Kit Harington y sus problemas con el alcohol y su depresión tras ‘Juego de tronos’: “Me odiaba”

‘Juego de tronos’ ha significado para mucha gente más que lo que es, una serie de televisión basada en las novelas de George R. R. Martin. Su elenco de actores rápidamente se convirtieron en estrellas. Todo el mundo les reconocía por las calles, en el supermercado, y en cualquier parte del mundo. La fama llamaba constantemente a la puerta de su casa, que lejos de esperar a una persona en carne y hueso, clamaba por ver a su personaje favorito.

Esto acabó afectando a muchos de los intérpretes de la serie de HBO, como Kit Harington, que en una nueva entrevista concedida a ‘GQ Hype’ ha hablado de todo aquello que rodeó a su papel como Jon Nieve, lo cual no era precisamente bueno. Alcohol, depresión y tentativas suicidas. Eso pobló la vida del actor británico después de alcanzar la fama de la mano de ‘Juego de tronos’.

Una etapa de la vida del actor. “Antes de dejar de beber, me miraba al espejo y me llamaba ‘cabrón’. Me odiaba. Me despreciaba literalmente y no me sentía orgulloso de nada de lo que había hecho. No era capaz de sentir orgullo”, ha comenzado explicando en su entrevista al citado medio.

Un centro de rehabilitación: su salida de los infiernos

Ello le hizo caer después en graves problemas de salud mental, pasando por profundas depresiones, y llegando a tener pensamientos suicidas. Una tesitura delicada de la que consiguió salir al ingresar en un centro de rehabilitación en Connecticut en el año 2019, apenas unas semanas antes del final de la trama de HBO.

En el centro, Kit Harington recibió un tratamiento psicológico y siguió una terapia cognitiva conductual. Además, aprendió a hacer meditación.

Ahora, el actor se siente orgulloso de sí mismo: “El hecho de estar orgulloso por haber dejado de beber es en sí mismo una señal de que soy una persona totalmente diferente. Y ahora, cada set que piso, cualquier trabajo que hago, me enorgullece, porque sé que me dejo la piel en ello. Y antes tenía ese enorme mono en mi espalda, sentía que me pesaba. Así que sí, lo de sentirme orgulloso de mí mismo es algo relativamente nuevo para mí”.

La sobriedad es un trabajo de constancia, y eso lo sabe el afamado actor, que piensa que hablando se puede llegar a proteger: “Puede que tenga una recaída masiva, desordenada y caótica, y espero que eso no suceda, pero creo que me protejo al hablar de ello”.

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