Inicialmente, Hitler no estaba interesado en los Juegos de Verano. Consideraba el evento deportivo más universal como una incómoda herencia del anterior gobierno, cuyos postulados democráticos se alejaban de su agenda nacionalista. Berlín había sido elegida como ciudad anfitriona en 1931, en plena República de Weimar, antes del ascenso al poder del nacionalsocialismo, y lo había hecho superando a Barcelona, que partía como favorita. La designación de la capital alemana había sido un gesto muy arriesgado del Comité Olímpico Internacional, ya que el país se encontraba en plena crisis económica, con un alto índice de paro y la sombra del nazismo sobrevolando la sede del Parlamento. Se entendió entonces que la designación olímpica sería un gesto de cordialidad entre naciones donde Alemania recobraría el estatus político y económico perdido tras la Gran Guerra.
El 1 de agosto de 1936 comenzaron
los XI Juegos Olímpicos de la historia.
Las olimpiadas organizadas
por Joseph Goebbels, ministro
de propaganda del Tercer Reich, tenían
como principal objetivo ensalzar
la figura de Hitler y su programa
político e ideológico.
El 1 de agosto de 1936 comenzaron
los XI Juegos Olímpicos de la historia.
Las olimpiadas organizadas
por Joseph Goebbels, ministro
de propaganda del Tercer Reich, tenían
como principal objetivo ensalzar
la figura de Hitler y su programa
político e ideológico.
El Führer comprendió la repercusión mediática que podían alcanzar los Juegos y Goebbels, su ministro de propaganda, puso en marcha una enorme maquinaria de reclamo ideológico. El régimen cubrió los gastos económicos totales del evento con la pretensión de hacer de Berlín la capital del mundo durante dos semanas.
El novedoso recorrido de la antorcha
desde la antigua ciudad de Olimpia
Berlín
(Alemania)
Praga
(Checoslovaquia)
Budapest
(Hungría)
Viena
(Austria)
Belgrado
(Yugoslavia)
Sofía
(Bulgaria)
Cada Comité
Olímpico de los países
atravesados eligió
a los portadores
de la antorcha
La llama llegó
a su destino tras
un relevo de 347
personas
y 3.075 km
Atenas
(Grecia)
Olimpia
(Grecia)
El COI aprobó la idea de transportar
por primera vez una llama desde Grecia
hasta la ciudad anfitriona. El concepto original fue de Carl Diem,
Secretario General del Comité Organizador. El relevo llegó a Berlín
el 1 de agosto de 1936. La llama sirvió para encender
un pebetero en el centro de la ciudad que se mantuvo
prendido durante todos los Juegos.
El recorrido de la antorcha
desde la antigua ciudad de Olimpia
Berlín
(Alemania)
La antorcha llegó a su
destino tras un relevo
de 347 portadores
Praga
(Checoslovaquia)
Budapest
(Hungría)
Viena
(Austria)
Sofía
(Bulgaria)
Belgrado
(Yugoslavia)
Atenas
(Grecia)
Olimpia
(Grecia)
El COI aprobó
la idea de transportar
por primera vez una llama desde
Grecia hasta la ciudad anfitriona.
El concepto original fue de Carl Diem,
Secretario General del Comité
Organizador. El relevo
llegó a Berlín el 1 de agosto
de 1936. La llama
sirvió para encender
un pebetero en el centro
de la ciudad que se mantuvo
prendido durante
todos los Juegos.
Al mismo tiempo que las autoridades nazis promovían la imagen de una Alemania nueva, fuerte y unida, en la trastienda de los Juegos se estaban produciendo ataques contra los judíos y los romaníes (gitanos), y se estaba elevando el creciente militarismo del país.
Limpieza
étnica en vísperas
de los Juegos
El 6 de junio de 1936 el gobierno
alemán emitió un decreto para
“Combatir la Plaga de los Gitanos”.
El documento elaborado por el ministro
del Interior del Reich, Wilhelm Frick,
pedía endurecer los controles
y la supervisión policial de la población
gitana en la zona metropolitana
de Berlín.
