MÚSICA

El “traumático” accidente con el que Leiva perdió el ojo

El cantante madrileño sufrió un accidente con una escopeta de perdigones que le privó de la visión para siempre y le ayudó a conectar con la música.

El “traumático” accidente con el que Leiva perdió el ojo

Leiva no suele conceder entrevistas y siempre ha mantenido su intimidad al margen de los focos que le alumbran por su éxito como cantante. Sin embargo, el madrileño ha llevado a cabo una excepción y se ha sincerado en el podcast mexicano Farid y Diego relatando cómo perdió la visión en el ojo izquierdo cuando tan solo era un niño. En su momento no le afectó demasiado y se fue percatando poco a poco de la gravedad de la situación, aunque sus padres lo vivieron de una manera muy diferente: “Para ellos fue una cosa muy traumática, pero no para mí”.

Tal y como ha relatado el artista, siempre fue un niño “muy inquieto” y a los 12 años tuvo dos percances prácticamente a la vez: primero se rompió el brazo al caerse de su monopatín y poco después perdió la visión en un ojo por un accidente con una pistola de perdigones. “Automáticamente dejé de ver con ese ojo para siempre, pero yo lo único que quería era salir del hospital para jugar a la pelota. Que me dijeran que no iba a ver más pues no tenía esa dimensión. Yo no podía hacerme cargo de eso, así que automáticamente salí porque yo quería vivir”.

Por suerte, y por pensar en lo positivo dentro de un hecho tan grave, el accidente hizo que Leiva conectara de una manera mucho más profunda y también más temprana con la música. “Tuve que ir tranquilizando mi inquietud por todo y empecé a conectar con la música muy pronto, por lo que por ese traumático accidente seguramente hoy estemos aquí”, declaró el cantante.

En esta historia también tuvo un papel fundamental el celador que le atendió en su traslado de urgencias al quirófano, un hombre que le dijo que era “un chico con suerte”: “‘Piensa de todas las cosas que puedes perder que tengas dos. ¿Cuál es la menos importante? El ojo. Tu vida va a ser exactamente igual que era antes de ayer. Te va a costar un mes de adaptación’, me dijo en ese corto trayecto”. Esas palabras cambiaron su manera de pensar para siempre.

¿Recuperaría la visión?

Leiva es optimista y cree que gracias a los avances de la tecnología podría recuperar la visión algún día, pero prefiere no pensar demasiado en ello e incluso confiesa que no sabe si desearía someterse a una intervención: “Me parecería una locura, demasiada información”. Además, entiende que esa circunstancia que le tocó vivir en su niñez contribuyó enormemente a formar la persona que es en la actualidad.