchez ganó las elecciones: poco antes, el mismo año, el PSOE lo había vuelto a hacer en la Junta. Este año, por cierto, las ha ganado el Partido Popular en las tres provincias.

Pero es que se puede rizar más el rizo. Si Aragón lee el futuro en los posos del café, entonces Huesca es poco menos que una especie de oráculo de Delfos con virtudes demoscópicas. Allí se disputan tres diputados y, normalmente, es el espejo perfecto del pódium de toda España. Acierta el primer puesto, el segundo y el tercero. Vaticinó en 2016 la posición de Podemos y, más tarde, la de Ciudadanos en 2019. Quién iba a decir que tan cerca de los Pirineos se respirase la misma certeza para con el futuro que en la tierra de Steven Spielberg. Algo de película sí que tiene.