Un íntimo amigo de Silvia Tortosa, sobre sus últimos días: “Daba miedo verla”

La vida de Silvia Tortosa se apagó el pasado 23 de marzo. Llevaba tres meses ingresada en una clínica de Barcelona a raíz de una larga enfermedad que ella misma decidió decidió, por su cuenta y voluntad, llevar en secreto —además del cáncer de mama que su representante confesó que padecía—. Lo hizo alejada de las cámaras. Tras su deceso, son numerosos los testimonios que han venido a arrojar algo de luz sobre el no tan conocido contexto de su vida.

El último vuelve a ahondar en el papel de su marido, Carlos Cánovas, durante los últimos meses de su vida. Según adelantó Lecturas hace algunas semanas, la actriz “supo que le era infiel ocho meses antes de fallecer” con la también actriz Marina Lozano, algo que provocó que ella le sacase del testamento. Ahora la citada revista revela, en palabras de Tony Aliaga, amigo íntimo y representante de la difunta intérprete, que la traición de Cánovas fue un factor clave en el desenlace de los acontecimientos.

“Estaba hundida, tenía ataques de ansiedad”

“La infidelidad de Carlos fue el principio del fin”, dice Aliaga en la entrevista, haciendo gala de una sinceridad directa y sin medias tintas y agregando que “su vida se desmoronó de golpe” y que “dejó de tener ganas de todo”. “Se sintió humillada al descubrir la mentira que había vivido”, detalla.

Fue tal el disgusto de Tortosa que, confiesa su amigo, “en un año perdió 12 kilos”. El aspecto de la difunta actriz se vio resentido por las consecuencias de su caída emocional hasta el punto de tatuar en su piel las marcas de la tristeza. “Estaba hundida, tenía ataques de ansiedad”, expresa, antes de condensar en tres palabras el mensaje que sintetiza todo su discurso: “Daba miedo verla”.

Insiste Aliaga en que por eso “desheredó expresamente a Carlos, por incumplir los deberes conyugales”. En cuanto al testamento, tal y como calculó José Manuel Parada a través de su perfil de Instagram y en Juntos, programa de Telemadrid, se divide en cuatro partes y vienen a sumar “unos cinco o seis millones de euros”.

En anteriores declaraciones de Aliaga a Lecturas ya había revelado que “estaba herida y dolida con Carlos” y que Tortosa “sabía muy bien que quería hacer con su herencia”. Aunque ya se había hecho público su cambio de decisión por la infidelidad de Cánovas, no ha sido hasta ahora cuando se ha conocido la consecuencia que este episodio había tenido en su salud física y mental.

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