Campo
de concentración
Marzahn
Estadio
Olímpico
Berlín
Poco antes del inicio
de los Juegos la policía arrestó
a más de 600 romaníes y sintis,
incluidos hombres, mujeres y niños,
y los desplazaron al campo
de concentración de Marzahn,
a 11 km del centro
de la ciudad.
Policía alemana
encargada de vigilar
el campo de concentración
de Marzahn
Limpieza
étnica en vísperas
de los Juegos
El 6 de junio de 1936 el gobierno
alemán emitió un decreto para
“Combatir la Plaga de los Gitanos”.
El documento elaborado por el ministro
del Interior del Reich, Wilhelm Frick,
pedía endurecer los controles
y la supervisión policial de la población
gitana en la zona metropolitana
de Berlín.
Campo
de concentración
Marzahn
Estadio
Olímpico
Berlín
Poco antes del inicio
de los Juegos la policía arrestó
a más de 600 romaníes y sintis,
incluidos hombres, mujeres y niños,
y los desplazaron al campo
de concentración de Marzahn,
a 11 km del centro
de la ciudad.
En abril de 1933, se instituyó una política de “solo arios” en todas las organizaciones deportivas alemanas. Los atletas “no arios”, judíos o medio judíos y romaníes (gitanos) eran sistemáticamente excluidos de las instalaciones y asociaciones deportivas alemanas.
La exclusión
judía en la Alemania
preolímpica
Marzo de 1933
La ciudad de Colonia
prohíbe a los judíos
la utilización
de instalaciones
deportivas.
4 de abril de 1933
La Federación Alemana
de Boxeo excluye
a los boxeadores judíos
y ordena la rescisión de
sus contratos.
25 de abril de 1933
La Oficina de Deportes
implementa una política
"sólo para arios" en todas
las organizaciones
deportivas.
24 de mayo de 1933
La Asociación Alemana
de Gimnasia decreta que
la ascendencia "aria"
será obligatoria para ser
miembro.
2 de junio de 1933
El Ministerio de Ciencia
de Prusia ordena
la expulsión de todos
los jóvenes judíos
de las asociaciones
y organizaciones
de educación física
de pueblos, ciudades,
condados y grupos
de distritos.
9 de julio de 1933
La Asociación de
Ajedrecistas Alemanes
prescinde de todos
los judíos inscritos.
22 de agosto de 1933
Se niega el acceso
de judíos a piscinas
públicas en varios
distritos de Berlín.
Octubre de 1933
Las personas "no arias",
tanto profesionales
como no, son apartadas
de sus funciones
como jinetes.
La exclusión
judía en la Alemania
preolímpica
Marzo de 1933
La ciudad de Colonia
prohíbe a los judíos
la utilización
de instalaciones
deportivas.
4 de abril de 1933
La Federación Alemana
de Boxeo excluye
a los boxeadores judíos
y ordena la rescisión
de sus contratos.
25 de abril de 1933
La Oficina de Deportes
implementa una política
"sólo para arios" en
todas las organizaciones
deportivas.
24 de mayo de 1933
La Asociación Alemana
de Gimnasia decreta que
la ascendencia "aria"
será obligatoria para ser
miembro.
2 de junio de 1933
El Ministerio de Ciencia
de Prusia ordena
la expulsión de todos
los jóvenes judíos
de las asociaciones
y organizaciones
de educación física
de pueblos, ciudades,
condados y grupos
de distritos.
9 de julio de 1933
La Asociación de
Ajedrecistas Alemanes
prescinde de todos
los judíos inscritos.
22 de agosto de 1933
Se prohíbe
el acceso de judíos
a piscinas públicas
en varios distritos
de Berlín.
Octubre de 1933
Las personas "no arias",
tanto profesionales
como no, son apartadas
de sus funciones
como jinetes.
