Alexander Vinokourov, mánager del Astana, ha decidido suspender la actividad de la escuadra continental tras su tercer caso con esteroides anabolizantes. La Unión Ciclista Internacional (UCI) comunicó este miércoles un nuevo lío en la cantera kazaja, a cargo de Artur Fedosseyev. Después de que el organismo pillara a sus compañeros Ilya Davidenok y Victor Okishev, supone el quinto escándalo de la estructura al sumar los dos del World Tour: los positivos con EPO de los hermanos Iglinskiy, Maxim y Valentin.

Vinokourov comunicó la decisión a La Gazzetta, ya que se encuentra concentrado con sus corredores en la localidad italiana de Montecatini Terme. "Esos jóvenes están locos, no se han dado cuenta de que así no funciona ya el ciclismo, la época de dopaje quedó en el pasado". Sacrificar el Continental para intentar salvar el World Tour, esa parece la estrategia. La Comisión de Licencias de la UCI no se ha pronunciado aún: "No habrá problemas, hemos aportado las explicaciones necesarias". El técnico ha concentrado sus esfuerzos en desvincularse de su formación base y de los Iglinskiy: "Sólo existen dos puntos en común, el maillot y el nombre. Maxim y Valentin fueron a su aire".

En la misma línea se expresó Vincenzo Nibali: "La realidad del equipo continental no tiene nada que ver con nosotros. Esa es la verdad, son chicos que ni siquiera conozco. Y por dos que pecaron (los Iglinskiy) al margen del Astana, no puede pagar el resto". El italiano, ganador del Tour de 2014, olvida los entrenamientos y actos en común durante la pretemporada y el Tour de Almaty. Maxim también le ayudó a conquistar la carrera francesa en julio. De momento, Kairat Kelimbetov, presidente de la Federación kazaja, abandona su cargo y le sustituirá Darkan Mangeldiev, hombre de confianza de Vinokourov, que ha pedido "más y mejores controles antidopaje". Curioso con la oscura tradición de la escuadra, incluido su positivo en el Tour de 2007.