El retorno del rey maldito

Uno de los grandes éxitos de la primera generación de títulos para 360, que gozó de un éxito parejo también en PC, fue, sin duda, Oblivion, la cuarta entrega de la saga de rol The Elder Scrolls. Se trataba de un título largo como pocos, haciendo honores a la tradición de juegos del género, principalmente a su elogiado antecesor, Morrowind, un muro tal vez demasiado difícil de superar, pero ante el que no se ha quedado atrás.

Pero por si a alguien le parecían pocas las cien horas de juego que, tranquilamente, puede ofrecer Oblivion, las expansiones no han tardado en llegar a nosotros. Gracias a una microtransacción sencilla a través del bazar de Xbox Live, o comprando el disco en cualquier tienda para su versión PC, podremos hacernos con esta expansión del juego, la cual podríamos considerar de calidad tras la incomprensible 'armadura del caballo', que recibe el nombre de Caballeros de los Nueve.

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Aquellos que ya le sacasen todo el jugo a Oblivion, o que al menos lleven abundantes horas de juego encima, notarán que hay conversaciones nuevas de las que puede surgir una misión desconocida. Sin embargo, los que empiecen su aventura y desconozcan el universo original del juego, no se percatarán de que se trata de la expansión, ya que está perfectamente implementada en el juego.

De este modo no se rompe la armonía del título y se consigue un conjunto espléndido, al alcance de los neófitos y de los acérrimos seguidores. La principal pega que se le puede poner es la relativa complicación para acceder a ella, pero es que se trata de una aventura secundaria como las demás, no se le dota de una importancia claramente superior, lo que implica que no nos viene servida en bandeja y nos obliga a esforzarnos para llegar a ella.

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Este nos cuenta su historia, en la que el viejo ayleid, Umaril, todavía sigue vivo, resucitado de entre los muertos, con el objetivo de reconquistar Cyrodiil y volver a esclavizar a toda su población. Ofreceremos nuestra ayuda para volver a acabar con el monarca enemigo, para lo cual tendremos que ganarnos el favor de los Nueve, para ganarnos su confianza y que nos acepten como ayudante.

Para tal fin, tendremos que hacer un peregrinaje por todas las ermitas de la ruta de Cyrodiil, todas ellas en lugares inhóspitos. Una vez superada esta dificultad, el anterior verdugo de Umaril nos ayuda indicándonos que no podemos acabar con él sólo en su forma física, sino que también tendremos que eliminar a su espíritu, lo cual nos pondrá las cosas más difíciles, pero que no nos van a detener llegados hasta aquí.

Una historia larga, entretenida, muy interesante gracias a su absorbente y atractivo guión, que hará las delicias de todos los usuarios que le den una oportunidad. La duración aproximada de esta expansión gira en torno a las seis ó diez horas, aunque como siempre eso depende la pericia y el modo de jugar de cada uno. Dentro de tiempo Oblivion no es demasiado, pero resulta más que satisfactorio (hay juegos completos que duran menos de eso).

A todas luces esta expansión resulta una compra recomendada y casi obligada para los amantes del rol a los que el juego original se les quedó corto y quieren más. Los que todavía no descubriesen Oblivion pueden hacerse con ella y descubrir su historia como si fuese una aventura secundaria más, sin ningún tipo de elemento especial que la encuadre fuera del marco de la situación que está viviendo el mundo.

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