Con la presión de la opinión pública en Estados Unidos creciendo constantemente, en 1934 el Comité Olímpico Estadounidense envió a su presidente a Berlín. La misión de Avery Brundage era examinar e informar sobre la situación de los atletas judíos de Alemania. Hitler veía peligrar la celebración del evento.
El boicot
de Estados Unidos
a los Juegos
Juez
J. Mahoney
En respuesta a los informes sobre
la persecución de los atletas judíos en 1933,
autoridades como el juez Jeremiah Mahoney, presidente
de la Unión Atlética Amateur, y diversos medios de comunicación
norteamericanos iniciaron un movimiento en contra de la celebración
de los Juegos nazis, al entenderse que se estaban vulnerando las reglas
olímpicas que prohíben la discriminación por motivos
de raza o religión.
El campeón del peso
medio Eric Seelig
fue uno de los atletas
apartados de los Juegos.
En 1933 había sido
despojado de sus títulos
por su condición de judío
Países en los que
surgieron movimientos
contra la celebración de los Juegos
EE UU
Gran Bretaña
Francia
Suecia
Checoslovaquia
Países Bajos
Los partidarios del bloqueo
propusieron unos Juegos alternativos
a los alemanes, con Barcelona como ciudad
anfitriona, pero el estallido de la Guerra Civil Española
en julio de 1936 anuló esa posibilidad.
El boicot de
Estados Unidos
a los Juegos
Juez
J. Mahoney
En respuesta a los informes sobre
la persecución de los atletas judíos
en 1933, autoridades como
el juez Jeremiah Mahoney, presidente
de la Unión Atlética Amateur,
y diversos medios de comunicación
norteamericanos
iniciaron un movimiento
en contra de la celebración
de los Juegos nazis, al entenderse
que se estaban vulnerando las reglas
olímpicas que prohíben
la discriminación por motivos
de raza o religión.
El campeón del peso
medio Eric Seelig
fue uno de los atletas
apartados de los Juegos.
En 1933 había sido
despojado de sus títulos
por su condición de judío
Países en los que
surgieron movimientos
para boicotear los Juegos
EE UU
Gran Bretaña
Francia
Suecia
Checoslovaquia
Países Bajos
Los partidarios del bloqueo
propusieron unos Juegos
alternativos a los alemanes,
con Barcelona como ciudad
anfitriona, pero el estallido
de la Guerra Civil Española
en julio de 1936 anuló
esa posibilidad.
Una de las afectadas por la persecución judía había sido Helene Mayer, una célebre esgrimista a la que el gobierno nazi le había retirado la licencia federativa de su club y la ciudadanía alemana. La joven, que residía en Estados Unidos tras competir en los Juegos de Los Ángeles 1932, había obtenido una beca de estudios en la Universidad de California al tiempo que perfeccionaba su esgrima. Mayer pertenecía a una familia judía asentada en la ciudad de Offenbach, Frankfurt, que había sido especialmente castigada por las normativas vigentes.
Helene Mayer:
el salvoconducto
de Hitler ante el mundo
La alemana
vivía exiliada
en California
cuando fue
reclamada
por los nazis
para disputar
los Juegos
Ante la magnitud que
el boicot internacional estaba
alcanzando, Alemania anunció que
entre los atletas preseleccionados
para la cita olímpica había
21 judíos. Sólo uno entró
en la lista definitiva.
Con una estatura
de 1,80 m, rubia
y de ojos verdes,
la representante
elegida por Hitler
rompía con
el arquetipo
establecido
sobre los rasgos
del pueblo
judío repudiado
por los nazis
Mayer vio la perfecta oportunidad
de recuperar su estatus en su querida
Alemania, a la que ella nunca
había renunciado
- Milly Mogulof -
Autora del libro
Foiled!: Hitler's Jewish Olympian
Helene Mayer:
el salvoconducto
de Hitler ante el mundo
La alemana
vivía exiliada en California
cuando fue reclamada
por los nazis para disputar
los Juegos
Ante la magnitud que
el boicot internacional estaba
alcanzando, Alemania anunció que
entre los atletas preseleccionados
para la cita olímpica había
21 judíos. Sólo uno entró
en la lista definitiva.
