Una máquina casi perfecta
Una máquina casi perfecta

Una máquina casi perfecta

Joan Mir logró el domingo en el GP de Valencia en Cheste su primer título mundial de MotoGP.

La temporada 2020 de MotoGP será recordada por siempre como la de la pandemia del coronavirus y la de la explosión de Joan Mir, con una remontada imposible de imaginar a principio de temporada. Y es que pocos recuerdan ahora que, tras las tres primeras carreras, el sucesor de Marc Márquez en el trono se encontraba decimocuarto de la general a 48 puntos de distancia del líder, un Fabio Quartararo al que muchos dieron ganador antes de tiempo. El de Suzuki se cayó en Jerez 1 y Brno, con un quinto en Jerez 2 como mejor resultado en el arranque. Fue a partir de Austria1, con su primer podio en la clase reina, cuando comenzó una secuencia de siete podios en nueve carreras, mostrando una regularidad y constancia a prueba de bombas. Eso le permitió llegar a la penúltima cita del curso con 37 puntos de ventaja sobre Quartararo y Álex Rins, rematando el título con un séptimo puesto que le convirtió en campeón de MotoGP a los 23 años y en su segunda temporada en la categoría.

GP de España: Estreno con caída

Una mala calificación, duodécimo, último de la Q2, le hace precipitarse luego en la primera carrera del año. La salida tampoco es buena y en la primera vuelta pierde una posición, yéndose al suelo en la segunda. Error de novato en la primera carrera de su segundo curso en MotoGP.

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Salida de la primera carrera del campeonato en Jerez.

GP de Andalucía: Un quinto condicionado

El cero de la carrera anterior le hace salir a la segunda con más prudencia de lo que luego demostrará según avance la temporada. Mejora algo en la Q2, pero tampoco demasiado y parte décimo. Llega a contactar con el grupo que pelea por la segunda plaza, pero acaba quinto. Son sus primeros 11 puntos del año.

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Parrilla de salida del GP de Andalucía.

GP de la República Checa: Segunda caída

Otra calificación floja le sitúa en el noveno puesto de la parrilla para una carrera en la que dura en pista sólo cuatro vueltas sobre la Suzuki. Se va al suelo en un contacto con Iker Lecuona cuando estaban peleando por la decimotercera plaza. Se queda tras la cita checa decimocuarto de la general a 48 puntos de Quartararo, líder en esos momentos.

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Carrera de la República Checa.

GP de Austria: Primer podio en MotoGP

Consigue clasificarse sexto en la Q2, lo que define como “una posición al fin decente”, para una carrera que se disputa a dos mangas. El aparatoso accidente entre Zarco y Morbidelli obliga a la bandera roja y en la reanudación Mir se engancha fácil al grupo de cabeza, en el que también llega a estar su compañero Rins, pero éste se cae intentando ponerse primero. Joan entra segundo a 1.3 de Dovizioso y con Miller pegado a él, lo que le hace muy feliz porque su primer podio en MotoGP.

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MIr celebra su podio en Austria.

GP de Styria: La victoria era suya

Mir va directo a por su primera victoria, escapándose del pelotón, cuando aparece la bandera roja por la caída de Maverick, que se queda sin frenos y se tira en marcha, incendiándose su Yamaha en las protecciones de aire. En la reanudación, no le quedan neumáticos como los que montaba en la primera salida y no le da nada más que para ser cuarto, tras Oliveira, Miller y Pol. Después, empieza a mostrar su personalidad al criticar a Maverick, no por la caída, sino por no haberse retirado varias vueltas antes cuando ya sabía que tenía problemas de frenos.

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Final del GP de Estiria.

GP de San Marino: Pasadón a Rossi para otro podio

Remontada desde la octava posición de la parrilla al podio con una pasada en la última vuelta a Rossi para acabar tercero. Le tira la moto desde muy lejos en un precioso interior de derechas que el italiano no se esperaba. Es uno de los adelantamientos de su vida y una imagen que dio la vuelta al mundo. Le sirve, además, para ponerse cuarto de la general, a 16 puntos del liderato que ocupa en esos momentos Dovizioso.

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Mir, en el GP de San Marino.

GP de Emilia Romaña: Podio con enorme remontada

Otra mala calificación, porque no sabe exprimir aún el neumático nuevo en el time attack, le condena a salir undécimo, lo que no impide que haga una extraordinaria remontada hasta la segunda plaza, a 2.4 de Maverick. Estando ya a las puertas del podio, está a punto de adelantar de una tacada a Quartararo y a Pol, en la curva 2, pero va tan sobrado, que aborta la pasada al español para hacerlo más cómodamente a la vuelta siguiente. Tras esta carrera, sigue cuarto de la general, pero ahora a cuatro puntos de Dovizioso y tres de Quartararo y de Maverick.

