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Rick and Morty: Virtual Rick-ality

Rick and Morty: Virtual Rick-ality

Análisis de Rick y Morty: Virtual Rick-Ality

Su humor no tiene límites, no hace rehenes, no deja ningún tipo de sensibilidad sin herir. Fieles al mismo, los videojuegos de Rick y Morty tampoco tienen barreras, y tras una aventura gráfica propia, una aparición en Dota 2, un título basado en burlarse de Jerry y una exitosa parodia de Pokémon, ahora le toca el turno a la realidad virtual. Hora de ponerse las gafas al grito de Pickle Rick! y ver qué da de sí este Rick y Morty: Virtual Rick-Ality.

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Rick y Morty: Virtual Rick-Ality, Análisis RV

Por desgracia, nunca tendremos suficiente capítulos de Rick y Morty. Nunca saciaremos esta terrible sed. La serie de animación del momento, emitida por el canal Adult Swim (y cuyas tres temporadas pueden encontrarse en Netflix), ha conquistado nuestro oscuro corazoncito tal y como ha hecho con el de tantos y tantos otros millones de espectadores en todo el mundo. Quién sabe. Quizá sea su humor negro, esa falta de tabús y pelos en la lengua que no deja títere con cabeza. O quizás sea ese alarde imaginativo, lleno de situaciones inverosímiles y diálogos surrealistas. A lo mejor es semejante cúmulo de parodias, de referencias a la cultura popular y burlas a todo aquello conocido y por conocer. Es igual. Sabemos que es uno de nuestros puntos débiles y, visto lo visto, sus creadores también lo saben. Quizás por eso Dan Harmon y Justin Roiland parezcan decididos a dejarnos sin cuarta temporada hasta 2019, tal y como nos hicieran en el pasado, entre la segunda y la tercera, que tanto se hizo de rogar.

Esta travesía por el desierto, carente de la crudeza de semejante humor y de lo subido de tono de algunas de sus bromas, oxígeno para nuestro organismo, solo puede sobrellevarse a base de los vídeos "no canónicos" que de vez en cuando sube Adult Swim a su canal de Yotube y de... por supuesto, videojuegos. Incluso aunque estos últimos sean concebidos a base de mentiras y coincidencias, como es el caso del que hoy nos ocupa: Rick y Morty: Virtual Rick-Ality

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¿Qué pasaría si un día cualquiera Justin Roiland, de reunión en reunión por la costa oeste de Estados Unidos, se diera cuenta de que se haya en el mismo edificio que Respawn Entertainment y preguntara en sus redes si algún desarrollador del estudio era fan de la serie? Pues lo que sucedió. Miles de respuestas, la mayor parte de ellas de personas ajenas al estudio. Lo que no pasa tan a menudo es que alguien del calibre de William Pugh (uno de los creadores del mítico The Stanley Parable) mienta y diga que es parte de Respawn y seguidor de Rick y Morty. En cualquier caso, nos alegramos de que lo hiciera. Tras descubrirse la mentira y el estatus de su autor, no tardaron en surgir ideas para un videojuego entre Roiland y Pugh, que no se consolidó hasta años después, cuando el primero ya se hubiera adentrado en la realidad virtual y puesto en contacto con Owlchemy Labs, los creadores de Job Simulator.

Lo que hoy tenemos entre manos es el análisis del resultado de semejante cúmulo de casualidades y peripecias. La adaptación a realidad virtual del descomunal, virulento y desternillante universo de Rick y Morty. No es la primera vez que el universo de Rick y Morty entra en contacto con el sector del videojuego. De hecho, es la cuarta (sin contar una aparición estelar en Dota 2), y hasta ahora los resultados cosechados son a cada cual más disparatado y divertido. Ahí están la aventura gráfica que aún podemos jugar gratis en la propia web de Adult Swim —Rick and Morty's Rushed Licensed Adventure—, ese desternillante homenaje a todos los que hayan visto la serie que fue Rick and Morty: Jerry's Game, o la última y aclamada parodia de Pokémon —Pocket Mortys— . En esta ocasión estamos ante el título más ambicioso y "serio" de todos, como demuestra el hecho de que, por primera vez, nos encontramos ante un videojuego de la serie que es de pago. ¿Estará justificado? ¡Empecemos! Wubba lubba dub!

