Mario Marzo explota tras las críticas recibidas por las fotos de su boda
El actor de ‘Los protegidos’ se muestra muy indignado después de leer numerosos mensajes de lo más hirientes: “Solo veo prepotencia e ignorancia”.
Mario Marzo se ha convertido en uno de los nombres del día después de publicar en sus redes sociales un mensaje muy contundente donde explota tras las feroces críticas recibidas por las fotos de su boda. Todo ha sucedido cuando el actor de ‘Los protegidos’ ha compartido con sus seguidores una original instantánea de uno de los días más felices de su vida.
“Una boda de altura. Pon un tacón en tu vida”, escribe el intérprete. Mario Marzo acompaña estas palabras con una fotografía donde se le ve subido a un tronco de un árbol para lograr estar a la misma altura que Ana Campo, su mujer. Una manera muy original de romper con los estereotipos que está causando sensación en las redes sociales. Eso sí, no todos los comentarios son positivos y es precisamente por eso que el actor ha explotado en su cuenta de Twitter después de recibir varios mensajes donde le tachan de “acomplejado”.
Su aplaudido descargo en redes
“Es increíble cómo en Twitter, siempre, siempre, siempre va a haber gente que necesita conflicto para cuando le hagan casito”, empieza diciendo. “Pasó cuando compartí que murió mi madre y pasa cuando nos hacemos una graciosa en mi boda”, añade. “Twitter puede ser usado como el medio de información más global e instantáneo que existe, y eso tiene como efecto secundario una red social de eruditos del todo. Especialistas empoderados de todos los ámbitos con opiniones irrefutables”, continúa denunciando.
“La comunidad de Twitter da a entender y favorece que tu opinión es válida y merece ser oída sin importar hacer daño a otras personas, y sobre todo, sin importar que tengas o no, alguna idea del tema en cuestión. Lejos de libertad, yo solo veo prepotencia e ignorancia. Quién más sabe, más duda”, sostiene Mario Marzo. Lejos de quedarse callado, el actor dice: “Hoy opto por leer, cuestionar y pensar, y si mis valores me lo permiten, callar. Hoy no me lo han permitido y de ahí este sermón. No te conviertas en el pedante que nadie quiere cerca”.