Después de una de las mejores temporadas de siempre, con Verstappen y Hamilton luchando al límite desde la primera vuelta del campeonato, en Sakhir, hasta la última, en Abu Dhabi, la Fórmula 1 se reinventa con un nuevo reglamento aerodinámico que promete resetear y equilibrar la parrilla y facilitar las batallas entre monoplazas. A grandes rasgos, se simplifican los alerones para que los coches no generen aire sucio que perjudique al que viene por detrás, se recupera el efecto suelo para desarrollar carga aerodinámica con los flujos de aire bajo el coche, y se acotan las posibilidades de los ingenieros para que nadie pueda desarrollar una idea que descompense la igualdad entre los fabricantes. Ese es el objetivo, aunque este fin de semana en el GP de Bahréin, podrán comprobarse las consecuencias reales de esta revolución técnica.

De entrada, el mayor cambio de reglas que ha conocido la F1 en los tiempos modernos ha propiciado que Mercedes, Red Bull y Ferrari presenten tres monoplazas sensiblemente diferentes. El W13 se estrecha en los laterales al máximo, el RB18 incorpora huecos agresivos, pero convencionales, y el F1-75 recurre a unos pontones pronunciados. McLaren o Aston Martin también proyectan ideas originales y propias. No hay dos coches iguales, aunque se espera que los diseños se acerquen conforme avance la temporada y lleguen las evoluciones. En los test no se ha apreciado superioridad por parte de nadie, más allá del buen tono de Red Bull, Ferrari o incluso Mercedes, si bien ningún constructor ha mostrado sus cartas.

‘Mad Max’ defiende su corona, Hamilton quiere recuperar lo que era suyo y aspirar a un octavo que le desempataría para siempre con Michael Schumacher. Mercedes está herido después de un final de 2021 convulso que se ha traducido, entre otras cosas, en el despido de Michael Masi como director de carrera de la FIA. Y tras los dos protagonistas del pasado curso están los aspirantes: Checo Pérez con el otro Red Bull, George Russell junto a Lewis; Sainz y Leclerc al volante de un Ferrari renacido y quizás Norris y Ricciardo, con el rápido McLaren. Pero este nuevo reglamento debe permitir además que el Alpine de Alonso, o el Alpha Tauri de Gasly, rueden más cerca de la cabeza de lo que lo hicieron en el pasado. En resumen, una nueva Fórmula 1 para la que no hay referencias. Vuelve el mayor espectáculo del mundo.

En manos de Ferrari y Alpine

Las aspiraciones de Carlos Sainz en 2022 parecen ir a más de la mano del Ferrari F1-75, un coche que, conforme ha pisado la pista, ha empezado a marcar vueltas rápidas. En la fábrica de Maranello se han volcado desde hace varios años con este proyecto y con su nueva unidad de potencia. Renunciaron a un 2020 y 2021 competitivos a costa de dirigir todos sus recursos hacia la generación de monoplazas que llega ahora. Era la única manera de salvar la enorme distancia que les separaba de Mercedes o Red Bull. Los objetivos parecen claros: estar delante, luchar por poles y podios, ganar alguna carrera y convertirse en alternativa a los dos gigantes, aunque no aspiren a vencer un Mundial todavía. Con seis podios en su palmarés y 27 años, todos saben cuál es el siguiente paso para el madrileño de Ferrari.

En cuanto a Fernando Alonso, de 40 años, la incógnita está en cómo habrá sabido aprovechar Alpine este invierno tan exigente. Ha habido cambios importantes en la fábrica y nuevos nombramientos que no afectarán al rendimiento del A522, pero la estabilidad siempre es buena consejera en la F1. El coche azul, que será rosa en las dos primeras carreras por el patrocinador BWT, puede establecerse como referencia en la zona media, aspirar a primero ‘del resto’ o hundirse en un tren ultracompetitivo que integrarán, entre otros, Aston Martin, Alfa Romeo o Alpha Tauri. Entre lo primero y lo segundo, se pasa de los podios ocasionales a las eliminaciones en Q1. Aunque si la nueva Fórmula 1 requiere más del piloto y menos de la máquina, nadie duda dónde estará el bicampeón español.

Un calendario de récord

La Fórmula 1 tiene previstas 23 carreras en 2022, si la pandemia no lo impide, y se batirá como en 2021 el récord de grandes premios celebrados en una misma temporada, entonces fueron 22. Entre las novedades, reluce el GP de Miami en mayo, una de las grandes ambiciones de Liberty Media cuando adquirió los derechos comerciales del Mundial. Queda el asterisco del GP de Rusia, cancelado por la invasión a Ucrania, aunque todo indica que será Qatar quien asuma la vacante en septiembre. Entre los regresos, si el coronavirus no se cruza de nuevo, están Melbourne, Montreal, Singapur o Suzuka, donde no se corre desde 2019 por este motivo. Abu Dhabi pondrá el broche en noviembre.