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En lo gráfico estamos ante un título bastante resultón. Teniendo en cuenta que abandonamos las dos dimensiones de la serie y damos el salto a las tres, no es poco. Hay experimentos más raros. Sin ir más lejos, y dentro de la propia serie, ahí están Buttworld y Bushworld Adventures, grabados a fuego en nuestra retina y en nuestras pesadillas. En algún momento nos acordaremos de ese mítico capítulo de Los Simpson en el que veíamos a Homer en tres dimensiones, pero poco más. Homer al cubo, que se llamaba. Como en él, lo que más chirría son los modelados de los personajes. Por suerte o por desgracia coincidiremos poco con ellos y en el fondo tampoco es que resulten molestos, simplemente diferentes. En general su acabado cartoon es agradable a la vista y no nos saca en ningún momento del universo Rick y Morty.

Sin tiempos de carga, donde más llama la atención es en las físicas de los distintos objetos y en cómo estos reaccionan a toda interacción con nosotros. Quitar la anilla a una lata de cerveza, darle la vuelta y que caiga su contenido es algo tan estúpido como satisfactorio. Llevarse una manzana a la boca, que el personaje la muerda y que esto se refleje en ella, también. Así con todo. Que los objetos que hemos lanzado por los aires caigan allí donde habíamos apuntado, que reaccionen de forma distinta en función de la gravedad que hay, o que hasta reaccionen entre sí... En fin. En general, es bastante orgánico y fluido en ese aspecto, lo que no sorprende viniendo de los creadores de Job Simulator, que ya sacaba pecho y presumía de músculo en ese apartado. Pero donde el juego logra una auténtica matrícula de honor es en el campo sonoro. La música y los efectos de sonido están extraídos de la serie, y las voces de los personajes son las mismas. Será inevitable sonreír cuando les escuchemos y oigamos insultarnos por primera vez. 

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No tenemos pega alguna en lo técnico, más allá de la cantidad de espacio de nuestra casa que requiere el juego. Mucho más del que estamos acostumbrados a necesitar en otros juegos de realidad virtual. Aquellos con un salón pequeñito han de prepararse para sufrir y estar recalibrando continuamente. Vamos a agacharnos, levantarnos, movernos hacia delante y hacia detrás, girar sobre nosotros mismos... Hemos echado en falta alguna opción que permita ejecutar alguna de estas acciones vía botón, lo que solucionaría muchos problemas.

En cuanto a las mecánicas jugables, el título nos sitúa dentro del archiconocido garaje de Rick, en la piel de un clon de Morty que ha sido creado para... ¡sorpresa!, limpiarle los calzoncillos al propio Rick. Exacto, nuestro personaje ha sido creado con el único propósito de hacerle la colada a Rick para que así él pueda irse a correr aventuras por el universo de la mano de Summer y el Morty original. Por tanto, estaremos durante la mayor parte del juego en dicho garaje, trabajando en la ropa de Rick y otras tareas domésticas que se le vayan ocurriendo.  En ese contexto, Rick y Morty: Virtual Rick-Ality es un juego de puzles y exploración. Una suerte de Job Simulator 2.0 en el que buscaremos ciertos objetos por el garaje, combinaremos otros tantos en máquinas que permiten cierto crafteo, superaremos minijuegos que ponen a prueba nuestra velocidad con los Move, otros en los que seguir ciertas instrucciones y tirar de lógica... etcétera. Carece de verdadera profundidad o complicación, pero funciona. Estos rasgos le pasaría factura de no ser por su escasa duración, que no le da tiempo a evidenciarse como un juego simple y repetitivo, y también debido a su maravillosa ambientación

