HOLLYWOOD

Rosamund Pike ataca los cánones de belleza: "Me pusieron un pecho que no tengo"

La actriz ha denunciado en una entrevista el problema de la manipulación corporal en las imágenes, poniendo varios ejemplos personales.

La fijación de la sociedad occidental por la imagen exterior y los cuerpos convencionalmente considerados como ideales es de sobras conocida, y no encuentra un eco mayor que en la Meca del Cine, Hollywood. La industria norteamericana ha proyectado siempre unos estándares de belleza tan exigentes como inamovibles, y aunque desde hace años esta tendencia está empezando a cambiar, todavía queda mucho por hacer.

Las redes sociales han ayudado mucho a que las estrellas de la gran pantalla muestren una imagen más natural y cercana de sí mismas, fuera de la permanente aura de glamour al que están inevitablemente asociadas. Y cada vez más, muchas actrices alzan la voz en rebeldía contra los viejos cánones de perfección.

Rosamund Pike, intérprete británica conocida sobre todo por su escalofriante papel como la psicópata Amy Dunne en la película 'Gone Girl', ha sido la última en sumarse a la causa. En una entrevista reciente con el programa The Kelly Clarkson Show, la artista ha advertido sobre los peligros de la manipulación de las imágenes, una práctica común tanto en el cine como en los medios o la publicidad.

Pike ha ilustrado su denuncia con ejemplos de su propia carrera. La actriz ha confesado, por ejemplo, que para el cartel promocional del film 'Johnny English Reborn', estrenado en 2011, sus pechos fueron modificados para que lucieran más grandes. "En el póster me pusieron un pecho impresionante. Que no tengo en realidad", reconoció. Su sorpresa al ver la imagen fue tal que, como ha recordado, no dudó en pelear porque la cambiaran, algo que finalmente consiguió.

No fue esa la única vez, sin embargo, que sufrió el efecto del Photoshop. En uno de sus trabajos de los últimos años, 'Radioactive' (cinta del 2019 en la que encarna a la célebre científica polaca Marie Curie), Pike ha contado que le cambiaron el color de los ojos en el póster promocional (ella los tiene azules, pero en el cartel aparecen marrones).

"Todavía no sé la razón", ha manifestado, "y esos son los casos evidentes, ¿verdad? Te das cuenta de que 'oh, tengo los ojos marrones' o 'me han puesto unos pechos enormes'". Pero la intérprete no piensa que la cosa acabe ahí: "Probablemente nuestra imagen es adulterada incontables veces y ni si quiera nos damos cuenta. Porque creo que todos estamos perdiendo la adherencia a qué aspecto tenemos de verdad".

Sigue a Tikitakas

Lo más visto

Más noticias