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MIr celebra el podio del GP de Emilia Romaña.

GP de Cataluña: Abonado al podio

Otro segundo puesto, en esta ocasión arrancando desde la octava plaza. Cruza la meta por detrás de Quartararo y por delante de Rins, ascendiendo ya a la segunda plaza de la general, a ocho puntos de Fabio. El título empieza a ser una cosa de los dos más jóvenes de la parrilla.

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Rins y Mir en el corralito de Montmeló.

GP de Francia: Cinco puntitos en un difícil GP

La cita de Le Mans es la más complicada para Mir desde que se cayera en la tercera del año, la de Brno. Caídas en los entrenamientos y fuera de la Q2, con un decimocuarto en parrilla que complicaba mucho la carrera. Esta vez no hay remontada, porque la aparición de la lluvia complica aún más sus opciones. Al final, salva los muebles con los cinco puntitos del undécimo puesto y sólo pierde dos respecto a Quartararo, que termina noveno.

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Mir en la carrera del GP de Francia.

GP de Aragón: Asalto al liderato

Día inolvidable para el motociclismo español, copando las cuatro primeras plazas con Rins, Álex Márquez, Mir y Maverick. Joan mejora en la calificación con la sexta plaza y remonta hasta la tercera. A eso se suma el fiasco de Quartararo, con problemas de presión en el neumático delantero y un 18º puesto final que provoca un cambio de líder en la general. Asalta al liderato por vez primera el mallorquín, con seis puntos de renta sobre el francés.

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Rins, Mir y Álex Márquez brindan en el podio del GP de Aragón.

GP de Teruel: Exitosa primera defensa del liderato

Mir se complica la vida de manera extraordinaria en los entrenamientos oficiales al acabar el último de la Q2, duodécimo. Ya en carrera, arregla el desaguisado con una extraordinaria remontada que le lleva hasta el tercer puesto y que le permite salir airoso de su primera defensa del liderato. Además, Quartararo da muestras de debilidad y va perdiendo posiciones hasta el octavo final que le permite al de Suzuki gozar de 14 puntos al frente de la tabla.

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MIr, en el GP de Teruel.

GP de Europa: Puñetazo de campeonato

Lejos de salir con la calculadora encima de la mesa, Mir se lanza a por la victoria cuando su compañero Rins, sin querer, le abre la puerta y de ahí a meta impone un ritmo con el que saca de rueda a sus perseguidores, porque ni Rins ni Pol son capaces ya de intentar el adelantamiento sobre él. Es un puñetazo al campeonato en toda regla, porque se dispara al frente de la general con 37 puntos de ventaja sobre Quartararo y Rins. De paso, tapa las bocas de los que decían que lideraba pero sin ganar carreras.

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Primera victoria de Mir en MotoGP, en el GP de Europa.

GP de Valencia: Coronado una carrera antes

Durante todo el fin de semana transmite una tranquilidad a los suyos y ante los medios impropia en su situación, más aún cuando falla en la Q2 y se clasifica duodécimo. Ya en carrera, se las apaña para no meterse en líos y rodar casi siempre en solitario y en una cómoda séptima plaza que le hace campeón, porque sus principales rivales fallan. Quartararo se cae a las primeras de cambio, Rins no pasa de la cuarta plaza y la victoria de Morbidelli sólo le hubiera dejado sin título terminando undécimo o peor, así que con el séptimo le sobra para coronarse como el sucesor de Marc Márquez.

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MOTOR-MOTOGP-VALENCIA/MIr, en el podio de Cheste celebrando el título.

Mir según su descubridor: Paco Sánchez

La primera cualidad que destacaría de Joan es su talento innato para ir en moto, y diría que sobre cualquier cosa que tenga ruedas. A ese talento desbordante, le suma una determinación y seguridad en sí mismo propia de un campeón. Joan es muy trabajador y meticuloso, con un alto nivel de exigencia para todo el equipo humano que trabajamos para él, pero no mayor que la exigencia que él mismo se auto-impone.

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Le encanta entrenar en moto, alternando casi todas las disciplinas. Le gusta la bicicleta (carretera, BTT y downhill) y el esquí como deportes complementarios. Le apasiona el mar y, como buen mallorquín, le encanta navegar. Además, le gusta la vida familiar y, cuando tiene libre, prefiere pasar el tiempo en casa, viendo series con su novia, Alejandra, y sus tres perros, Dakota, Bruno y Kirby. Prefiere salir con ellos a pasear que ir de bares o discotecas.

