La retirada de Valentino Rossi supone, para muchos, el adiós del más grande. Más allá de su palmarés, que es impresionante, su mayor mérito radica en elevar el motociclismo a otra dimensión, en hacerlo más mediático a nivel mundial, multiplicar con creces las audiencias y llenar los circuitos a lo largo y ancho del planeta con aficionados vestidos de amarillo, su característico color, y el 46, su dorsal inseparable a lo largo de sus 26 temporadas mundialistas, desde 1996.

Un joven italiano (16-2-79) espigado y revoltoso procedente de Tavullia, pueblito situado a una docena de kilómetros del circuito de Misano, llegaba con 17 años al campeonato en 1996, para disputar el primero de sus 432 GGPP en Malasia, cuando se corría en el circuito de Shah Alam. Debutó con un esperanzador sexto puesto sobre su Aprilia y ese mismo año logró la primera de sus 115 victorias (en Brno, batiendo a Aspar en la última vuelta).

Al año siguiente, en 1997, conquistó el primero de sus nueve títulos mundiales, iniciando una serie que se repitió en todas las categorías: toma de contacto el primer año y campeón del mundo al siguiente. Así lo hizo también en 250cc (debutó en 1998 y campeonó en 1999) y en 500cc (estreno en 2000 y título en 2001). No fue hasta llegar a la categoría reina cuando se le presentó por vez primera la ocasión de cambiar el dorsal 46 por el 1 de campeón, pero se negó a hacerlo, con lo que rompió una tradición que sí habían cumplido sus predecesores (Roberts Jr, Crivillé, Doohan, Schwantz o Rainey). El 46, que había escogido por ser el dorsal que llevaba su padre (Graziano Rossi) cuando logró su primera victoria mundialista en 250cc y por un piloto japonés cuyo nombre no recuerda, pero que le volvió loco al verlo por la tele, era su seña de identidad y le ayudó en buena a parte a ser también el rey del merchandising. A partir de él, varios han sido los pilotos que han decidido no cambiar su dorsal de siempre por el 1, como Mir o Márquez, y Quartararo tampoco se desprenderá de su número 20 la próxima temporada. Todos ellos, y muchos más, han querido ser como Rossi, y hasta para eso creó tendencia y abrió una nueva vía de negocio. Y es que durante muchos años, además de ser el piloto mejor pagado del campeonato, Rossi también era y es el que más dinero genera, con mucha diferencia, en los puntos de venta. La revista Forbes publicó que fueron varias temporadas las que estuvo ingresando 30 millones por curso entre lo que ganaba como piloto y por la venta de sus artículos. Eso le llevó a crear su propia empresa, VR46, con la que gestiona también el merchandising de otros pilotos. Al margen de sus productos, los más lucrativos eran los de Márquez, pero rompieron su relación empresarial después de la guerra total entre ambos en 2015.

Su evolución en la pista estuvo acompañada también con la de su imagen, hasta convertirse poco a poco en un icono mundial, en el Michael Jordan de las motos, como le definió Mir cuando se hizo oficial este año su retirada, en Austria. A sus originales y divertidas celebraciones les acompañaban también diseños especiales de casco cuando llegaban las carreras de casa, dejando aparacados momentáneamente el sol y la luna, que siempre han ido con él en su casco. Además, fue cambiando el sobrenombre de Rossifumi (inspirado en Norifumi Abe), para pasar posteriormente al de Valentinik (un superhéroe de otra galaxia) y llegar finalmente al de El Doctor (en referencia al elevado número de doctores Rossi que encontraba en el listín telefónico de su país). Curiosamente, acabó siendo Doctor por derecho propio, porque le nombró la universidad de Urbino, ciudad en la que nació, doctor honoris causa en comunicación, lo que le llevó a posar orgulloso con el ribete en la cabeza y hacer un diseño de casco conmemorativo. Dijo entonces con sorna que a la que más ilusión le había hecho ese nombramiento era a su madre, Stefania Palma, porque había querido toda la vida que estudiase y no es precisamente lo que mejor se le dio.

