A pesar de que las encuestas vaticinaban una posible pérdida de la mayoría absoluta (38 escaños) por parte del PP en Galicia, finalmente estas previsiones no se cumplieron y Alfonso Rueda se erigía en la noche del domingo como presidente electo de la Xunta. Tras ser el relevo de Alberto Núñez Feijóo tras el salto de este a la política nacional, ahora Rueda ha sido elegido por los más de 1,4 millones de ciudadanos que ejercieron su derecho al voto (una participación del 67,30%).

Los resultados dejaron para los populares dos escaños menos que los conseguidos en las elecciones de 2020, aunque gracias a la mayor participación consiguieron cerca de 70.000 papeletas más. Así, el PP se consagra nuevamente como la mayor fuerza política de la región (40 escaños), con el BNG al frente de la oposición (25 escaños), y el PSdeG-PSOE y Democracia Ourensana con menor representación (9 y 1 escaños, respectivamente).

Pero, como en todas las elecciones, no está todo escrito hasta que no se contabiliza el voto exterior, más conocido como CERA (Censo Electoral de los Residentes Ausentes). Unos votos que, si bien no suelen cambiar el dibujo final del resultado, sí que puede incluir alguna modificación que podría marcar diferencias. En este caso, podría afectarde forma directa a los escaños del PP, que podrían verse con uno menos.

Y es que una pequeña diferencia de 112 votos en Ourense podría significar que los populares de Alfonso Rueda pierdan uno de sus diputados (y, de este modo, quedarse con 39). Un escaño que ganaría el PSdeG, que pasaría de los 9 a los 10: de este modo, en lugar de perder cinco escaños respecto a 2020 perdería cuatro. No obstante, la mayoría absoluta de los populares no correría peligro.

Casi medio millón de gallegos en el extranjero

El censo de gallegos fuera de los límites de la comunidad gallega alcanza los 476.514, si bien esa cifra se ve reducida cuando se observa los que han ejercido su derecho al voto: apenas 29.300, lo que supone menos del 2% del escrutinio total de todos. Pero apenas con ello bastaría al PSOE, en caso de superar al PP en Ourense, para arrebatarle una de las actas en el Parlamento gallego.

En cualquier caso, y si bien no supondrá una diferencia importante en el resultado final, los resultados del voto CERA no se conocerán hasta el próximo lunes 26 de febrero, dentro de una semana. En el resto de provincias gallegas, la diferencia es mayor. En A Coruña, el último diputado electo (BNG) está a una distancia de 9.511 votos sobre los socialistas; en Pontevedra, la diferencia entre PP y PSdeG es de 6.450 votos; y en Lugo, el último parlamentario (BNG) cuenta con una diferencia de 3.087 papeletas.

Este voto exterior estuvo cerca de darle un disgusto al predecesor de Alfonso Rueda en el cargo, Alberto Núñez Feijóo. En las elecciones de 2009, a lo largo de la jornada cosechó 39 de los 75 escaños en juego, uno más de los necesarios para conseguir la mayoría. El CERA, posteriormente, rebajó esa cifra hasta los 38, los justos para gobernar en solitario.