De Joan me habla en 2012 Arturo, un amigo mallorquín, muy motero, que me comenta que hay un chaval en Palma con un talento y potencial brutal, y que va a hacer las pruebas de selección de la Rookies Cup. Hablé con Alberto Puig del chico, pero la verdad que en 2013 y 2014, en los años que él corría las Rookies, yo tenía mucho trabajo con Pol Espargaro, Tito Rabat y Mika Kallio, que disputaron y ganaron esos años la categoría de Moto2 (Pol en 2013 y Tito en 2014), además del salto a MotoGP de Pol, y prácticamente no pude seguir de cerca a Joan, viendo solo alguna carrera puntual de él.

Iniciado 2015, su padre y Dani Vadillo, por recomendación de mi amigo Arturo, vienen a mi despacho y me cuentan que el equipo que lo había contratado para hacer el FIM CEV Moto3 (ya que no habían conseguido ningún equipo que se interesase en Joan para hacer el Mundial de Moto3) finalmente no tiene el presupuesto necesario para hacerlo y lo dejan literalmente tirado a poco más de un mes del inicio del campeonato.

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Mir, en el centro, con Paco Sánchez, a la derecha y Tomás Comas, a la izquierda.

En ese momento, me ofrecí a ayudarlos y llamé a todos los team manager de Moto3 y Moto2 en el FIM CEV, MotoGP e incluso en WSSP. Pero nadie se interesó por Joan, salvo que pudiese aportar una elevada suma de dinero al equipo. Le pedían 200.000 euros por correr. Finalmente pudimos conseguir que un equipo modesto, como el Team Machado, pusiese una Moto3 de años anteriores a disposición de Joan para disputar el FIM CEV de 2015. Joan deslumbró en la primera carrera en Portimao, marcándose la pole y la victoria. En Le Mans, donde nunca había corrido, tras rotura de la moto en entrenos, se clasificó penúltimo, pero en carrera remontó desde la última línea de parrilla hasta ponerse líder en unas pocas vueltas con una remontada espectacular, que acabó en caída cuando lideraba la carrera. Tanto había hablado de Joan a los team manager de todas las categorías de MotoGP, así como a mis amigos de la prensa y televisión, que todos estaban pendientes de esa carrera, y aunque acabó en caída, Joan dejó su marca personal, con un recital de adelantamientos, apuradas de frenada y descaro sólo al alcance de pocos pilotos. Aún recuerdo sus lágrimas en el box, y las palabras de consuelo de Christian Lundberg, quién siempre le ayudó y creyó en su talento, y de Mela Chercoles, diciéndole que no se preocupase que un día sería campeón de Moto3. A partir de ese momento, el nombre de Joan Mir ya comenzaba a sonar en el paddock de MotoGP.

En el FIM CEV de Moto3 Joan era un piloto de los de gloria o sabbia (gloria o tierra, como los gladiadores), alternando las victorias y las caídas. Era un diamante en bruto al que sólo había que pulir un poco y tranquilizarlo para que entendiese que los campeonatos se ganan con victorias, pero también trayendo siempre la moto de vuelta al box cuando no se daban las condiciones para ganar. Y Joan lo entendió perfectamente, porque una de sus virtudes es que sabe escuchar los consejos de aquellos profesionales en los que confía.

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Tomás Comas, su preparador físico y asistente, tuvo un papel muy relevante en la evolución como piloto y persona de Joan, transmitiéndole desde los inicios valores como el trabajo, sacrificio, educación, orden y disciplina, sin los cuales seguramente hoy en día Joan no sería el mismo piloto.

Apoyados por Christian Lundberg, dio el salto al Mundial de Moto3 en 2016 con el equipo Leopard Racing, donde quemó etapas muy rápido consiguiendo su primera victoria en Austria en ese mismo año, así como el título de Rookie del año, para arrasar al año siguiente con la consecución del título de Campeón del Mundo de Moto3 en Australia. Su estilo agresivo pero limpio, su inteligencia en la gestión de carrera, sus frenadas y adelantamientos imposibles, no pasaron desapercibidos para los equipos más punteros de Moto2 y Moto3, y de hecho antes de empezar el Mundial de Moto3 de 2017 ya habíamos cerrado un acuerdo con Michael Bartholemy (team manager de Marc VDS) para disputar el Mundial de Moto2 en 2018, pero como estaba seguro de su proyección como piloto de MotoGP por su envergadura, estilo de pilotaje y madurez, en paralelo ya había iniciado las negociaciones con las mejores fábricas de MotoGP para dar el salto en 2019 a la categoría reina.

