Impresiones de Hades 2. ¡En el nombre del Olimpo, acepto este mensaje!
Canta, oh, musa, de cómo Supergiant Games nos da lo que queremos.
“¡En el nombre del Olimpo, acepto este mensaje!”. Al oír esta frase, nos estremecemos de emoción ante el encuentro con un dios que nos va a conceder una de sus bendiciones. No solamente por el conocimiento de que vamos a ser más poderosos, sino por la misma expectación ante el encuentro con divinidades que conocemos y adoramos de la Grecia Antigua. Hades, de Supergiant Games, es una de las mejores representaciones de la mitología griega que encontramos en el videojuego, con una revisitación moderna de una cultura que rezuma máximo respeto y cariño. Hades II, del estudio cuya obra pugnada por el GOTY de 2020, vuelve pisando fuerte con sus pies ardientes. Actualmente, los dioses nos han concedido el honor de jugar a su early access en PC Steam y hoy os traemos nuestras impresiones de un roguelike que toma el testigo de su predecesor.
Muerte a Cronos
En la primera entrega, Supergiant Games tomó uno de los mitos más prominentes en la cultura popular: Hades y Perséfone. Sin embargo, en su versión, en lugar de limitarse al origen de las estaciones, lo enfocó desde el punto de vista de un personaje no tan conocido por el público general: Zagreo, el príncipe del Inframundo. Con Hades II, el estudio aplica la misma estrategia: toma a Hécate, una figura con amplia representación en los medios, y desde ella elabora una segunda parte poniendo a protagonista a la diosa menor Melínoe, hija de los de reyes del Inframundo, quien visitaba la tierra recolectando las ofrendas a los muertos. Hermana de Zagreo, en el juego se la presenta como la pupila de Hécate, diosa asociada a la magia, a las encrucijadas y a las criaturas nocturnas. Venerada en ciertos cultos neopaganos, esta diosa representa un buena piedra angular para crear una narrativa que conecte la mitología griega antigua con la visión moderna que aplica SuperGiant Games.
Hades II se atreve poco a innovar, y esto tampoco es negativo. Ofrece una experiencia que sigue la estela de la anterior entrega y eleva el nivel de desafío, como una especie de grado superior para quienes ya han superado la primera parte y tienen ganas de más. Al mismo tiempo, SuperGiant tiene muy presente el público que desea atraer con su juego: fans de los roguelike, aficionados a los retos y amantes de la mitología griega, categorías que no son mutuamente excluyentes. Para quienes deseen una rampa para superar el periplo de Melínoe, vuelve el Modo Dios, con el que aumentamos la resistencia a los ataques cada vez que caemos en combate.
En cuanto a la historia, toma de partida la Titanomaquia y añade una posible venganza de Cronos, el señor del tiempo. Después de la guerra entre titanes y dioses, los primeros fueron condenados. El titán se ha liberado de su prisión en el Tártaro y ha tomado como rehén al mismo Hades y su familia para iniciar una guerra contra el Olimpo e instaurar la Edad de Oro, descrita por el poeta Hesíodo como un periodo en el que la humanidad era pura e inmortal, y Cronos reinaba. Para preparar la salvación del Inframundo Hécate levanta un campamento en su reino, las Encrucijadas, oculta en el reino de la oscuridad de Érebo. Desde allí, la diosa prepara a su protegida Melínoe para que ésta rescate a su familia.
Zagreo y Melínoe, hermanos de sangre y de juego
La narrativa del roguelike es similar a la del anterior Hades. Empezamos en un hogar seguro, que en este caso es el propio campamento, donde Melínoe se prepara para la incursión. Aquí tenemos a la propia Hécate, a la diosa de la venganza Némesis, al sabio Odiseo y la sarcástica Dora, espíritu de la primera mujer, y a Hipnos sumido en un longevo letargo. Tampoco faltará Uesopos, el esqueleto humanoide con un sospechoso parecido al Skelly de Hades. Desde aquí, ya vemos cómo todos los personajes tienen un rol parecido a los de la morada de Inframundo, y es fácil establecer relaciones entre Némesis y Megera, o entre Odiseo y Aquiles. Antes de salir a terreno hostil, nos prepararemos con nuestra arma predilecta de entre las que iremos desbloqueando, así como la herramienta para recolectar diferentes recursos que necesitaremos para nuestras mejoras: una caña de pesca, una pala para recolectar semillas, un pico para extraer minerales y una piedra para pacificar almas perdidas y conseguir psique, la cual casa muy bien con la labor de la Melínoe mitológica.
