Stef Clement, veterano corredor del IAM (32 años), se arriesga a una sanción de dos años por no pasar el control al que estaba obligado tras concluir la 12ª etapa del Giro. El neerlandés se cayó en el descenso de Crosara, a 30 km de la meta, y sufrió daños en su codo y en su cadera. Llegó a 17:21 de Gilbert. Sin embargo, lo más grave ocurrió después: sin tiempo para una cura rápida de sus heridas, tampoco llegó al test antidopaje, ya que “los aficionados bloquearon las carreteras”, como confirmó su director, Thierry Marichal.

Marichal amplió sus explicaciones: “Los últimos ciclistas fueron secuestrados por la multitud, incluso antes de que pudieran iniciar el ascenso final. El servicio de seguridad no consiguió contener a los fans. Tuvimos que llevar en coche a Stef a la carpa para que pudieran efectuar su análisis, pero resultó imposible”. Clement lo tuiteó: “No llegué para el control antidopaje. Me expongo a dos años de suspensión. Ahora sólo tengo la esperanza de la indulgencia de las autoridades. Las condiciones eran extremas”. Después pasó un test y ofreció sus argumentos a la UCI, que decidirá si debe recibir un castigo o no.