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MOTO-PRIX-ESP-VALENCIAMir, Márquez y Morbidelli celebran sus títulos en 2017.

Moto2 no es una categoría fácil para los pilotos recién llegados de Moto3, y en el caso de Joan tuvo el hándicap añadido de encontrarse en medio de una guerra fratricida dentro del Marc VDS que tras ciertas disputas acabó con Michael Bartholemy cesado como team manager, y todo el equipo técnico de Joan recibiendo a mitad de temporada una carta de despido para el final de la misma. Eso obviamente perjudicó claramente la progresión de Joan en una categoría tan igualada y complicada. Por suerte el futuro de Joan estaba decidido mucho antes, y no pendía de sus resultados en Moto2. Davide Brivio apostó muy fuerte por Joan, y de las tres fábricas en liza por su contratación, Suzuki, Honda y Ducati, fue el que presentó argumentos más sólidos para convencer a Joan, el cual tomó la decisión de ir a una de las fábricas más pequeñas del Mundial, por esa reunión con Davide Brivio, quién le garantizaba un entorno más familiar y la presión justa para desarrollarse y aprender lo necesario como piloto de MotoGP.

En 2019 daba su salto a la categoría reina, con solo tres años en el Mundial, y después de sortear las trampas y baches que encontró en su camino, Joan cumplía su sueño de pilotar en el Mundial de MotoGP, compitiendo con los mejores pilotos del planeta y compartiendo pista con una leyenda como VR46, su ídolo de infancia y juventud.

Su primer año no fue fácil. Tenía que aprender muchas cosas, tal vez demasiadas. La electrónica había comenzado a ser parte de su nueva vida. Cada pequeño detalle marca la diferencia entre estar delante o en el grupo de cola. Cada décima decide un entrenamiento o una carrera. Y en la parrilla de salida ya no hay pilotos juniors como él, sino los mejores pilotos del mundo, una parrilla plagada de campeones, donde nadie quiere ser derrotado. Con tan poca experiencia en el Mundial, el reto era mayúsculo, pero Joan lo aceptó como siempre, con esas dosis de descaro e inteligencia propias de un futuro campeón. Un accidente en Brno, durante un test IRTA a mitad de temporada, al caerse al final de recta a más de 300 km/h por un fallo en su moto, derivó en una importante lesión pulmonar que le hizo perderse alguna carrera, pero sobre todo condicionó su forma física y capacidad pulmonar durante el resto de la temporada.

De 2020, qué podemos contar que no se sepa. El dichoso COVID-19 arruinó un inicio de temporada normal, e hizo peligrar la temporada. Todos los pilotos confinados en casa con la incertidumbre de qué pasaría. Joan que ya había dado un salto de calidad en los test de pretemporada, se dedicó a entrenar y prepararse físicamente al cien por cien para que el día que comenzase el Mundial pudiera estar en plenitud de condiciones para mostrar su talento.

La primera carrera en Jerez fue un duro golpe a su moral, al caerse por precipitarse en remontar unas posiciones que había perdido por una mala calificación. Eso condicionó la siguiente carrera donde no tuvo la confianza de atacar a los líderes tras otra remontada que lo llevaría a rueda del grupo que peleaba por la segunda posición. Y en Brno, tercera carrera, culminó el mal inicio de año con otra caída provocada por un toque con Iker Lecuona. Dos ceros en tres carreras y un quinto como mejor resultado. El año no podía comenzar peor. El equipo le pedía calma y dulzura en su pilotaje, y que estuviese tranquilo que tenía tiempo para aprender porque no tenía ninguna presión. Pero Joan funciona genial bajo presión, y por ello ese día en la reunión técnica le dijo a su equipo que se había acabado la tranquilidad, y la evolución paso a paso, que había llegado el momento de hacer las cosas a su manera, y que iba a salir al ataque como había hecho durante su corta pero exitosa carrera en las categorías pequeñas. Aquel día dio un puñetazo virtual sobre la mesa de reuniones de su equipo, y el resultado no pudo ser mejor...

