Bob Dylan no recogerá su Premio Nobel de Literatura

"¿Si aceptaré el premio? Por supuesto". De esta forma tan clara y rotunda respondió el pasado 30 de octubre Bob Dylan a la pregunta de si aceptaba el Premio Nobel de Literatura que le había sido otorgado por la Academia de Suecia.

Fue la respuesta más esperada tras días de incertudumbre desde que el 17 de octubre se anunciase que el músico y compositor era el ganador del premio más prestigioso de las letras mundiales. Pero ahora parece haber cambiado de idea.

Este mismo miércoles, el excéntrico Bob Dylan ha rizado el rizo en su trayectoria de "locuras" anunciando mediante una carta personal a la Academia de Suecia que no va a acudir a la ceremonia de entrega porque tiene "otros compromisos".

Bob Dylan lo "aceptó"

Los más puros amantes del lenguaje pueden decir que, en realidad, el músico dijo que él "aceptaba" el premio, no que fuese a recogerlo. Y lo cierto es que sus palabras fueron esas, aunque parecía implícito que iría a la ceremonia.

En una entrevista con el diario The Telegraph concedida tras el anuncio del premio, Bob Dylan se mostró verdaderamente agradecido explicando que al conocer la noticia se quedó "sin palabras".

Lo interesante de esa charla fue que ya entonces aseguró que iría a recoger el premio, si podía. Un condicional que parece no haberse cumplido, y por el cual la ceremonia de entrega del galardón no contará con el mítico creador de "Knockin On Heavens Door" y otros tantos temas.

La Academia le respeta

En una nota oficial, la Academia de Suecia ha explicado que Dylan verdaderamente se sentía "honrado" por recibir este prestigioso premio, y que "deseaba" acudir a la ceremonia. Pero los compromisos que ya tenía no le permitirán asistir.

Mostrando su lado más comprensivo, la Academia sueca ha comunicado oficialmente que "respeta la decisión" del músico, aunque apostillando que "es poco corriente" la situación que está protagonizando.

No es el primero

Aunque pueda parecer increíble, Bob Dylan no es el primer ganador de un Premio Nobel que no acude a recibirlo, el más prestigioso del mundo en este ámbito de las letras. Aunque los demás sí tenían razones de mayor peso.

Por ejemplo Doris Lessing no hizo acto de presencia por motivos de edad, Harold Pinter se la perdió por estar hospitalizado, y Elfriede Jelinek fue incapaz por padecer fobia a los actos públicos. Ninguno tenía "otros compromisos".