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Virtual Rick-Ality dura entre 1 y 3 horas, dependiendo de lo que nos entretengamos en explorar el garaje y descubrir todos sus secretos y referencias. En cualquier caso, ni haciéndolo todo lograremos alcanzar las 4 horas de vida útil. Hay un momento bastante divertido dentro del propio juego en el que hasta los personajes se ríen de la duración del mismo y toman a cachondeo su endgame y la pocas posibilidades de éste (que consisten en poco más que en repetir hasta la saciedad los minijuegos ya superados y en encontrar un puñado de coleccionables). Se agradece, porque a estas alturas solo se puede tomar con humor el hecho de que la realidad virtual siga topando una y otra vez con la misma piedra.

Estamos de nuevo ante un título que se termina justo cuando parece despegar. Un título que carece de mecánicas profundas. De variedad. Que de no ser por ese plus que siempre aportan los dispositivos de realidad virtual al situarnos de lleno en el universo del juego, es decir, por dos factores tan importantes como la inmersión y ambientación, no tendría demasiado que decir. Y un título que a pesar de sus carencias, donde no recorta es en el precio, que asciende en esta ocasión hasta los 30€. Nada nuevo en el campo de la RV. Como decimos, a estas alturas es mejor tomárselo con humor. 

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El verdadero motivo por el que el título merece la pena es por su lograda ambientación. Es un juego hecho por y para los fans de Rick y Morty, que disfrutarán de él de principio a fin. Es un excelente uso de la licencia, repleto de momentos divertidísimos y diálogos brillantes. Usar una caja de Meeseeks para que hagan el trabajo por nosotros; liarnos a tiros con los Gromflamites, "esos burócratas de la Ferederación Galáctica"; visitar el purgatorio; usar la pistola de portales; jugar cuanto queramos a ROY, la famosa recreativa que nos permite simular la vida de una persona y ver cuántos años aguantamos; probar para qué demonios sirve un Plumbus; alimentar a los alienígenas secuestrados del garaje de Rick... Una delicia para todo aquel que haya seguido la obra de Adult Swim.

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Al contrario que otros juegos, el título no se conforma con referencias evidentes que no aportan nada. Es decir, no te planta un póster de un personaje en la pared de un escenario para que digas: "¡Ah, si ese es...!" y poco más, por poner un ejemplo; ni te hace repetir las mismas escenas de la serie. Al contrario, coge muchísimos de los elementos del espectacular universo creado por Justin Roiland y Dan Harmon, y te permite interactuar y vértelas con ellos en momentos únicos y exclusivos. Llegado cierto punto, incluso Morty se nos pone a decir que ciertas cosas que pasan en el juego serán canon de la cuarta temporada. Por tanto, y lejos de lo que pueda parecer, no se trata de fan service barato, "cuatro guiños" y fuera, sino de una aventura genuina e hilarante dentro de ese universo. Un capítulo más de la serie. Cuidado al detalle, es difícil encontrar objetos sin sus propias acciones y líneas de diálogo.

Sobra decir, basándonos en todo lo expuesto, que el juego va dirigido a un público muy concreto, careciendo de interés para todos aquellos ajenos al show. Desgraciadamente, el tema de la duración hace que, a pesar de la increíble cantidad de cosas que se han integrado en esta "mini-aventura", muchas otras, como varios de los personajes, se hayan tenido que quedar fuera (¿quién decidió dejar fuera a nuestro querido Hombre Pájaro?). Lo mismos ocurre con las incursiones planetarias, que se antojan pocas. Daba mucho más de sí. Y por supuesto, todas estas referencias de las que hablamos solo las podremos disfrutar de tener cierto nivel de inglés, pues el título viene única y exclusivamente en versión original, y además lo hace sin subtítulos. Quizás sea el mayor escollo de Rick y Morty: Virtual Rick-Ality, un juego que, por lo demás, es tan simple como divertido

Análisis hecho con una versión del juego para PS4 y PS VR ofrecida por Sony.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.