FAMOSOS

Cristina Pedroche: “No quiero descuidar la profesional ni la mujer, la amiga, la pareja y la hija que soy”

“Yo soy la cuidadora de mi hija, pero no es de mi propiedad. Los hijos no nos pertenecen”, explica la presentadora en una entrevista.

Actualizado a
Imagen de Cristina Pedroche.

Una madre presente, estar con la niña para todo lo que necesite. Pero la maternidad también te enseña que la perfección no existe. Voy a intentar ser ese tipo de madre y que el tiempo que comparta con ella sea de calidad. Ahora, por ejemplo, cuando estoy a su lado, suelto el móvil. Mis prioridades han cambiado”. Con estas palabras, Cristina Pedroche cuenta a la revista Elle cómo es el tipo de madre que quiere ser con su pequeña Laia, nacida de su relación con el premiado chef Dabid Muñoz.

Pero sabe que este vínculo irá cambiando con el tiempo. “Ahora mi hija me requiere, porque es muy pequeña. Necesita mi teta, mi cariño, mis cuidados. Aunque va a crecer y un día tendrá su vida. Yo soy la cuidadora de mi hija, pero no es de mi propiedad. Los hijos no nos pertenecen. Por eso no quiero descuidar la profesional que soy ni la mujer, la amiga, la pareja, la hija que soy”, explica.

Más noticias

Y relata que la mayor enseñanza de este último año es que lo urgente no es lo importante. “He aprendido a valorar las cosas y a encontrar la solución adecuada para cada una. Y también, que con la maternidad da exactamente igual lo que yo planifique, la que manda es mi hija. Siempre he tendido a ser un poco controladora y esto, cuando era más joven, me venía muy bien, porque, cuando controlas todo, vas con seguridad: a un examen, a una prueba… Sabes que, te pregunten lo que te pregunten, lo harás bien. Pero con la maternidad eso es imposible”.

El papel de la mujer

Desde su posición de rostro conocido y con mucha repercusión en todo lo que dice o hace o publica en redes, defiende también el importante papel de la mujer en la sociedad y lo mucho que se les exige. “A las mujeres nos sigue pesando esa autoexigencia”.

“Creo que, en general, todas intentamos ser superperfectas. Los hombres seguramente también, aunque no puedo hablar por ellos. Nosotras, además de esa responsabilidad, parece que tenemos que estar siempre guapas, divinas, hacerlo todo bien. Por eso ahora me repito muchas veces que puedo con todo, pero no con todo a la vez”, añade.

Pero no se culpa por ello. “Ahora se me juntan muchas cosas. Estoy feliz, porque veo a mi hija y es que la amo. Aunque no consigo conciliarlo todo, porque yo quiero continuar siendo la profesional y la mujer que soy. Quiero seguir teniendo mis ratos para leer, para ir al cine, para seguir formándome como persona…, pero cuando lo estoy haciendo, me siento mal por no estar a su lado. Me siento mala madre por estar aquí sin ella, como si esto fuera superficial, como que lo verdaderamente importante es estar con mi hija. Y eso es cierto, sin embargo, no puedo obviar a la mujer que soy”.

“Hemos avanzado muchísimo, aunque el paternalismo continúa existiendo y es evidente que nosotras tenemos que trabajar el doble para que nos hagan caso. He ido a reuniones en las que me digo: ‘No se me está teniendo en cuenta’. Pero soy muy insistente, y si necesito meter codo para hablar, lo meto. También a veces piensas: ‘¡Qué pereza!’. Cuando de verdad decidamos empoderarnos, es que no va a haber quién nos detenga. A mí me da rabia cuando la gente me dice: ‘Jo, pobrecita, cómo te critican…’. Pero siempre respondo lo mismo: ‘No las juzgues, que bastante tienen ya’. Creo que, en el fondo, esas mujeres que me critican seguramente hayan sido juzgadas, o tal vez no tienen los privilegios que yo haya podido disfrutar, o mis trabajos, mis logros o lo que sea. Habría que rascar en cada historia personal de cada mujer que critica”.

Las críticas

Así, Cristina Pedroche reconoce que las críticas no le hacen mucho daño. “Si pudiera hablar con cada una de esas personas que me juzgan y analizar cada caso, seguramente cambiarían de opinión. ¡Es que a lo mejor solo necesitan un abrazo! Me da rabia que se ponga el foco en que son las mujeres las que me reprueban. Porque son ellas las que viven en una sociedad patriarcal en la que nos dicen que tenemos que estar calladitas, y no ponernos no sé qué tipo de prendas o que debemos comportarnos de tal manera para que nos tomen en serio. Lo difícil no es aprender feminismo, sino desaprender el machismo”.

Y no creo que esté empoderada todavía. “Estoy trabajando en ello. Aunque sí hay momentos puntuales en los que me siento una mujer totalmente empoderada a quien que no la para ni Dios. Como cuando di a luz: me vi poderosa, animal, salvaje”.

Me molesta cuando me hablan con paternalismo o piensan que soy una carita mona de la tele y nada más. Da igual las carreras que tengas, a mí particularmente me gusta estudiar… Pero que no vean que, sin ningún tipo de padrino ni madrina, he llegado hasta donde estoy solo por mi trabajo y esfuerzo y viniendo de un barrio como Vallecas…, me parece la hostia que se me cuestione. O que piensen que simplemente he tenido suerte. La suerte puede acompañarte un día, aunque llevo sin parar en mi profesión desde hace años. ¿Y que me gustaría trabajar más? Sí. ¿Que me gustaría tener más programas propios? Claro. ¿Que quisiera ser mejor mujer cada mañana? También. Y así voy, intentándolo cada día”.

Normas