JUSTICIA

Quincy Promes, a prisión por tráfico de drogas

El futbolista del Spartak de Moscú ha sido condenado en rebeldía a seis años de cárcel por su implicación en una operación de 1.350 kilos de cocaína.

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(FILES) Spartak Moscow's Dutch forward Quincy Promes celebrates after scoring an equalizer during the UEFA Europa League Group C football match between Napoli and Spartak Moscow on September 30, 2021 at the Diego-Maradona stadium in Naples. A Dutch court on February 6, 2024, ordered former Ajax and Netherlands international winger Quincy Promes to pay compensation to his cousin after stabbing him in the leg in 2020. (Photo by Alberto PIZZOLI / AFP)

Un tribunal neerlandés condenó este miércoles en rebeldía a Quincy Promes, futbolista del Spartak de Moscú y exjugador del Sevilla, a seis años de prisión por su implicación en el tráfico de más de 1.350 kilos de cocaína en dos cargamentos que viajaron desde Brasil hacia el puerto belga de Amberes en enero de 2020.

La fiscalía neerlandesa había solicitado nueve años de prisión para el exjugador del Ajax, que tiene 32 años, y se encuentra en estos momentos en Rusia, donde juega para el Spartak de Moscú desde 2021.

El acusado no participó en el proceso judicial porque, según sus abogados, prioriza sus “obligaciones laborales” sobre la investigación criminal. Así, debido a su falta de cooperación con la justicia, la policía nunca ha podido interrogarlo sobre los hechos que se le imputan y el tribunal lo condenó hoy en rebeldía y con base en pruebas recopiladas por los investigadores, aunque su equipo de defensa siempre ha negado su implicación en el narcotráfico.

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La fiscalía acusa a Promes y a otro sospechoso, que también recibió hoy seis años de prisión, de “importar, exportar, transportar y poseer 1.362,9 kilos de cocaína oculta en un cargamento de sal marina procedente de Brasil” y “haber repartido la droga en dos contenedores para moverla en barco por Escalda Occidental (provincia neerlandesa de Zelanda) hasta el puerto de Amberes”.

En un eslabón alto de la organización

El Equipo de Inteligencia Criminal (TCI) de la policía neerlandesa recibió información que indicaba que Promes estaba involucrado en el tráfico de cocaína, poseía teléfonos criptográficos y habría invertido 200.000 en el negocio ilegal, por lo que decidió iniciar una investigación criminal al futbolista, nacido en Ámsterdam.

Se colocó un equipo de escucha en el coche del sospechoso y se le vigiló. La veracidad de la información de TCI fue confirmada, en parte, por los teléfonos incautados a otras personas en los que se encontraron conversaciones en las que participaban los sospechosos. Muchos mensajes de chat dejaron claro que ambos estaban involucrados en la entrada, retirada, transporte y venta de estos dos envíos”, señaló la fiscalía.

Además, consideró que Promes, al “tener dinero para invertir” en este negocio ilegal, “está en un escalón alto en la escala organizacional” del grupo de narcotraficantes.

La droga fue retirada de uno de los contenedores a finales de enero de 2020, mientras que el segundo contenedor pudo ser interceptado a tiempo por la policía belga.

Los otros líos de Promes

El exdelantero del Sevilla fue también condenado a 18 meses de prisión por el apuñalamiento de su primo, que tuvo lugar en julio de 2020. El exinternacional holandés había sido arrestado en diciembre de 2020 por el incidente con su familiar por el que ahora ha sido condenado.

De acuerdo con la información de ESPN, el tribunal de los Países Bajos que llevó el caso concluyó que los hechos por los que se enjuiciaba al delantero se encuentran probados, pero el juzgado consideró que no había tenido lugar intento de asesinato ni homicidio involuntario.

El jugador, que deberá pagar 7.000 euros para compensar a la víctima, no acudió al juicio para dar su versión de los hechos ni expresó ningún tipo de remordimiento, algo que el tribunal le afeó. De hecho, su condena habría sido de seis meses menos si lo hubiera hecho.

El apuñalamiento de su primo en una pierna sucedió durante una fiesta familiar en Abcoude tras una discusión por un collar robado.

Además, el año pasado fue cazado mientras intentaba sobornar a unos policías rusos en una comisaría de la ciudad, dado que dos de sus amigos fueron detenidos por conducir bajo los efectos del alcohol y de las drogas. Aun así, el futbolista no pudo hacer nada para salvar el pellejo a sus amigos, dado que pasaron la noche en el calabozo por el delito contra la seguridad vial que habían cometido durante la madrugada, tal y como estaba previsto. Una noticia que no ha pillado por sorpresa a nadie debido al historial delictivo de Quincy Promes, que ha dejado en un segundo plano todo aquello que protagonice en los terrenos de juego.

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