Boateng no irá a la cárcel
El futbolista del Olympique de Lyon evitará la cárcel, pero deberá hacer frente a una millonaria multa tras la denuncia por violencia de género de su ex.
Jérôme Boateng se ha presentado este jueves ante el tribunal de Múnich para hacer frente a la denuncia por violencia de género interpuesta por su ex y madre de sus dos hijas, Sherin Senler. La joven acusaba al futbolista de “haberla lastimado durante una violenta discusión hace tres años mientras estaba de vacaciones” aportando una serie de pruebas donde se incluye un parte de lesiones físicas que le habría provocado el alemán.
El jugador se personó en las dependencias judiciales poco después de las diez de la mañana con un traje azul, una camisa blanca y una mascarilla que ocultaba su rostro. Rápidamente accedió a la sala de negociaciones acompañado por cuatro guardaespaldas donde expuso su versión de los hechos. Según la acusación, Boateng golpeó “con toda su fuerza” a Sherin Senler arrojándole un farol de cristal y una bolsa de hielo durante unas vacaciones en las Islas Turcas y Caicos en el Caribe.
Una multa millonaria
A pesar de que el futbolista siempre se ha defendido de las acusaciones calificando el tema como “un asunto privado basado en acusaciones no probadas de terceros”, el juez finalmente ha dictado sentencia contra Boateng condenándolo a una multa total de 1,8 millones de euros “por peligrosas lesiones corporales intencionales e insultos”. De esta manera, se cumplen las informaciones adelantadas por varios medios de Alemania donde se decía que el exjugador del Bayern evitaría la entrada en prisión haciendo frente a una millonaria indemnización.
Boateng abordará la multa en sesenta tarifas de 30.000 euros cada una. Se trata de la tarifa diaria más alta posible con la que el futbolista se libra de la petición hecha por la fiscalía donde se solicitaba un año y seis meses de libertad condicional por lesiones corporales e insultos contra su expareja.