La construcción de la build de personaje da un paso más en la complejidad con respecto a Zagreo. Desde su rincón de meditación, Melínoe podrá desbloquear arcanos (muy propio, tratándose de la alumna de Hécate) con ventajas especiales. Según su nivel de conocimiento, que puede mejorarse invirtiendo psique, podremos activar diferentes cartas. Además, la diosa tiene dos barras: la de salud y la de magia, que sustituye la barra divina. Con esta última puede lanzar ataques potenciados, algo a lo que el mismo juego nos incentiva mucho. A medida que progresemos, desbloquearemos diferentes armas. Empezaremos con la misma Vara de la Bruja, y después descubriremos las Hermanas Afiladas, el Hacha de Piedraluna y las Llamas Sombrías, entre otras sorpresas. Cada arme tiene sus propias peculiaridades, pero nosotros nos hemos sentido más comodos con Lim y Oros, la daga y hoz que son también el arma insigne de la diosa de azafranado peplo.
Las mecánicas se mantienen casi idénticas a las del anterior Hades. Nos abriremos paso por las mazmorras de diferentes reinos, donde después elegiremos cualquiera de sus bifurcaciones hasta alcanzar el guardián de cada fase. Por el camino, recibiremos mensajes de los dioses del Olimpo, quienes quieren que triunfemos en nuestra empresa, y deberemos elegir cualquiera de los dones que nos ofrezcan. Algunas deidades, como Poseidón o Afrodita, repiten en esta entrega, con bendiciones ya conocidas y otras nuevas. Otros, como Hefesto, Apolo o Hestia, hacen su primera aparición. Como sucedía en la anterior entrega, hay cierto desequilibrio entre las ventajas que ofrecen unos u otros, si bien es una cuestión de gustos. La aparición más especial es la de Selene, personificación de la Luna, que nos ofrecerá un hechizo especial cuando gastemos suficientes puntos de magia, y con un árbol de progreso interno.
Vuelven también la ofrenda de néctar para ganarse el favor de otros personajes, y para conseguir recuerdos que nos darán una ventaja especial en el combate. También regresan las profecías de las Moiras, el barquero y comerciante Caronte y el cambista. En esta ocasión, las mejoras al campamento se harán a través de un caldero, con los ingredientes necesarios y bajo la atenta mirada de nuestra maestra Hécate. También veremos portales que nos llevarán a Caos, el dios primordial de la creación que nos concederá bendiciones que requieren cierto sacrificio a cambio de una ventaja muy atractiva. Como extra que mejora la experiencia significativamente, apreciamos una localización muy cuidada y profesional, donde se respetan los matices del discurso de los diferentes personajes.
Hades II resulta agradablemente familiar, como volver a un hogar antiguo al que éramos felices y en el que reconocemos todos los muebles, las rutas hacia las habitaciones y los recuerdos vividos en ella. Y, sin caer en el continuismo, ofrece una nueva epopeya con la justa cantidad de versos nuevos. Al contrario que en Hades, en vez de ascender, debemos descender. La idiosincrasia de enfrentarnos al mismo titán del tiempo justifica la integración del sistema roguelike dentro de la narrativa y de los diferentes mundos que atravesaremos. Incluso el esquema de las mazmorras sigue el mismo propósito que el anterior Hades: varios niveles lineales y una parte final laberíntica.
No obstante, a esta narrativa se le añadirán ciertas interrupciones inesperadas que no queremos desvelar para no estropear la magia, y que nos sacarán un poco de la idea de que estamos jugando “al mismo juego 2″. Y, al igual que la aventura de Zagreo, Melínoe deberá morir para progresar, tanto en su aprendizaje, como en la misma historia que envuelve a su familia.
