Salen a la luz las últimas palabras de Matthew Perry en el día que habría cumplido 55 años
El actor habría cumplido 55 años este 19 de agosto, y a través de los documentos judiciales a los que ha accedido ‘TMZ’ se conocen nuevos datos de su muerte.
Matthew Perry fue uno de esos actores que siempre será recordado por su buen hacer en la pequeña pantalla. Con el sobrenombre de Chandler Bing, era quien le daba esa chispa, esa ironía a ‘Friends’, un grupo de amigos que ha conquistado, y sigue conquistando, al mundo, a través de la televisión.
Este 19 de agosto, Perry hubiera cumplido 55 años, pero fue hace casi un año de uno de los días más tristes para el mundo de la interpretación, cuando fue encontrado muerto en el jacuzzi de su casa en Los Ángeles. Un fallecimiento del que primero se pensó que se debió a una parada cardiorrespiratoria, pero que después de realizarse la autopsia, se determinó que fue por una sobredosis de ketamina, a la cual era adicto desde hace varios años.
Desde entonces, la Policía decidió iniciar una investigación para esclarecer todo lo relacionado con este trágico suceso. Una investigación que se ha saldado con cuatro personas detenidas, entre las que se encuentran su asistente personal, dos médicos, y dos traficantes de drogas. Todos ellos, con varios cargos por la muerte del intérprete.
Recibió tres dosis de ketamina el día de su muerte
Ahora, gracias a los documentos judiciales obtenidos por el portal estadounidense ‘TMZ’, se han podido conocer nuevos detalles sobre la investigación, como que el último día de su vida estuvo consumiendo esta sustancia, y que se la habría pedido un total de tres veces a su asistente, Kenneth Iwamasa.
A él le dijo sus últimas palabras, tal y como figura en la declaración del propio Iwamasa, que ha admitido que le dijo que le “disparase una grande”, en referencia a la última dosis de ese día. Después, el asistente volvió a trabajar en casa y Matthew Perry se metió en el jacuzzi donde después fue encontrado boca abajo.
Kenneth Iwamasa no era quien le inyectaba este fármaco, sino que era el doctor Salvador Plasencia, que habitualmente se desplazaba hasta la residencia del actor para ello. Éste fue también detenido por la muerte de Perry, acusado de conspiración para distribuir la ketamina, posesión con intención de distribuir metanfetamina, y alteración y falsificación de recetas médicas.
Plasencia, además, llegó a referirse al actor como un “imbécil” en diferentes charlas con algunos de los detenidos y refiriéndose al dinero que podrían sacar al actor por la droga que le inyectaban y a la que él era adicto.
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