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Alonso Caparrós y las fiestas de futbolistas: "Es inconfesable lo que he hecho en ellas"

El colaborador de 'Sálvame' ha confesado estar arrepentido de muchas de las cosas que hizo en el pasado descubriendo algunos aspectos desconocidos hasta ahora.

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Alonso Caparrós y las fiestas de futbolistas: "Es inconfesable lo que he hecho en ellas"

Alonso Caparrós ha abierto su corazón este lunes en 'Sálvame' pidiendo disculpas por su comportamiento en el pasado y descubriendo algunos aspectos de su vida poco conocidos hasta ahora. Por ejemplo, el popular presentador y ahora colaborador del programa ha reconocido que ha acudido a muchas de las famosas fiestas de futbolistas, las mismas que fueron descritas hace tan solo unos días por Amor Romeira.

"Yo he estado en ese tipo de fiestas de futbolistas. He estado y he estado como demonio. Es inconfesable lo que he hecho en esas fiestas, no se lo he dicho a nadie. Nunca he ido más allá de lo legal pero ese no es el peor de los infiernos. Me arrepiento de lo que he podido hacer sentir a todas las personas, en este caso mujeres, en aquellos tiempos horribles durante mi adicción. Lo siento", expresó incapaz de contener las lágrimas.

"Aquí pasamos por sitios que son tremendos. Hablamos de los chicos y chicas de compañía, de si van o si dejan de ir, como si tuvieran la oportunidad de elegir. Hay mucha gente que no tiene esa capacidad", argumentó.

Caparrós ha reconocido que algunas de esas celebraciones tuvieron lugar en su casa y sabía que podían acudir personas que cobraban por la compañía, aunque defiende que él nunca contrató a nadie. En su testimonio ha insinuado que se pagaba por servicios íntimos de mujeres y hombres jóvenes, y en una ocasión incluso le ofrecieron dinero por ello a él. Según él, una persona de alto nivel educativo le escribió por privado en Instagram para invitarle a una fiesta en Londres, con todos los gastos pagados y 15.000 euros por asistir. La condición: ir vestido con calzoncillos. No aceptó, tal y como desveló, por estar ya casado en ese momento y porque moralmente no le parecía bien.

Pero ahora quiere redención, a pesar de que no está seguro de poder perdonarse a sí mismo. "Una de las cosas que más me cuesta purgar es lo que yo he podido hacer sentir a todas esas personas, en este caso mujeres, a lo que yo en esos tiempos horribles en los que mi adicción me ganaba les pude hacer sufrir (...). Ahora tengo una hija de 22 años, estoy en otra posición y no me lo puedo perdonar", expresó. "Gente con madre, con hijos, que me contaba cosas que no sé si me voy a poder perdonar. Tengo dudas de poder perdonarme algún día. Son el infierno y yo he estado como demonio", añadió antes de destacar los peligros de la noche. "Que nadie se engañe ni nadie lo naturalice: esconde abismos el mundo de la noche", zanjó.