Valentino es último viejo rockero que le quedaba al Mundial de motociclismo. Uno de esos que prefería la noche antes de las carreras acostarse bien tarde y sacarle todo el provecho posible junto a sus amigos. Otro detalle que le ha diferenciado siempre de sus rivales (los más históricos han sido Biaggi, Gibernau, Stoner, Lorenzo y Márquez) era la guerra que establecía con ellos más allá de la pista. Necesitaba verlos como enemigos reales, no sólo deportivos, para motivarse y por eso no dudaba en mantener con ellos estrategias psicológicas para hundirles moralmente. Cuentan que a Cristina Gibernau, la hermana de Sete, la llegó a enviar flores y que, para olvidarse de la buena amistad que había tenido con el nieto de don Paco Bultó, se encerró en casa con sus amigos de toda la vida, a los que llama la Tribu de Chihuahua, para que le ayudaran a odiarle. Se pasó de la raya cuando en Malasia organizó una celebración tras ganar una carrera y se puso a barrer la pista con una camiseta que decía: Limpiezas la rápida, eliminamos la suciedad del Mundial. Se había enfadado mucho con el español porque en la carrera de Qatar les habían pillado a sus mecánicos haciendo trampas y Honda reclamó, lo que le costó salir en la última línea de la parrilla y sufrir luego una caída en su desesperado intento de remontada. Sus mecánicos habían estado quemando goma con un scooter en su posición de salida del día siguiente, para que su moto traccionara mejor en la salida, y eso es algo que no se puede hacer. A partir de ahí, se juró y perjuró a sí mismo que esa victoria de Gibernau, porque ganó la carrera él, sería la última que celebrase mientras él estuviese en la pista, y consiguió que así fuera, porque Sete no ganó nunca más.

Contado todo esto, lo que para muchos le convierte en el más grande de todos los tiempos es el haber demostrado que en el motociclismo importa al menos lo mismo, o incluso más, el piloto que la moto, algo que no sucede en la F1, deporte con el que coqueteó y le llevó a estar más despistado de la cuenta en la temporada 2006. Fue la de su mayor fiasco, porque perdió el título en favor de Hayden en la última carrera de ese año, la de Valencia, cuando lo tenía todo de su parte para coronarse, con pole incluida y ventaja de puntos sobre el estadounidense después de que Pedrosa tirara a Nicky en Estoril, pero se cayó a las pocas vueltas y demostró que él también es humano.

Volviendo a su gran demostración, llegó cuando decidió irse de Honda a Yamaha al finalizar 2003, cuando la Yamaha M1 en ese momento era una moto que estaba por detrás de la Honda y de la Ducati. Lo hizo harto de oír que ganaba en MotoGP porque tenía la mejor moto, y demostró a las primeras de cambio que ganaba porque era el mejor. Llegó a Sudáfrica 2004 para su primera carrera con la Yamaha y la ganó, camino del primero de los cuatro títulos que logró con la casa de los diapasones en la clase reina (2005, 2008 y 2009). Los tres anteriores los ganó con Honda (2001, 2002 y 2003), que se suman al de 125cc (1997) y 250cc (1999) que había ganado con Aprilia.

Le queda el lunar de su oscuro paso por Ducati, en 2011 y 2012, y no haber podido conquistar su ansiado décimo título. Cuando más cerca estuvo de hacerlo fue en 2015, porque lideró desde la primera carrera hasta la penúltima. Fue el año que explotó su guerra total con Márquez, que tuvo diferentes episodios (Argentina, Assen, Phillip Island, Sepang y Cheste), acusando al español de correr en ayuda de Lorenzo. Guardaespaldas le llamó en la rueda de prensa de Malasia. Según él, Marc actuaba así para que él no lograra su décimo título y le fuera más fácil darle caza algún día. Al acabar la temporada en Valencia, hizo célebre la palabra ‘biscotto’, hablando de amaño de españoles. Es una teoría que unos le compran y otros no, pero con calado entre la afición, porque a partir de ahí se convirtieron en frecuentes los pitos a Marc en algunos podios, principalmente en Italia, e incluso celebrar caídas suyas.

Se va el más grande de todos los tiempos, el piloto más carismático de este deporte, el que de joven alucinaba con Kevin Schwantz sin imaginar que un día él sería mucho más grande y mediático que su ídolo. Y también el que solucionaba el trabajo del periodista de turno el día que no había algo demasiado interesante que contar, porque en ese caso siempre estaba el recurso de preguntarle a Rossi en rueda de prensa cualquier cosa y que él le arreglara el día con sus respuestas. Nunca se cortó a la hora de opinar de nada y siempre dio mucho juego, dentro y fuera de la pista. Se le echará mucho de menos, pero queda su enorme legado, deportivo, personal y hasta de infrastructuras, porque su Academia de pilotos es un vivero de estrellas (ya han sido campeones tutelados por él Morbidelli y Bagnaia) y tendrá tres escuderías en competición la próxima temporada, una en MotoGP y dos en Moto2. Su nombre seguirá presente en el Mundial y él acudirá al paddock cada vez que lo desee y cuando se lo permitan las carreras de coches, su próximo desafío, en plan diversión, al principio, y lo más profesional que después le permita su nivel. Ciao Vale. Gracias Vale.

