Omar Montes quiere comprar un jet privado para ahorrarse “dinero en champú”

Media España se indigna y la otra media aplaude justo en el momento en el que Omar Montes abre la boca. El exitoso y polémico cantante no suele dejar a nadie indiferente con sus declaraciones: le han convertido en alguien original al que todo el mundo quiere escuchar. No es noticia que haya vuelto a causar un terremoto en redes, pero sí lo es el contenido de aquello que ha causado el seísmo. El reguetonero ha sorprendido al desvelar una de sus aspiraciones, de sus deseos. Se trata de tener un jet privado. El motivo no está relacionado con el lujo; tampoco con ostentar. Es más sencillo: ahorrar dinero en champú.

Montes ha precisado que le gustaría cumplir ese capricho siempre y cuando gane un Grammy Latino. No nace el ansia de tenerlo en un premio que se da a sí mismo, sino que brota su anhelo de las largas esperar y de los frustrantes y casi eternos procesos que se dan en los aeropuertos. De uno concretamente. Las restricciones en cuanto a los líquidos que se permite tener dentro del avión son el colmo del asunto para el cantante, que está harto y hastiado de que su champú favorito nunca viaje con él.

“Lo que te gastas en el jet te lo ahorras en champú”

Su explicación, ante el micrófono de #elÚltimo, empieza de tal forma que no cabe réplica alguna. “Es que estoy hasta los coj*nes”, abre camino para la argumentación que rodea la compra de su jet. “¿Tú sabes cuando vas a los aeropuertos, que tienes que ir dos horas antes? Te están registrando todo el rato, que si te tiran los desodorantes, que si no te dejan llevar el champú... Todo eso es un rollo”, expresa el artista, que reúne en una oración todos los engorros que conlleva coger un avión. Y ante él se abre una ventana evidente. “Te compras un jet y ya no te preocupas más. Lo que te gastas en el jet te lo ahorras en champús”.

Esta hipótesis tiene detrás un razonamiento que el propio Montes trata de desgranar con datos. “Todos los desodorantes y champús te los tiran a la basura y eso es un dinero. Porque si te lo tiran una vez no pasa nada, pero si viajas dos o tres veces a la semana, semanalmente te tiran dos o tres”, plantea, justo antes de transformar en cifras esta circunstancia: “con el cálculo mental de todo eso, semanalmente te puedes estar dejando 15 o 20 euros en champú, más laca y todo”.

Conclusión: “entonces a final de mes se te va un dinerillo”. El jet como método de ahorro es, además de capricho, una de esas apetencias que la mente de Omar Montes le sugiere en el caso de que se llegase a alzar con la codiciada estatuilla con forma de gramófono.