Joan funciona genial bajo presión, y por ello ese día en la reunión técnica le dijo a su equipo que había llegado el momento de hacer las cosas a su manera, y que iba a salir al ataque

Joan salió en Austria con su descaro habitual, sin complejos ni limitaciones, logrando un segundo en la primera carrera, y un cuarto que no fue fiel a sus méritos debida a la bandera roja que impidió su primera victoria en el Mundial. Desde ese momento, su equipo se dio cuenta de que Joan había cambiado, que empezaba a llevar la moto, y no la moto a él. Su inteligencia y gestión de carrera hizo el resto, dando siempre el máximo para luchar por cada victoria, pero aceptando un segundo o tercero como un gran resultado. No había más comodines en la baraja para gastar. Ya los había liquidado en sus primeras carreras. Y esa imparable progresión lo ha llevado a luchar por un Mundial en su quinta temporada en el campeonato, con uno de los equipos más modestos, pero que compensan la falta de medios económicos con pasión, trabajo y entrega. Y todo ello en un ambiente familiar y cercano, que son los condimentos perfectos para que un joven piloto evolucione y saque lo mejor de sí mismo.

Joan no ha sido el piloto más joven en llegar o ganar un mundial, tampoco ha tenido un camino de rosas, nadie le puso nunca la alfombra roja para que pudiese quemar las etapas necesarias para llegar a MotoGP,pero se ha ganado a golpe de gas, a golpe de inteligencia, a golpe de trabajo, el derecho a soñar con ser un día campeón del mundo de MotoGP, y el derecho a que sus sueños se hagan realidad, como ahoraTomás Comás, preparador físico de Joan Mir y su asisente en el circuito, desgrana las claves físicas del nuevo campeón, al que aún pule para alcanzar la perfección: “Si pudiera coger tres o cuatro kilos sería una máquina perfecta”.

Una máquina casi perfecta

Tomás Comas, preparador físico de Joan Mir y su asisente en el circuito, desgrana las claves físicas del nuevo campeón, al que aún pule para alcanzar la perfección: “Si pudiera coger tres o cuatro kilos sería una máquina perfecta”.

Los pilotos hablan en plural mayestático generalmente porque, aunque van solos encima de la moto, sienten que son parte de un equipo. Además de los mecánicos y los ingenieros de rigor, es parte fundamental el entorno personal. Joan Mir no es el clásico piloto al que sus padres acompañan a los circuitos, ni siquiera cuando estaba en las dos categorías previas a MotoGP. Sus hombres de confianza en los circuitos son Paco Sánchez, su representante y abogado, y Tomás Comas, su preparador físico y asistente. Éste último analiza al nuevo campeón en clave física y, por extraño que parezca, al mallorquín aún le falta por pulir un detalle para ser “una máquina perfecta”. Ahora se queda en casi perfecta, lo que le ha valido para conquistar el título de MotoGP.

“Joan era un chaval que creció bastante tarde. Pegó el estirón tarde, a los 17 años. Antes de eso era muy pequeño, pero hacía preparación física desde los 12 años, con lo que tenía una base muy sólida y muy estructurada. El cuerpo tiene memoria y, una vez te desarrollas, se ve el resultado. Así, cuando dio el estirón, el tema óseo se estiró muy rápido y lo que hacía falta era que cogiera volumen. Con los años se ha ido estructurando y físicamente es un chaval muy fuerte. En los test que hacemos de potencia y resistencia marca unos valores físicos muy altos. Trabaja muy duro y hace las cosas bien, de una manera muy metódica, muy planificada y muy organizado”, empieza diciendo Comas, balear como Mir y con el aval de haber trabajado previamente en la Rafa Nadal Academy de Mallorca.

Ojo a lo que apunta su preparado físico: “La genética la trae él y la estructura corporal es suya, pero yo pienso que si Joan hubiera hecho otro deporte de ruedas también habría llegado arriba. En lo que requiera manos, Joan habría llegado seguro, porque tiene una velocidad visual muy rápida, una toma de decisiones brutal y, además, tiene don. También tiene una capacidad aeróbica tremenda, porque incluso entrenando con ciclistas profesionales tiene un nivel altísimo para lo que él entrena en la bicicleta. Y una capacidad de fuerza enorme. Esto es por todo el trabajo que lleva haciendo estos años. A nivel de elasticidad, que también es importante para las caídas y la posición en la moto, no es su mayor virtud, pero es bueno también en ese apartado”.

Como deportista de élite, Mir y su equipo de trabajo buscan la perfección, y tienen muy claro dónde apuntar: “Por mejorar le queda algo. Tiene 23 años, es deportista y quema un montón de calorías en un periodo de competición muy largo. Esto hace que los nervios le cierren el estómago y coma menos. Lo que le falta a Joan a nivel físico es que pueda coger tres o cuatro kilos de peso general, de comer. Si Joan pudiera coger tres o cuatro kilos sería una máquina perfecta. Parece fácil, pero para él no es algo fácil subir de peso, porque tiene un metabolismo que le va muy rápido y quema mucho, más de 2.000 calorías diarias. Esto requiere tranquilidad y un tiempo de comer bien, pero a esta velocidad de vida que lleva es difícil conseguirlo. Ahora pesa 67 kilos, porque ha adelgazado un kilo, y mide 1.80, por lo que lo ideal sería que estuviese en 71 ó 72 kilos. Con el tiempo llegará, porque estamos trabajando en ello”.