El jardín de los amantes de la mitología
SuperGiant Games sabe, precisamente, lo que el público adoró de Hades y vuelve a darnos una nueva ración con Hades II, beneficiándose de un apartado artístico mejorado y con mayor preciosismo. Y esto incluye a la representación de la mitología y de diseños de personajes que vuelven a justificar el meme de “ya se divirtieron los bisexuales, ahora es el turno de los bisexuales”, en referencia a un amplio abanico de personajes con gran atractivo, en consonancia por la belleza omnipresente en las deidades griegas, con cierto plus de atrevimiento de mostrar como hermosos cuerpos no normativos. Los amantes de la mitología contemplarán con entusiasmo cómo los dioses han sido representados, tanto en un aspecto en el que se nota que cada detalle ha sido a conciencia, como en su personalidad. Además de los textos antiguos, SuperGiant Games ha tomado la historia del arte como inspiración para unos diseños que incorporan los atributos clásicos de los dioses y los héroes y les dan un giro moderno. Así, tenemos a Afrodita que muestra marcas de identidad —como la pintura facial de su amante Ares— que indican que se trata de Areia, el epítome con el que se la adoraba en la antigua Esparta y hace referencia a su aspecto como diosa guerrera que representa el amor como motivación para luchar por los seres queridos. Hefesto, en su silla de ruedas y con su pierna metálica, es una representación inteligente de un dios tullido que, además, mostrará su devoción por la artesanía armamentística.
La misma Melínoe guarda parecido con el himno órfico del que parte su figura: “doncella infernal de azafranado peplo”. En efecto, viste un peplo de color azafrán, y su heterocromia señala su parentesco con Zagreo. Su piel, blanca y negra, hace honor a las representaciones artísticas que entremezclan la luz y la oscuridad en ella y que honran a su origen: su madre, del mundo de los vivos; y su padre, del reino de los muertos. Desde el primer tráiler, la joven diosa ya ha inspirado un aluvión de cosplays y fanarts de jugadores que, cuando la conozcan, quedarán más prendados. Melínoe muestra esa dualidad de valentía e inseguridad, compasión y firmeza. En su indumentaria, además, observamos detalles como la Luna, en referencia a todo el leit motiv que rodea su identidad y su formación como bruja guerrera: es pupila de Hécate y cuenta con la protección de Selene, ambas diosas relacionadas con la Luna. Melínoe vive en la noche y entre sombras, y el satélite de plata es el emblema más indicado.
La misma Hécate muestra su complejidad en su diseño como diosa y en su propio comportamiento en el juego. En su arquetípico sombrero de bruja, vemos esa visión de SuperGiant de añadir un toque de cultura popular. El rostro de la diosa, oculto entre sombras, nos indica su identidad de diosa relacionada con las artes oscuras. La triple naturaleza de doncella, madre y anciana se insinúa en los rostros de sus hombreras, y dicha trinidad tendrá cierto papel dentro del juego. Asimismo, sus animales protegidos, la perra Hécuba y la comadreja Gale, tienen su papel dentro del juego y, por supuesto, podrán recibir su dosis de cariño del jugador.
En el presente reportaje no queremos desvelar los encuentros que tendremos, con apariciones especiales de ciertos personajes mitológicos que nos darán una ayuda más que inestimable, como la adorable Aracne y sus maravillosas sedas, que llevaremos como una protección adicional. En cuanto a la banda sonora, vuelve el buen hacer de Darren Korb, que transmite la fantasía de la música imaginada en los mitos. Si en Hades plasmó a la perfección cómo debería ser la voz de Orfeo, quien amansaba a las fieras, en Hades II hace una demostración de cuán cautivadora puede ser la voz de una sirena y cómo nos atrae incluso si nos llama desde la lejanía.
Hades II se encuentra actualmente en fase de early access y, aunque se trata de una versión bastante estable, queda contenido por pulir, añadir y modificar. Mientras, consigue hacer toda una declaración de intenciones en convertirse en una saga roguelike que es el deseo cumplido de quienes soñamos con el Olimpo.
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- Acción
Hades 2 es un videojuego de acción roguelike tipo dungeon crawler a cargo de Supergiant Games para PC, secuela del aclamado Hades en el que regresamos al inframundo para enfrentarnos a toda clase de monstruos. Encarnarás a la Princesa inmortal del Inframundo, y explorarás un mundo más extenso y elaborado. Tendrás que derrotar a las fuerzas del Titán del Tiempo con la ayuda del Olimpo, en una historia desgarradora que se irá desgranando poco a poco con cada uno de tus logros o reveses.
