Mike Shanahan llegó a Washington en 2010 firmando un contrato de cinco temporadas. Una condición que él impuso para firmar por los Redskins y un lujo que quizá sólo se concedería hoy en día a un entrenador del corte de Bellichick. Esa fue solo una de sus muchas exigencias, realmente. Entre las demás: apartar al general manager Bruce Allen y darler un papel simbólico, tener control absoluto sobre la plantilla y los contratos firmados (la reestructuración que causó la penalización de la NFL fue obra suya), autoridad total sobre los Draft picks, control absoluto sobre el cuerpo técnico, contratar a su hijo Kyle como coordinador ofensivo, modificaciones en FedEx Field y hasta control sobre los planos de las nuevas instalaciones deportivas.
Pese a ello, el auténtico ‘piel roja’ o cara de tomate, no ha tenido ni una buena palabra para la franquicia que ha vuelto a llenar sus cuentas bancarias, dado experiencia a su hijo y que hizo lo nunca visto por conseguirle en quarterback franquicia que tanto quería. Ni una sola.
Lo curioso es que sólo un día antes de la visita de Kansas, el fortín mediático que había sido Washington bajo la era Shanahan quedó totalmente expuesto y, de la nada, salieron todos los secretos del Redskins camp. Según la información aparecida en ESPN, Dan Snyder nunca había tenido una conversación con Kirk Cousins. Y no sólo eso, mandaba su coche privado con frecuencia a casa de RGIII y le “prometía que siempre iba a ser titular”. Por lo visto, dicha relación entre quarterback y dueño había quemado tanto a Shanahan que éste había informado a su entorno que se iba a marchar tras la temporada 2012, sin importar lo que se podía conseguir en Playoffs. Pero la lesión de rodilla de RGIII le hizo cambiar de opinión al bueno de Mike, que no quería abandonar el barco en un momento tan delicado (por supuesto que los siete millones de dólares que le quedaban por embolsarse, no tenían nada que ver).
Ya poco importa, Shanahan es un genio y logrará irse escondido y sin ser salpicado por la crítica. Para eso está el dueño que llevaba años sin meter la pata y un QB que pasó de ser un indomable líder en 2012 a ser un niñato consentido en 2013… Godspeed, Mike (and Kyle) Shanahan.