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Steredenn: Binary Stars

Steredenn: Binary Stars

  • PlataformaNSW8PCPS4XBO
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorPixelnest Studio
  • Lanzamiento01/10/2015 (PC)01/04/2016 (XBO)28/06/2016 (PS4)08/03/2018 (NSW)
  • TextoEspañol
  • EditorPixelnest Studio

Stereden: Binary Stars. Análisis

Steredenn se aventuró hace ya un tiempo con una propuesta algo diferente a la de los clásicos shoot em up horizontales. Tres años después, Switch recibe su versión definitiva.

Actualizado a

 

¿Y si esta vez fuese aleatorio?

Si hay una verdad inseparable del concepto mismo con el que se diseñaban los shoot em up clásicos, es esta: la memoria es la clave. La memorización de niveles y patrones resultaba esencial para superar las fases más extremas; era crucial para sobrevivir a las oleadas más enrevesadas e imprescindible, por último, para obtener las puntuaciones más altas (que en este género suelen llevar aparejadas la mayor diversión). De repente, Steredenn, un pequeño shoot em up surgido de la siempre pujante escena independiente francesa, se plantea esta pregunta que nada poco menos que a contracorriente si recordamos la historia del género, que siempre se sustentó en un diseño de niveles muy estudiado de antemano que la buena memoria nos ayudaba a superar. Al mismo tiempo, contiene una respuesta a las plegarias de muchos de quienes llevan décadas siguiendo las evoluciones de las navecitas disparándose por el espacio.

Tengamos claro un hecho de antemano: no es Steredenn el único shoot em up que abraza la filosofía roguelike. Tampoco es desde luego el más conocido, ya que esos laureles los conquistó hace tiempo Enter the Gungeon con su mezcla de mazmorras y disparos. Sí que es, con permiso de otro gran indie desconocido como es Monolith, el que más se ha preocupado de fusionar la filosofía de diseño roguelike con todo lo que suponía un shoot em up de la era dorada del género. Esto es: sin usar dos sticks ni nada que pueda modernizar lo más mínimo su control y con unos gráficos deliciosos, pero claramente orientados hacia lo que ahora llamamos pixel art. Steredenn se descubre así ante nosotros como un juego extremadamente clásico en su envoltorio, pero resulta ejemplar en cuanto a lo bien que lleva a cabo un viejo sueño de muchos de los que disfrutaron de sus viejos modelos: el de un shoot em up que se sintiese al mismo tiempo igual y diferente en cada partida.

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Steredenn triunfa en su idea de fusionar la filosofía roguelike con una recreativa de los primeros noventa. El juego respira al ritmo de los elementos que ya todos identificamos con esta tendencia actual, con sus muertes permanentes y unos power ups extremadamente impredecibles que se nos ofrecen de manera aleatoria, esta vez al dar buena cuenta de alguno de los siete jefes finales que marcan los hitos de la campaña. Con ellos nos situamos claramente ante un juego roguelike que se adapta a un género añejo, pero sus diseñadores tienen la precaución de dejar claro un detalle muy importante. En Steredenn, según las mismas personas que lo han ideado, los niveles están diseñados de forma prácticamente aleatoria, lo que implica que no todo lo que nos hostiga en la pantalla lo ha decidido alguna fría función matemática. Bien hecho: en esta renuncia reside uno de sus mayores aciertos.

Pensemos en un shoot em up horizontal que se entregase al Bullet Hell para, al mismo tiempo, disparar cada bala enemiga de manera totalmente aleatoria. Posiblemente, un videojuego así lo tendría complicado para divertirnos de una manera consistente. Steredenn, por el contrario, lo clava a la hora de controlar a la perfección el azar, y en él nos enfrentaremos a unos niveles que, siendo claramente diferentes en cada partida, nos permiten ir aprendiendo de los muchos patrones que van surgiendo sin previo aviso en cualquier momento en cada uno de los intentos. Unos intentos que, tengámoslo claro, logran diferenciarse lo suficiente entre ellos, como está mandado en los cánones de lo procedural, sobre todo gracias a la enorme diversidad de configuraciones que se pueden caer en cada partida. Es esa combinación de azar y patrones enemigos mil veces vistos la que que termina por convertir a Steredenn en lo que pretende, que no es otra cosa que un juego casi infinito. Un shoot em up inabarcable, es cierto, pero también una propuesta sólidamente cimentada en un aspecto cuidado hasta el delirio: las armas.