31-3-96: Debuta en el Mundial de 125cc con 17 años, al manillar de una Aprilia, y consigue un esperanzador sexto puesto en su debut, en una carrera que vence Perugini.

4-8-96: Diez carreras necesita Rossi para lograr el primero de sus 235 podios (199 en la clase reina, 15 en 250 y 21 en 125). Es con un tercero en la cita de Austria, por detrás de Goi y Raudies.

17-8-96: Tras estrenarse en el podio en la cita anterior, la de Austria, a la República Checa llega con más confianza y el sábado logra la primera de sus 65 poles (55, 5 y 5).

18-8-96: Arranca desde la pole en Brno por vez primera y logra el primero de sus 115 triunfos (89, 14 y 12). Bate a Aspar por 245 milésimas tras una dura y entretenida batalla.

18-5-97: En aquel GP de Italia, Biaggi avisa que entre sus invitados estaría la modelo Naomi Campbell y él dice que llevaría a Michelle Pfeiffer. Tras ganar en 125cc, pasea una muñeca hinchable y dice que era ella.

31-8-97: De nuevo en Brno, donde el año anterior obtuvo su primera victoria, finaliza tercero la carrera de 125cc, por detrás de Ueda y Manako, y certifica el primero de sus nueve títulos.

5-4-98: Diez vueltas dura sólo la primera carrera de Rossi en 250cc. Es en el complicado circuito de Suzuka, con victoria de Kato.

27-6-98: Siete GGPPP necesita para firmar su primer triunfo en el cuarto de litro. Lo hace en Assen, cruzando la meta con la friolera de 19 segundos sobre el primero de sus perseguidores, Fuchs.

20-9-98: De entre sus muchas celebraciones, una de las más célebres es cuando pasea al Pollo Oslvaldo en la vuelta de honor tras ganar en Montmeló, un comercio ficticio que sus amigos y él se inventaron para que les patrocinara su equipo de fútbol.

9-5-99: Otra de las celebraciones memorables de Rossi fue cuando gana en Jerez la carrera de 250cc y en la vuelta de honor, de manera improvisada, decide parar su Aprilia y meterse en un cuarto de baño que había a pie de pista.

24-10-99: Victoria en Río de Janeiro y la consecución del título de dos y medio para dar el salto a 500cc por la puerta grande, como bicampeón del mundo a los 20 años.

19-3-00: Debuta con la Honda 500 en Suráfrica en una carrera que no termina, por caída, pero deja el sello en su primera aparición en la clase reina al marcar la vuelta rápida de carrera.

30-4-00: El primero de sus 199 podios en la clase reina llega en Jerez, en su cuarta carrera en la categoría. Acaba tercero, por detrás de Roberts Jr y Checa.

9-7-00: Llega la primera de sus 89 victorias en la clase reina. Sucede en su novena salida en el medio litro, en el circuito inglés de Donington Park, con 0.3 de ventaja sobre Roberts Jr.

8-4-01: Primera carrera del año, en Suzuka. Biaggi saca a Rossi con el codo a la tierra en la recta, pierde terreno, se rehace, le supera, se gira y le dedica una peineta por la que luego casi llegan a las manos en la rueda de prensa

14-10-01: El título de 500cc llega en Australia. Le vale con ser segundo por detrás de Biaggi, pero le bate en una preciosa última vuelta por 0.013. Lo celebra con una camiseta de las 46 razones por las que es campeón.

2-6-02: En el GP de Italia de 2002 estrena un diseño de casco réplica del que llevaba su padre cuando corría e inicia así una tradición de cascos especiales en las carreras de casa.

21-9-02: El primer año de MotoGP su superioridad es tan grande con la Honda que le sobran cuatro carreras tras cerrar el título en Río. Lo celebran disfrazándose de la selección de fútbol de Brasil.

12-10-03: Remata su tercer y último título con Honda y se libera de la cárcel a la que somete la presión de sus resultados. Esa celebración es en referencia a la que había hecho en Brno, disfrazado de prisionero y picando piedra.

18-4-04: Demuestra que no se equivocó al fichar por Yamaha. Gana en Suráfrica en su primer GP con la M1. El primero en ganar dos carreras seguidas con dos marcas diferentes.

10-10-04: El primer título de los cuatro que conseguirá con Yamaha llega en Sepang, donde gana por delante de Biaggi y lo celebra con el eslogan Che Spettacolo.

