La posible estrategia de Puigdemont para truncar el acuerdo PSC-ERC

El exministro de Sanidad, Salvador Illa, podría asumir la presidencia de la Generalitat si durante esta semana las cosas salen a su favor. Para ello, se debe alcanzar un acuerdo entre el PSC y Esquerra Republicana que lo permita. Recientemente, ambas formaciones han mejorado su relación, pero ERC advierte que “faltan más que flecos” para concretar un pacto.

Para poder investir a Illa, ERC necesita el respaldo de su base, compuesta por aproximadamente 8.700 militantes. Sin embargo, el descontento de la militancia por el escándalo de la estructura B del partido, podría dificultarlo.

El regreso de Carles Puigdemont

También esta semana se podría producir el regreso a España de Carles Puigdemont, algo que tendría mucha importancia en dicho acuerdo. El retorno de Puigdemont, quien se encuentra en el extranjero desde hace más de seis años, influiría en el acuerdo. Puigdemont, además, prometió estar presente en el debate de investidura.

Precisamente, este sábado el expresidente de la Generalitat ha estado en un mitin celebrado en Francia, cerca de la frontera con Cataluña, conmemorando el cuarto aniversario de la fundación de su partido, Junts.

Su abogado, Gonzalo Boye, ha señalado que, dado que el Supremo no ha levantado las medidas cautelares en su contra, Puigdemont sería detenido al regresar a Cataluña, algo que podría usar a su favor. Boye confía en que “prevalecerá la cordura” y que, en todo caso, la movilización de la sociedad catalana impedirá una detención fácil.

En caso de ser detenido, se podría solicitar prisión provisional, que, según Boye, podría extenderse hasta cuatro años, lo que representaría un grave desafío para el Estado de derecho, especialmente en un caso que podría entrar dentro de la amnistía.

¿Cómo puede afectar al pacto ERC-PSC?

La pérdida de inmunidad europea por parte de Puigdemont el pasado 12 de junio plantea un escenario incierto para su futuro político, tanto, que podría llevarlo a actuar antes de la investidura, a pesar de que los magistrados españoles aún no han emitido una euroorden. Una detención suya, especialmente si ocurre en plena transmisión televisiva y justo antes de la votación de Esquerra, podría influir notablemente en la decisión.

El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha rechazado aplicar la amnistía a Puigdemont, argumentando que se le imputa un delito de malversación por gestionar fondos públicos con el objetivo de obtener un beneficio personal durante los eventos del 1-O.

Además, Puigdemont está implicado en el caso Voloh, que investiga presuntos vínculos con el espionaje ruso y la amenaza a la integridad territorial de España. A pesar de estas acusaciones, no podrá ser perseguido por presunto terrorismo, ya que el Tribunal Supremo archivó la investigación relacionada con las protestas de Tsunami Democràtic.

A esto se suma que, Jordi Turull, secretario general de Junts, subrayó que su partido no busca únicamente apoyar la gobernabilidad del PSOE, sino defender los intereses de Cataluña, reafirmando el liderazgo de Puigdemont dentro del independentismo.

Así, el posible acuerdo entre Esquerra y el PSC se presenta como una frágil brisa en medio de una tormenta, y el regreso de Puigdemont, cual chispa en el oscuro bosque, solo avivaría las llamas de una hoguera ya encendida.

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