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Mir en el test de Brno

Mir no es un piloto que se caiga mucho, pero ya sabe lo que es hacerse daño en MotoGP. Sucedió el año pasado, cuando se fue al suelo en el test de Brno posterior a la carrera. Sucedió en el final de recta, por un fallo de la Suzuki, y se fue al suelo rondando los 300 por hora. Fue un momento más complicado de lo que trascendió. Tomás lo sabe bien: “La lesión del año pasado pienso que la gente no sabe el alcance real que tuvo. Sucedió en los test de Brno y, cuando nos dijeron que podríamos estar en Austria, teníamos claro que no. Consideramos que era mejor dar un pasito hacia atrás para recuperarnos bien y volver con un buen nivel. Y es que tuvo un impacto muy fuerte en los pulmones y se le encharcaron. Fue una contusión pulmonar muy fuerte y con esto no hay tratamiento, porque es reposo para que la sangre se absorba. Y es que una repetición de impacto podría ser muy peligroso. La lesión fue en agosto y volvió a las cuatro o cinco semanas, en Misano, sin estar al cien por cien. El médico nos dijo que hasta febrero de 2020 no estaría cien por cien recuperado. Él iba notando que mejoraba al respirar, pero tardaba. Volvimos de la mejor manera que pudimos y a partir de Misano acabamos todas las carreras del año pasado entre los diez primeros”. Se recuperó a la perfección. Tanto que ahora es campeón de MotoGP.

Poker de ases

Mejor jugada es casi imposible: de trío a póker de ases. Y es que Joan Mir se suma a los nombres de Álex Crivillé, Jorge Lorenzo y Marc Márquez como campeones españoles de la clase reina. Sin duda una jugada ganadora en toda regla para un total de 11 títulos entre los cuatro: el de Crivi en 1999, los tres del espartano en 2010, 2012 y 2015, los seis del pequeño genio en 2013, 2014, 2016, 2017 y 2018, y el de Mir en 2020.

 

 

Mir visto por Suzuki

Desde su regreso a MotoGP en 2015, la filosofía Suzuki ha pasado siempre por crear grandes pilotos más que por ficharlos a golpe de talonario. Al frente del proyecto está Davide Brivio, que fue el que apostó en un primer momento por Maverick Viñales, que hizo pareja de box con Aleix Espargaró. Cuando Mack se le escapó a Yamaha, se reinventó con Álex Rins, formando tándem con Andrea Iannone. Y la apuesta definitiva que acaba de demostrar ser la ganadora, ha sido mantener a Rins e introducir a Joan Mir en sus filas en 2018. En sólo dos años, el mallorquín ya les ha dado el título, algo que no sorprende del todo a Brivio, porque ya sabía desde 2017, el año de su título en Moto3, que se trataba de un piloto especial.

Al italiano se le iluminan los ojos a la hora de recordar el porqué de la elección de Mir: “Siempre hemos tenido la filosofía de buscar pilotos jóvenes y hacerlos crecer. Es algo que comenzamos con Viñales y volvimos a empezar de cero con Rins cuando se marchó Viñales. Con Rins también funcionó y reafirmamos que ése es nuestro camino. Cuando necesitas dos pilotos tienes dos opciones, o fichar a uno caro y ver cómo va o coger a uno que sabes que tiene talento, que crees que es valiente y que tiene potencial y hacerlo crecer. Nosotros decidimos hacer esto segundo y Joan me había impresionado ya en su temporada de Moto3, sinceramente. A él se le veía venir desde Moto3. Un piloto que gana diez carreras en una temporada de Moto3 tiene que ser especial y no es uno normal. Además, me gustaba mucho su agresividad, porque es muy decidido a la hora de adelantar. Si tiene que pasar, pasa. No espera. Se veía que era un piloto especial”.