10-4-05: Última curva de la última vuelta en Jerez, con Gibernau por delante y con Rossi superando al español apoyándose en él y sacándole de la pista. Una maniobra muy polémica que no se sanciona.

4-6-05: El sábado del GP de Italia estrena el casco de Il Laureato, en referencia al nombramiento de doctor Honoris Causa por la universidad de Urbino en Ciencias de la Comunicación. Una caricatura suya con ribete.

31-7-05: Victoria en Alemania con la que alcanzaba los 76 triunfos mundialistas, tantos como el mítico Mike Hailwood, al que homenajea en la vuelta de honor paseando una bandera en la que pone: I’m sorry Mike (lo siento Mike).

25-9-05: Conquista en Sepang su quinto título consecutivo en la clase reina y séptimo en total. Lo celebra con los del Fan Club disfrazados de Blancanieves y los siete enanitos.

29-10-06: Rossi es humano y, cuando tiene todo de cara para ganar otro título de MotoGP en Valencia, se cae en las primeras vueltas y se lo entrega en bandeja de plata a Hayden.

18-5-08: En Le Mans alcanza la victoria número 90, tantas como el mítico Ángel Nieto, con el que tiene una gran amistad. Le homenajea dejando que sea el Maestro el que le lleve en su Yamaha en la vuelta de honor.

31-5-08: Ese día estrena el mejor diseño de casco visto a lo largo de toda su carrera. Es el de su cara con la boca abierta y gesto de susto, la que pone cuando llega al final de recta de Mugello.

20-7-08: Para los pies a Stoner en Laguna Seca, donde había mostrado mucho más ritmo que él. Le pasa de todas las maneras posibles, incluyendo por la escapatoria del Sacacorchos.

28-9-08: Vence en Motegi para cerrar el octavo título y lo celebra con una camiseta en la que pide disculpas a sus seguidores por haber estado dos años sin ganar: Scusate il retardo.

14-6-09: Vence en Montmeló en uno de los mejores duelos de la historia, contra Lorenzo, al que supera de manera increíble en la última curva de la última vuelta por un sitio que sólo vio él.

27-6-09: La victoria número 100 de su carrera deportiva llega en Assen y lo celebra desplegando en la recta de meta un precioso mural que ha preparado su Fan Club con imágenes de las 99 anteriores.

6-9-09: Llega a la cita de Misano tras cometer un error y caerse en Indy, con lo que le da a Lorenzo opciones de título. Por eso, se ríe de sí mismo en su diseño especial de casco y pone The Donkey, el asno, en vez su clásico The Doctor.

25-10-09: Conquista en Sepang su noveno título, con 30 años, y lo celebra con una camiseta que dice ‘Gallina vecchia fa buon brodo’ (gallina vieja da buen caldo). Se ve mayor comparado con Stoner o Pedrosa.

20-11-11: Su esperado debut con Ducati, el mito italiano con la moto italiana. Arranca con un séptimo en Qatar, una posición impropia en él, como el resto de sus resultados en sus dos años con Ducati (sólo dos podios).

7-4-13: El hijo pródigo regresa a casa, a Yamaha, tras dos años nefastos con Ducati y en su reencuentro con la M1 sube al podio, como segundo, en Qatar. Le gana Lorenzo y tiene sus primeros escarceos con Márquez.

19-4-15: En Termas de Río Hondo surge el primer brote de su enemistad con Márquez, que se cae al tocar con su rueda delantera la trasera de Rossi, que gana la carrera y sube al podio con la camiseta argentina de Maradona.

27-6-15: Gana la carrera de Assen tras un intenso duelo final con Márquez, con toque de motos incluido que le lleva a acortar la chicane por la tierra sin recibir sanción por ello.

25-10-15: Sepang acoge la carrera de la que más se ha hablado de toda la historia, la de su pelea con Márquez que acaba con Rossi tirando al suelo al español, el italiano tercero y sancionado a salir último en la siguiente carrera.

8-11-15: Acaba cuarto en Valencia y se queda a las puertas de su ansiado décimo título, por lo que él llama un biscotto entre españoles, al entender que Márquez ha corrido ayudando a Lorenzo a ganarle.

25-6-17: Vuelve a ganar en Assen y supone la victoria 115 de su carrera deportiva, la última de su vida y, como a él más le gusta, con emoción, porque bate a Petrucci por sólo 63 milésimas.

12-9-20: Vuelve a triunfar con un diseño de casco especial, al ponerse una pastilla de color azul como las del Viagra con su clásico VR46 y el mensaje La Doppia 46 mg. Lo necesita por seguir en activo con 41 años.

