Hollywood

Courteney Cox afirma que se arrepiente de sus retoques estéticos

La actriz de ‘Friends’ se lamenta de su intento por perseguir la eterna juventud. “No me di cuenta de que se me veía rara con las inyecciones”, cuenta.

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Courteney Cox afirma que se arrepiente de sus retoques estéticos

Courteney Cox, la actriz que dio vida a la siempre recordada Mónica en ‘Friends’, ha concedido una entrevista a la revista ‘Sunday Times Style’ donde habla con total sinceridad sobre sus múltiples retoques estéticos. La estadounidense de 57 años se lamenta de su intento por perseguir la eterna juventud y lo achaca a la fuerte presión a la que están sometidas muchas artistas en Hollywood.

La actriz protagonista de éxitos como ‘Cougar Town’ cuenta que tardó varios años en darse cuenta de lo “rara” que se veía con tanto retoque estético que modificaba su rostro. “Hay un momento en el que te das cuenta de que estás cambiando y que pareces más vieja. Yo intenté perseguir la juventud durante años. Y no me di cuenta de que, en realidad, me veo muy rara con inyecciones y cambiando cosas de mi cara que ahora nunca cambiaría”, se sincera.

“Un día alguien te dice: ‘estás bien, pero no te vendría mal una inyección de relleno por aquí y por allá’. La primera vez sales contenta porque apenas se nota, pero luego repites y repites hasta que te ves en una foto y dices: ‘esto es terrible’”, dice. De este modo, Courteney Cox relata que se lamenta de haber desfigurado su rostro para convertirse en alguien que no es. “Comencé con inyecciones de bótox y después otros tratamientos hasta que me di cuenta de que me estaba volviendo loca y decidí parar”, cuenta. “Hay que envejecer con naturalidad”, añade.

Fan de la cosmética natural

A partir de ese momento, la actriz quiso poner remedio a esa “locura” que le había supuesto tanto procedimiento estético. Hace cuatro años, Courteney Cox decidió deshacerse de todos sus rellenos faciales para apostar por la cosmética natural. “Soy una prostituta de productos. Pruebo cualquier cosa. No hay nada malo en tener casi 60 años. ¡El tiempo va tan rápido!”, concluye.