La exclusiva boda de Lance Armstrong en un Château francés

“No hay lugar en el ciclismo para Lance Armstrong”. Así anunciaba en 2012 el que fuera presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid , que el norteamericano era sancionado de por vida y perdía también los siete títulos del Tour de Francia que había logrado durante su carrera por un caso de dopaje con muchas ramificaciones.

Aunque él en un principio lo negó todo, no le quedó más remedio que reconocerlo poco tiempo después en una esperadísima entrevista con Oprah Winfrey dando carpetazo en cierto modo a un circo mediático que había implicado a compañeros como Floyd Landis o George Hincapie.

Y es que a Agencia Antidopaje de Estados Unidos ya había dejado claro con anterioridad que Armstrong, además de utilizar sustancias para mejorar su rendimiento, “se las suministró a sus compañeros de equipo”. “No fue solo una parte de la cultura de dopaje de su equipo. La impuso y la volvió a imponer”, aseguró en su día el director ejecutivo de la USADA, Travis Tygart.

A partir de ese momento y prácticamente hasta la actualidad, Armstrong, que en la actualidad tiene 50 años, ha tratado de redimirse y de ofrecer todas las explicaciones habidas y por haber a través de varias entrevistas y documentales, pero la mancha en su currículum es eterna y poco puede hacer salvo convivir con ella. Eso sí, a lo largo de todo el proceso siempre ha habido alguien que le ha servido de apoyo indispensable: Anna Hansen.

La profesora de yoga, diez años más joven que él, lleva a su lado desde 2008, es madre de dos de los cinco hijos del exciclista y este martes se convertía oficialmente en su esposa después de que se comprometieran en 2017. Y, a pesar de todo lo vivido, Armstrong ha demostrado que en cierto modo sigue manteniendo un idilio con Francia ya que su boda ha tenido lugar en el exclusivo Château La Coste, un lujoso complejo rodeado de viñedos ubicado en Le Puy-Sainte-Réparade, una comuna y población francesa en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, muy cerca de Marsella.

“Me casé con el amor de mi vida (…). Anna, has sido mi roca absoluta los últimos 14 años y déjame ser claro, no habría sobrevivido sin tí. Estoy muy orgulloso de la pareja en la que nos hemos convertido: nos ha costado mucho trabajo, y estoy muy contento de haberlo hecho. Te quiero inmensamente y siempre estaré aquí para ti y para nuestra familia”, asegura Armstrong en una publicación donde comparte varias imágenes de un evento que le ha costado al norteamericano un buen ‘pellizco’.

Y es que el Château La Coste, situado en una privilegiada zona entre colinas, posee una bodega que ofrece experiencias gastronómicas, es un museo al aire libre que además acoge exposiciones itinerantes de artistas de prestigio, dispone de varios restaurantes y una villa de cinco estrellas que dispone de spa en el que la noche puede rondar perfectamente los 2.000 euros.

Pero el exciclista, a pesar de todo, ha ganado mucho dinero a lo largo de su carrera y también se ha lucrado contando aquí y allá su historia. Y, evidentemente, el fundador de Livestrong ha invertido parte de sus ganancias en varios proyectos como WEDU, Next Ventures -fondo de capital riesgo- o Lift Vodka. Apuestas empresariales que le permiten seguir ingresando ingentes cantidades de dinero y poder permitirse, entre otras cosas, una exclusiva boda en un lujoso Château francés. Puede que su reputación haya quedado dañada de por vida, pero ha sabido al menos reinventarse lejos del ciclismo.