26-7-20: Su último podio mundialista, como tercer clasificado para completar el triplete Yamaha en el GP de Andalucía ganado por Quartararo por delante de Viñales de y él.

5-8-21: Aunque tenía opción de continuar en 2022, anuncia en una rueda de prensa extraordinaria del GP de Estiria su retirada de la competición al acabar la temporada 2021.

19-8-21: Anuncia en las redes sociales, con una divertida foto en la que se viste de doctor, que va a ser padre junto a su pareja, Francesca Sofia Novello, con la que lleva cuatro años de relación.

14-11-21: Última carrera como piloto profesional de motos, en el Ricardo Tormo de Valencia. A partir de ahora se dedicará a vivir la vida, correr en coches y ser padre.

 

Las rivalidades históricas de Valentino Rossi con Sete Gibernau, Casey Stoner, Jorge Lorenzo y Marc Márquez son muy sonadas, pero de los rivales que ha tenido el #46 a lo largo de su dilatadísima carrera deportiva, el más emblemático es, sin duda, Max Biaggi. Más allá de lo acontecido entre ellos en la pista, con peineta en Suzuka incluida, con el romano estuvo a punto de llegar a las manos en un restaurante de Phillip Island siendo muy joven, y llegó a pegarse con él en la antesala del podio de Montmeló, ya como piloto de la clase reina. Ahora que ya ambos están ya retirados, su enemigo íntimo le espera, si lo desea, con una copa de vino en la mano, para charlar de tantas y tantas cosas que tienen pendientes.

“No recuerdo haber hablado nunca con él. Sólo le deseé buena suerte por Instagram cuando anunció su retirada. Quizá algún día nos sentemos con una copa de vino en la mano alrededor de una mesa y charlemos. Es algo que ya dije en el pasado, pero que no ha sucedido aún y que no sé si sucederá”, asegura a AS el tetracampeón de 250cc y bicampeón de SBK para valorar la despedida de su gran rival.

Sobre los sentimientos que despierta en Max el adiós de Vale, dice: “Sinceramente, nunca he tenido relación con él y no siento nada íntimo con su retirada, como sí pude sentirlo con las de Lorenzo o Barros, que eran personas con las que tenía una relación, pero sí tengo claro que, con su retirada, se retira también una pequeña parte de mí, porque hemos luchado juntos. Con su retirada finaliza una era que me recuerda a la mía”. Se le nota que habla con sinceridad, y su distanciamiento personal no le permite valorar si Rossi se lleva peor con él o con Márquez, con el que entró en guera en 2015: “No sé con quién tuvo peor relación, si con Marc ahora o conmigo en nuestra época, porque nosotros no nos conocemos en realidad. Éramos rivales, sí, pero deportivamente hablando”.

En base a su experiencia, Biaggi cree sobre la retirada de Rossi que “el final es un momento similar para todos. Cuando se deja tu deporte preferido después de practicarlo durante tantos años, y en un campeonato que te ha dado tanto, es algo duro. Es un momento que también ha llegado para él y recuerdo cuando llegó para mí, porque no fue una decisión simple sino complicada de tomar, un momento controvertido. La idea de retirarte se tiene tomada hace tiempo, no es algo que decidas de repente, y da paso a la segunda parte de tu vida, en la que dejas de ser un protagonista deportivo, aunque puedes seguir haciendo deporte, claro, pero de otra manera”.

Otra reflexión del romano sobre la vida de un ex deportista de élite: “La vida de deportista es mucho más complicada que la personal, porque lo que se cuenta en los medios de comunicación sólo es una parte y hay muchas más cosas que no se ven y que son controvertidas y complicadas. En la tele sólo se ve la parte final de un trabajo que es muy complejo”.

Biaggi recuerda las tentaciones que él tuvo para volver a la competición una vez retirado, y de hecho volvió esporádicamente: “Tres años después de mi retirada tuve el desafío de volver a correr dos carreras de SBK con 44 años y entendí que no debía hacerlo más, que ya había corrido lo suficiente. Si él vuelve a correr en circuito o no es algo que no sé, pero sí sé que no se deja de ser piloto cuando se acaba tu última carrera. Esa sensación y forma de ver las cosas te dura al menos diez años más”. ‘Él’ es Rossi, al que evita mencionar todo lo posible, al menos hasta que un día se sienten juntos a tomar un buen vino, con el que limar asperezas y recordar viejos tiempos de su época de pilotos. Y qué dos pilotos. Pilotazos.