Un piloto que gana diez carreras en una temporada de Moto3 tiene que ser especial y no es uno normal. Además, me gustaba mucho su agresividad

Brivio recuerda con cariño el primer contacto entre las dos partes: “La primera vez que nos vimos fue en mayo de 2018, en Jerez, mientras corría en Moto2. Le dije que necesitaba hablar con él y tuvimos una reunión. Hablamos y me dijo que le gustaría subir a MotoGP y que querría hacerlo con Suzuki, porque entendía que nuestra moto era la que más se adaptaba a su estilo y a su cuerpo, porque él era alto y consideraba que la Suzuki se podía adaptar bien a él. Luego ocurrió una cosa curiosa, porque me dijo que tenía una opción con Honda en ese momento y que estaba obligado, por el derecho de tanteo, a decirle a Honda la oferta de Suzuki. Yo le dije que lo entendía, pero le pregunté que, si el pudiera elegir libremente entre ir a Honda o ir a Suzuki, qué elegiría. Me dijo que lo que él quería era venir a Suzuki y yo le dije que fantástico y que a partir de ahí nos poníamos a hablar. Nosotros le elegimos a él y él nos eligió a nosotros, y esto es lo importante”.

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Joan Mir, tras su victoria en el GP de Europa.

Y lo que más valora del nuevo campeón es esto: “Me ha sorprendido su madurez. El domingo de Valencia 1 demostró su fuerza mental. Se trata de un piloto jovencísimo, que está en su segundo año en el Mundial de MotoGP y que lidera con 14 puntos, con lo que está ante una gran oportunidad de título, pero lo que él quería era ganar la carrera y punto. No hizo ningún tipo de cálculo ni pensó en Quartararo, Morbidelli u otros. Quería ganar, sin más. No había hablado nunca del campeonato en todo el año ni de la clasificación. Otro ejemplo es la carrera de Aragón en la que partía duodécimo. Su único pensamiento allí era cómo recuperar posiciones rápido para llegar delante. Después, cuando se vio que era tercero, con Rins dos segundos por delante y con el cuarto dos segundos por detrás, pensó que así iba bien para el campeonato, pero sólo en ese momento. Ha pensado en todo momento carrera a carrera. Parece fácil, pero sólo si se tiene una cabeza como la suya”. Y con 23 años.

Sexto ganador con Suzuki

Joan Mir es el sexto ganador con Suzuki en la clase reina. Antes que él lo hicieron Barry Sheene (1976 y 1977), Marco Lucchinelli (1981), Franco Uncini (1982), Kevin Schwantz (1993) y Kenny Roberts Jr (2000).

Barry Sheene

El británico es el Valentino Rossi de su momento, porque su fama iba más allá de sus victorias, al punto de ser considerado como un quinto beattle. Era un fenómeno, dentro y fuera de la pista, porque a divertirse le ganaban pocos. Piloto de un motociclismo de otra época, era capaz de fumar en la misma parrilla de salida, para lo que había agujereado el casco a la altura de la boca. Consiguió dos títulos consecutivos de 500cc, en 1976 y 1977, con mucho margen en ambas ocasiones, +24 sobre Länsivuori y +27 sobre Baker.

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MOTOCICLISMO

Marco Lucchinelli

El primer italiano capaz de darle un título de la categoría reina a su país desde la desaparición de Giacomo Agostini. Conocido como Caballo loco, era de los de todo o nada y no fue hasta que mejoró en regularidad cuando llegó su gran oportunidad. La temporada de 1980 la había despedido con su primera victoria, en el peligroso Nurburgring, y en 1981 logró cinco triunfos que le auparon al título. Luego se iría a Honda, donde no estuvo a la altura de Freddie Spencer, y acabaría sus días en Cagiva.

Franco Uncini

Sucedió a su compatriora Lucchinelli en el trono del medio litro en 1982, aunque casi se hizo más célebre por el aparatoso accidente sufrido al año siguiente que por su entorchado. El italiano salió por orejas en Assen sin que Wayne Gardner lo pudiera esquivar, golpeándole con su moto y perdiendo Uncini el casco en el brutal impacto. Él bien sabe mejor que nadie que está vivo de milagro y en la actualidad es responsable de la seguridad de los pilotos en el Mundial.

Kevin Schwantz

El célebre 34 logró el título en 1993, con el triste lunar de verse beneficiado por el fatal accidente de su eterno rival, Wayne Rainey, que quedó postrado para siempre en una silla de ruedas por su accidente esa temporada en Misano. Lo que nadie pone en duda es que ese título con Suzuki hace justicia a su extraordinaria andadura mundialista, plagada de victorias o caídas, porque para él era siempre un todo o nada. Nadie frenaba como él y, aunque Rainey ganó dos títulos más que él, sin embargo, el texano gana al californiano en el capítulo de vitorias (25-24). Un piloto tan carismático como en su día lo fue Sheene y siempre fiel a Suzuki, lo que le convierte en un símbolo de la fábrica de Hamamatsu.