 

Una combinación de armas para cada intento

Hay pocos tipos básicos de armas en Steredenn, y nuestras naves pueden acumular dos en su arsenal. Lo prodigioso es comprobar cómo estas variedades principales enmascaran una multitud de posibilidades asombrosa, con más de cuarenta equipamientos diferentes que pueden aparecer en cualquier momento, obligando sí o sí al jugador a las aproximaciones más impensables para combinarlas con acierto. Las cosas terminan de adquirir profundidad con el efecto que estos diferentes tipos de proyectiles o armas de contacto pueden tener sobre los enemigos, ya que éstos pueden desarrollar resistencias o tener debilidades que complican las cosas un poquito más si cabe. Por último, cada nueva partida a Steredenn termina por convertirse en todo un universo paralelo gracias a las mejoras aleatorias, las cuales pueden dar origen a combinaciones casi demenciales que, sin embargo, resultan operativas y divertidas, permitiéndonos hacer un gran intento que nos tendrá muy orgullosos…para después no volver a aparecer de nuevo en muchas horas.

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Steredenn es un shoot em up pensado para dedicarle mucho tiempo. La cantidad de builds bizarras que pueden aparecer o las diferentes características de las naves a desbloquear a medida que vamos siendo mejores (de manera permanente, esto sí) son una verdadera sorpresa para cualquiera que goce simplemente disparando y esquivando enemigos. Es precisamente eso y no otra cosa lo que se ofrece de forma ilimitada, llegando por supuesto a los extremos de dificultad de todo bullet hell. Steredenn ha recorrido un largo camino desde 2015 hasta su estado actual, pero el resultado final es merecedor de la admiración de todos los que aún se entusiasman con el género. Esta ampliación, subtitulada Binary Stars, que ahora recibimos en Nintendo Switch, ha terminado por rematar una propuesta que ya era sólida a la salida del juego hace casi tres años en Steam. Es cierto que pasó absolutamente desapercibido en sus comienzos, pero también es justo recordar que Steredenn tenía entonces muchísimo menos contenido que este torrente que ahora exhibe con orgullo. También se percibe el trabajo realizado en cuanto a sus jefes finales, con patrones que prácticamente tocan todos los palos que hemos contemplado alguna vez en tantos grandes de siempre. Hasta tal punto es así que, por suerte, podremos entrenar los enfrentamientos con todos ellos en un modo arena que resulta imprescindible para los que pretendan tomarse en serio el reto de pasar del primer loop.

Otra vez Neo-Retro

La estética pixel art, consolidada ya como una elección estética más que una manera de esconder la falta de recursos, vuelve a brillar a gran nivel en esta ocasión. Destaca sobre todo el detalle y la variedad de sus fondos, naves protagonistas y explosiones, un auténtico despliegue de esas pequeñeces que engrandecen un conjunto. Navecitas que cambian ligeramente de apariencia al equipar tal o cual arma, casquillos que se desprenden de las balas, los efectos realmente llamativos que se aprecian en algunos rayos y quién sabe cuántos detalles más se complementan con una auténtica galaxia pixelada en los fondos, que rayan a un nivel francamente sorprendente. Se agradece todo este despliegue si pensamos lo que fueron los inicios del juego, que sin duda ha recorrido un enorme camino a nivel visual al que solo cabría pedir ahora mayor variedad de diseños (porque de patrones es complicado) en enemigos y jefes finales. Aun así, la cantidad de estos fondos tan ricos, que tanto tardan en repetirse, logran que nos olvidemos de lo mejorable para recrearnos con la sensación de conjunto extremadamente pulido que da todo el juego, tan pronto vamos conociendo todo lo que nos ofrece. En estos tiempos de shoot em ups fantásticos, Steredenn se distingue con su azar controlado en un bello entorno bidimensional. Un juego muy bien llevado a cabo en todas sus facetas, ideal para Nintendo Switch ya que resulta perfecto para una partida de cinco minutos en modo portátil, pero al mismo tiempo está bien provisto de motivos para que los más asiduos se entreguen a él durante horas, intento tras intento hasta que todos los factores nos permitan el asalto definitivo.

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8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.