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¿Cansado de visitar los sitios más conocidos de las Islas Baleares?

¿Cansado de visitar los sitios más conocidos de Mallorca, Ibiza, Cabrera, Menorca y Formentera? Descubre los rincones más bonitos de las islas

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Mallorca alberga muchos rincones de gran belleza para escapar de los lugares más convencionales
Mallorca alberga muchos rincones de gran belleza para escapar de los lugares más convencionales

Las Islas Baleares ofrecen algunos de los lugares más bellos de toda España a aquellos que se dejan caer por ellas. Playas, calas de agua cristalina, rutas de senderismo, pueblos de estrechas calles, una gastronomía rica con productos frescos... Por ello no es casualidad que Mallorca, Menorca, Formentera, Ibiza o Cabrera sean algunos de los puntos más turísticos del país. No obstante, el archipiélago balear ofrece muchos otros rincones menos conocidos y concurridos en los que perderse para disfrutar de los atractivos de esta región. Lugares que os vamos a recomendar para que podáis pasar unos días inolvidables.

Fornaluch, Mallorca

En la emblemática Sierra de Tramontana se encuentra Fornaluch, un pequeño municipio que está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Su encanto reside en la naturaleza que le rodea y en las pintorescas calles y casas de piedra que le otorgan una atmósfera rústica sin igual. Un lugar ideal para desconectar al aire libre con sus rutas de senderismo que difiere mucho de las bulliciosas y típicas playas mallorquinas.

Binibeca, Menorca

Al sur de Menorca se encuentra Binibeca, un pequeño pueblo de pescadores que cautiva por sus estrechas calles llenas de edificios pintados de color blanco que atraen a los visitantes por su toque pintoresco. Fue creado así en los años 70 para atraer a los turistas, pero eso no quita que siga teniendo un encanto muy particular en sus laberínticos callejones. Un lugar que casi parece una postal del típico enclave costero mediterráneo. Y en esta zona es posible, además, disfrutar de la pequeña playa homónima, la cual se caracteriza por estar compuesta de una fina arena blanca y estar rodeada por un bosque de pinos.

Ses Salines, Mallorca

Caracterizada por las salinas de dicha zona, la localidad de Ses Salines ofrece grandes atractivos naturales en sus alrededores. Sus playas poco concurridas son un enclave idóneo para relajarse alejado de las zonas más turísticas. Y cerca de este pueblo, a unos tres kilómetros, se encuentra uno de los jardines botánicos más grandes de Europa, Botanicactus, un espacio en el que los más curiosos podrán deleitarse observando todo tipo de especies de cactus.

Es Caló, Formentera

Con un litoral de agua cristalina al que se acceden por unas pintorescas pasarelas de madera, Es Caló es un pequeño pueblo de costa que, además de playa, ofrece unos bonitos y rústicos embarcaderos y las típicas casas blancas que conforman un lugar idílico alejado de las grandes masas de gente. Un punto en el que disfrutar de la gastronomía típica de estas islas y del mar en unas aguas cristalinas que son ideales para relajarse, y para bucear si eres de los que disfruta viendo los fondos marinos.

Bañalbufar, Mallorca

Al pie de la Sierra de Tramontana y con conexión al mar, Bañalbufar ofrece unas vistas sin igual por la situación montañosa en la que se halla entre unos bancales muy característicos. La Torre del Verger destaca especialmente por ser un enclave desde el que ver tanto el mar como la cadena montañosa que rodea al municipio. Además, cuenta con calas y playas en las que relajarse para disfrutar del mar y del sol. Por su ubicación es posible realizar rutas de senderismo gracias a las que conocer la zona local y observar todos los parajes naturales de esta región. En definitiva, un rincón ideal de las Baleares cuando lo que se busca es una zona más tranquila para desconectar.

Es Cubells, Ibiza

Ibiza no tiene por qué ser sinónimo de fiesta o playas llenas hasta la bandera. También hay lugar para pequeños pueblos con mucho encanto. Un ejemplo es Es Cubells, una localidad con calles y plazas muy tranquilas que está ubicada sobre un acantilado que le permite tener unas vistas muy especiales. Cerca de este enclave se puede realizar senderismo en diferentes puntos y llegar, por ejemplo, a las calas de Porroig o Es Torrent, a las que vale la pena ir para realizar buceo o quedarse prendado del paisaje que ofrecen. Y no faltan playas bajo el acantilado en las que darse un chapuzón cuando llega el calor del verano.

Pollensa, Mallorca

Aunque este es un pueblo de Mallorca mucho más poblado que los anteriores, no deja de ser un rincón menos habitual en las Islas Baleares pero igualmente idílico: Pollensa. Ubicado en la zona más septentrional de esta masa de tierra, tiene unas encantadoras calles y casas de piedra que le dan un aire medieval. Cuenta con atractivos como El Calvario, una escalinata de 365 escalones que permiten tener unas vistas de todo el municipio y de la naturaleza de alrededor. Y tampoco faltan calas como la de San Vicente para ver las aguas más cristalinas en uno de los accidentes geográficos más bellos del archipiélago. Pero si lo tuyo es la playa, la Platja de Port de Pollensa ofrece arena fina y zonas para practicar deportes acuáticos.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a fecha 01-03-2019