Kenny Roberts Jr

Doloroso título el suyo para el motociclismo español, en el año 2000, por ser el que destronó a Crivillé y enfrentarse con el público de Jerez. Hubo una época en la que le dio por parar las carreras levantando la mano por la tímida aparición de la lluvia y en Jerez se enfrentó al público español, que se alineó mayoritariamente en su contra como nunca antes se había visto. Está a años luz de su padre, el tricampeón y marciano King Kenny, pero nadie puede borrarle de su palmarés ese título. Eso sí, quedó la sensación de que si el campeonato hubiera durado dos o tres carreras más igual le hubiera acabado mojando la oreja el novato Valentino Rossi.

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MOTOCICLISMO 00

Palmarés de títulos de 500cc/MotoGP

Año Piloto
1949 Leslie Graham (GBr/AJS)
1950 Umberto Masetti (Ita/Gilera)
1951 Geoff Duke (GBr/Norton)
1952 Umberto Masetti (Ita/Gilera)
1953 Geoff Duke (GBr/Gilera)
1954 Geoff Duke (GBr/Gilera)
1955 Geoff Duke (GBr/Gilera)
1956 John Surtees (GBr/MV Agusta)
1957 Libero Liberati (Ita/Gilera)
1958 John Surtees (GBr/MV Agusta)
1959 John Surtees (GBr/MV Agusta)
1960 John Surtees (GBr/MV Agusta)
1961 Gary Hockinf (Rho/ MV Agusta)
1962 Mike Hailwood (GBr/MV Agusta)
1963 Mike Hailwood (GBr/MV Agusta)
1964 Mike Hailwood (GBr/MV Agusta)
1965 Mike Hailwood (GBr/MV Agusta)
1966 Giacomo Agostini (Ita/MV Agusta)
1967 Giacomo Agostini (Ita/MV Agusta)
1968 Giacomo Agostini (Ita/MV Agusta)
1969 Giacomo Agostini (Ita/MV Agusta)
1970 Giacomo Agostini (Ita/MV Agusta)
1971 Giacomo Agostini (Ita/MV Agusta)
1972 Giacomo Agostini (Ita/MV Agusta)
1973 Phil Read (GBr/MV Agusta)
1974 Phil Read (GBr/MV Agusta)
1975 Giacomo Agostini (Ita/Yamaha)
1976 Barry Sheene (GBr/Suzuki)
1977 Barry Sheene (GBr/Suzuki)
1978 Kenny Roberts (EEUU/Yamaha)
1979 Kenny Roberts (EEUU/Yamaha)
1980 Kenny Roberts (EEUU/Yamaha)
1981 Marco Lucchinelli (Ita/Suzuki)
1982 Franco Uncini (Ita/Suzuki)
1983 Freddie Spencer (EEUU/Honda)
1984 Eddie Lawson (EEUU/Yamaha)
1985 Freddie Spencer (EEUU/Honda)
1986 Eddie Lawson (EEUU/Yamaha)
1987 Wayne Gardner (Aus/Honda)
1988 Eddie Lawson (EEUU/Yamaha)
1989 Eddie Lawson (EEUU/Honda)
1990 Wayne Rainey (EEUU/Yamaha)
1991 Wayne Rainey (EEUU/Yamaha)
1992 Wayne Rainey (EEUU/Yamaha)
1993 Kevin Schwantz (EEUU/Suzuki)
1994 Mick Doohan (Aus/Honda)
1995 Mick Doohan (Aus/Honda)
1996 Mick Doohan (Aus/Honda)
1997 Mick Doohan (Aus/Honda)
1998 Mick Doohan (Aus/Honda)
1999 Álex Crivillé (Honda)
2000 Kenny Roberts Jr (EEUU/Suzuki)
2001 Valentino Rossi (Ita/Honda)
2002 Valentino Rossi (Ita/Honda)
2003 Valentino Rossi (Ita/Honda)
2004 Valentino Rossi (Ita/Yamaha)
2005 Valentino Rossi (Ita/Yamaha)
2006 Nicky Hayden (EEUU/Honda)
2007 Casey Stoner (Aus/Ducati)
2008 Valentino Rossi (Ita/Yamaha)
2009 Valentino Rossi (Ita/Yamaha)
2010 Jorge Lorenzo (Yamaha)
2011 Casey Stoner (Aus/Honda)
2012 Jorge Lorenzo (Yamaha)
2013 Marc Márquez (Honda)
2014 Marc Márquez (Honda)
2015 Jorge Lorenzo (Yamaha)
2016 Marc Márquez (Honda)
2017 Marc Márquez (Honda)
2018 Marc Márquez (Honda)
2019 Marc Márquez (Honda)
2020 Joan Mir (Suzuki)
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