CICLISMO

Cookson: "Invertimos mucho en cazar a los tramposos"

El presidente de la UCI defiende y explica a AS el método de detección de motores que se basa en medir el flujo magnético en las bicicletas.

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Cookson: "Invertimos mucho en cazar a los tramposos"

—¿Cómo de preocupados están por el dopaje mecánico? ¿Se han tomado suficientemente en serio combatirlo?
—Pensamos que el fraude tecnológico es una seria amenaza para nuestro deporte, que menoscaba nuestra credibilidad, por lo que hemos llevado a cabo medidas apropiadas y hemos desarrollado un método efectivo. Sabemos que la tecnología de los motores existe, y tenemos controles invasivos. Ahora disponemos de un sistema que resulta bastante completo, como probó la demostración. Se pueden realizar test de forma rápida en un gran número de bicicletas antes y después, e incluso durante el evento, si localizamos cuándo se cambian las bicis durante las carreras. Creo que tenemos algo que es una buena respuesta al problema.

—Existen sospechas desde 2010 y casos aislados anteriores. ¿Por qué se ha reaccionado tan tarde?
—Ha habido un gran interés en el presente, no tanto en el pasado. Sin embargo, el empleo de tecnología fraudulenta no estaba bien documentado. Lo que queríamos era reafirmar que hemos puesto una enorme cantidad de recursos en implementar este sistema, y que tenemos una herramienta sólida y colaboradores leales que han ayudado a desarrollarla. (La marca de bicicletas Typhoon, con base en Montecarlo, crea motores y baterías para cicloturistas y se acercó a la UCI para ofrecer su experiencia contra el dopaje mecánico en profesionales).

—Se muestra muy seguro.
—Sí, hemos enviado un mensaje a los tramposos que se plantean recurrir a un motor oculto: “No lo hagáis, porque vamos a atraparos”. La primera vez que desplegamos la resistencia magnética, cazamos a alguien (Femke van den Driessche). Eso supone un importante incentivo para continuar con nuestro trabajo y un freno a los que buscan atajos. Se suspendió a la culpable y se actuó con determinación.

Una imagen de la explicación del método de detección, este martes en Suiza.

—¿No parece un error y un obstáculo fácil de eludir practicar los controles antes y después de las competiciones?
—No, hemos puesto mucho empeño durante los dos últimos años, al margen de una inversión considerable, para perfeccionar nuestra técnica. Es flexible, fiable, eficaz, fácil de enseñar a los comisarios, fácil de usar, rápida y aún más fácil de implementar y exportar al resto de federaciones nacionales. Hemos consultado a muchos ingenieros, mecánicos e informáticos de software. Confiamos en lo que se ha logrado, y ojalá se consiga adaptar también a las carreras. Por ahora no es posible, ya que habría más motos y muy próximas a los ciclistas. Sin embargo, queremos vigilar los cambios de bici y movimientos sospechosos.

—Los últimos reportajes de investigación han denunciado la existencia de ruedas electromagnéticas, aparte de mostrar la fiabilidad de las imágenes térmicas. ¿No va atrasada la UCI en ambos temas?
—En cuanto a las ruedas, se trata de una especulación sin probar, de momento. Pero tengan por seguro que si hay algo, trataremos de ponerle cerco. Y sobre las imágenes, aunque conocemos su utilidad, se confunde el motor con la fricción y no se pueden acercar tanto las cámaras a los corredores. Deseamos colaborar con todos los actores para mejorar nuestros métodos.