El aviso de Arguiñano sobre una de las costumbres más peligrosas en la cocina: “Es una marranada”
El cocinero aprovechó la presentación de su último libro, ‘545 recetas para triunfar’, para criticar uno de los hábitos más extendidos entre la población.
Karlos Arguiñano es uno de los chefs más queridos y respetados de todo el panorama nacional. A sus 76 años, y tras casi cuatro décadas dedicadas a la televisión, el cocinero vasco se encuentra en uno de sus mejores momentos a nivel profesional, y es que sus libros de cocina siguen teniendo mucho éxito entre los ciudadanos, ya que cuentan con unos grandes números de venta.
El trabajo de Arguiñano siempre se ha caracterizado por la elaboración de recetas en casa. Este formato sigue vigente en su programa ‘Cocina Abierta’, el cual se emite diariamente en Antena 3. En dicho espacio, el chef no solo cocina, sino que también entretiene y en muchas ocasiones, aconseja a los espectadores sobre cómo actuar en la cocina o cuales son los mejores ingredientes y utensilios.
El chef acaba de publicar su último libro, ‘545 recetas para triunfar’, en el que se sumerge en el mundo de la cocina saludable. En la presentación, Arguiñano se mostró muy agradecido con el éxito que sigue teniendo su trabajo, y aprovechó para lanzar un aviso contra ciertas costumbres que muchos amantes de la cocina tienen, y que dejan mucho que desear, como tirar el aceite usado por el fregadero.
“El 90% de la gente tira el aceite usado por el fregadero. Va a haber algunos que continúen haciendo esto y que les va a dar igual, pero es una auténtica marranada”, ha criticado el chef vasco. En su lugar, Arguiñano recomienda tener un vaso de vidrio a mano donde guardar el aceite usado y reciclarlo. “Enviamos nuestro colesterol a todas las cañerías de nuestra casa”, sentenció el cocinero.
El aceite es un producto muy contaminante
Además, el aceite cuenta con un gran poder contaminante. Solo un litro de este producto puede contaminar hasta 1.000 litros de agua. Esto no solo provoca obstrucciones y malos olores en el interior de la cañerías, sino que también dificulta el proceso de purificación del agua, lo que puede llegar a generar una contaminación y malgasto de agua todavía mayor.
Karlos Arguiñano culpa de esto a la mala nutrición de la sociedad. Y es el chef asegura que, el estrés y la falta de tiempo para cocinar, especialmente en las grandes ciudades, dificulta mucho el prestar atención a este tipo de detalles. El propio Arguiñano reconoce que él tiene problemas en ciudades como Madrid, donde “nadie mira a nadie”.
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