Mayer vio la perfecta oportunidad
de recuperar su estatus en su querida
Alemania, a la que ella nunca
había renunciado
- Milly Mogulof -
Autora del libro
Foiled!: Hitler's Jewish Olympian
Considerada como una de las mejores esgrimistas femeninas de la historia, Helene Mayer pronto despuntó en la modalidad de florete ganando por primera vez el campeonato nacional con solo 13 años.
Gracias a su precocidad y su enorme talento la tiradora alcanzó mucha popularidad en su país, especialmente tras su participación en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam de 1928, donde consiguió una medalla de oro.
La alemana se medía de forma frecuente ante rivales masculinos exhibiendo una extraordinaria precisión y capacidad de reacción y demostrando un perfecto agarre del arma.
El sentido del ritmo, la fuerza y la resistencia marcaron la forma de combatir de la medallista. En su etapa estadounidense, Mayer no perdió un sólo combate.
El 24 septiembre de 1935, Mayer recibió una carta urgente del gobierno ofreciéndole competir en los Juegos de Berlín. “En caso de respuesta afirmativa, se le considerará miembro del equipo alemán...”. La misiva estaba firmada por Hans von Tschammer, Director de la Oficina de Deportes del Reich. La esgrimista decidió aceptar la petición tras recibir un telegrama emitido desde Alemania. Su madre y hermanos habían sido amenazados por los nazis. Con la llegada de Helene a Berlín el boicot internacional se derrumbó y Goebbels instó a la prensa local que durante los Juegos no se mencionara nunca el origen judío de la deportista.
Mayer se alzó con la medalla de plata en florete individual femenino tras perder contra la húngara Ilona Elek y, como todos los demás medallistas alemanes, realizó el saludo nazi en el podio. Un gesto que le persiguió hasta el fin de sus días. Concluido el evento, no recibió ningún reconocimiento, le fue retirada de nuevo la ciudadanía alemana y fue olvidada por la misma sociedad que no hacía tanto tiempo le había aclamado. Helene no pudo volver a su localidad natal. “Solo sé que me gustaría regresar a Alemania, pero no hay sitio allí para mí”, escribió a una de sus compañeras.
Medallero
de los atletas judíos en Berlín
Atletas
País
Deporte
S. Balter
G. Brody
M. Sarkany
K. Karpati
E. Kabos
Schacherer
I. K. Csak
R. Fein
I. Maretzky
H. Mayer
J. Wajs
G. Blitz
E. Preis
EE UU
Hungría
Hungría
Hungría
Hungría
Hungría
Hungría
Austria
Canadá
Alemania
Polonia
Bélgica
Austria
Baloncesto
Waterpolo
Waterpolo
Lucha libre
Sable
Florete
Salto de altura
Levan. peso
Baloncesto
Florete
Disco
Waterpolo
Florete
Más de un siglo después de su nacimiento, Helene Mayer fue reconocida por Sports Illustrated como la mejor tiradora de esgrima del siglo XX. Su gran logro fue haber cultivado el amor por la esgrima femenina entre los más jóvenes.
Infografía:
Miguel Ángel Fernández
Coordinación editorial:
Javier Sillés
Coordinación de especiales:
Mariano Tovar
Desarrollo y diseño web:
Rodrigo Ludgero - Darío González
Agradecimientos:
westcoastfencingarchive.com
Fuentes consultadas:
olympics.com - United States Holocaust Memorial Museum -
Foiled: Hitler's Jewish Olympian - The Helene Mayer Story -
theguardian.com - slate.com - lavanguardia.com -
Getty y elaboración propia.
Infografía:
Miguel Ángel Fernández
Coordinación editorial:
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Coordinación de especiales:
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Desarrollo y diseño web:
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Agradecimientos:
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Fuentes consultadas:
olympics.com - United States
Holocaust Memorial Museum -
Foiled: Hitler's Jewish Olympian:
The Helene Mayer Story -
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