Brooke Shields posa en bañador cinco meses después de su grave accidente

Los últimos meses han sido realmente difíciles para Brooke Shields. La actriz, de 56 años, sufrió a principios de año un grave accidente cuando cayó desde una tabla en un gimnasio de Nueva York mientras hacía equilibrio. Tras el golpe no sentía los dedos de los pies y rápidamente pensó que no iba a poder volver a caminar. De hecho, ha necesitado hasta tres cirugías y muchísima rehabilitación para conseguir que la fractura de fémur que padeció le permitiera andar de nuevo.

Y es que tras introducirle dos varillas de metal en la primera intervención, tuvo que pasar por quirófano de nuevo para acomodar la parte superior del fémur después de que se saliera de su lugar. Y por si esto no fuera poco, tuvo que ser ingresada poco después de urgencia para ser intervenida por una infección de estafilococo que requirió tres transfusiones de sangre. "Si me costó romper el hueso más grande de mi cuerpo, entonces la recuperación es algo que quiero compartir", compartió tiempo atrás.

Así ha sido. La actriz no ha parado de mostrar la cruda realidad que ha vivido en los últimos meses yendo a terapia y a rehabilitación, pero afortunadamente hoy puede disfrutar de la vida acompañada de su marido Chris Henchy y de sus dos hijas. "Hay tantas cosas que podrían haber pasado y sin embargo sigo aquí... Me siento tan afortunada de estar viva", expresó. "Creo que todo lo que me pasó terminó siendo una bendición porque me doy cuenta de lo luchadora que soy".

Ahora, Brooke Shields ha realizado un posado espectacular acompañada de sus dos hijas, en la playa, en bañador, y luciendo ante la cámara el estado de su pierna tras el drama que ha vivido. La exmujer de André Agassi, alejada desde hace tres años de la televisión, está totalmente centrada en recuperarse por completo de su grave lesión y de disfrutar de su familia desde una nueva perspectiva.