Deseos E3 2015
Como cada año, los redactores de MeriStation se adelantan a la feria E3. Estos son nuestros deseos y peticiones para una edición en la que la Next Gen debe confirmarse como la generación dominante y no solamente la actual.
Javi Andrés
El E3 que asiente la Realidad Virtual
La edición de la feria angelina de este año va a estar indudablementemarcada por la tecnología de cascos y gafas de Realidad Virtual. Hallegado el momento. Tanto Microsoft con sus asombrosas HoloLens, comoSony con Project Morpheus tan centrado en el juego y Oculus VR con su yasúper testado visor han confirmado que este junio conoceremos másdetalles del lanzamiento definitivo, como fechas exactas para 2016 yprecio concreto. Y, junto al interés total que -obviamente- tengo enmateria de juegos venideros, me alegra y apasiona que el E3 2015 sea elescenario para materializar lo que hasta ahora eran propuestasexperimentales, versiones previas, prototipos de prueba, demos en feriasy promesas en el aire. Tanto PlayStation 4 como Xbox One van a darnosmuchas alegrías, pero la llegada de la Realidad Virtual a ellas esinnegablemente uno de los motores para el futuro, siempre que entre conprecios asequibles y total solidez de funcionamiento, comodidad yresolución. Ya me imagino un catálogo de juegos sorprendentes que usenhologramas con Realidad Aumentada y manejo de entornos 3D mediante elgiro de cabeza del jugador, buscando de verdad nuevos géneros, nuevassensaciones interactivas e implantando la nueva generación de una vezpor todas y sin tanta media tinta. No me dejo mis hypes personales enmateria de software ya tradicional como Uncharted 4, Mirror's Edge 2,Kingdom Hearts III, nuevo Gears of War, nuevo Mass Effect, The Legend ofZelda de Wii U o ese prácticamente confirmado Fallout 4. En fin, E3prometedor éste que ya asoma a menos de un mes.
Enrique García
Las ediciones del E3 se miden siempre por ciclos. Están las que coinciden con las presentaciones de nuevas consolas, las de transición y las que sirven para definir la victoria de una u otra máquina -ya asentada- durante los próximos meses. El E3 2015 es precisamente de esos. Contamos con dos consolas en liza, la PS4 y la Xbox One, con una que juega su propia liga (para variar...) como es Wii U, que sigue estando vigente a pesar de que se ha liberado la existencia de su aparente sucesora, la NX. En este escenario de batalla se presentan las cartas de cada una de las compañías. De la baraja de Microsoft creemos saber algunas cosas por los rumores de las últimas semanas. La primera, Gears of War HD Collection, que todavía no está claro si será una remasterización del primer juego o de la trilogía de Fénix; la segunda, Halo 5: Guardians, que está preparado para lanzarse a finales de año y -creemos- listo para no cometer los mismos y graves errores de The Master Chief Collection. En la baraja de Playstation existen cartas más oscuras en lo que respecta a la rumorología, pues la empresa se ha blindado bien este año por el momento. Recurrente, como siempre, The Last Guardian. Por último, en el mundo Nintendo, Reggie Fils-Aime entrena para su campeonato estrambótico y juega al coqueteo con pines de Paper Mario y Metroid.
Pero lo que realmente me apasiona de este E3 tiene que ver con el apocalipsis, con la destrucción y con la desesperación, con las sorpresas inesperadas y con los anuncios extremadamente deseados. Se llama capacidad nuclear, se llama Fallout. Quiero que Bethesda, que por primera vez cuenta con conferencia de prensa propia, muestre al fin Fallout 4, ese videojuego sobre el que llevamos años escuchando rumores y que supondrá el salto de la compañía a la nueva generación de consolas. Es el equivalente a The Elder Scrolls IV: Oblivion. Nuevo motor gráfico, nuevas mecánicas, nuevos objetivos, nuevas innovaciones... Lo que Fallout 4 debe conseguir no es fácil, pues se enfrenta a titanes del mundo abierto lanzados durante los últimos años, pero Bethesda siempre ha destacado por cuidar sus productos (bugs del New Vegas al margen). Llega la hora de demostrar que del apocalipsis pueden salir siempre cosas buenas. El Yermo tiene mucho que decir.
Joaquin Relaño
Curiosamente, y tras repasar las noticias de las últimas semanas, este pre-E3 es el más desangelado que recuerdo. Más incluso que en 2009, con la marea ocasional en plena ebullición y toda la industria obsesionada con los controles por movimiento y por hacer jugar a las abuelas. Japón, antaño orgullosa meca del videojuego, sigue su lento e imparable descenso hacia el abismo, con compañías tan legendarias como Sega, Konami o Nintendo agarrándose al clavo ardiendo de los juegos para dispositivos móviles, buscando pescar en esas aguas turbias del free to pay, así que nada se puede esperar ya de ellas. Y no, ni siquiera de Nintendo, que ya ha dejado claro que ese misterioso proyecto NX brillará por su ausencia en el E3. Y teniendo en cuenta que hay nueva plataforma en ciernes, tampoco podemos esperar ya que anuncien para Wii U algún anhelado regreso como pueda ser Metroid o F-Zero. Eso sí, al menos espero ver mucho de Xenoblade X, el gran bombazo del 2015 para esta malograda máquina, y también espero que Nintendo libere toneladas de información del nuevo Zelda, aunque se haya ido a 2016. Y es que esa es otra. Los triple A exclusivos de One y PS4 también siguen haciéndose de rogar, retrasándose de año en año. Algo que no parece preocupar ni a Microsoft ni a Sony, pues con nutrir a sus nuevas máquinas con refrito tras refrito reciclado de la generación anterior parecen tener suficiente.
Así que, ¿qué podemos esperar de ellas? Salvo sorpresas de última hora, al menos aguardo por parte de Microsoft mucho tanto de Halo 5 como de Quantum Break. De Sony, aparte del también retrasado Uncharted 4 y dado que para ellos Vita lleva muerta y enterrada mucho tiempo, espero que hagan algún anuncio que se convierta en el bombazo de la feria. Ese God of War completamente nuevo, con la franquicia trasladándose a otra mitología (nórdica, egipcia, azteca… opciones tienen) sería más que bienvenido. Oh, y dado que es exclusivo, también es de esperar que en su conferencia den mucho protagonismo a Street Fighter V. Respecto a las third parties, si hay un juego que me hace babear nada más pensar en él es Fallout 4, más ahora que ya parece completamente confirmado que se van a dejar de tonterías online y nos van a ofrecer otra orgía monojugador de esas que solo Bethesda sabe poner encima de la mesa. Y por supuesto, Battlefront, que ya se ha anunciado tanto la presentación de un nuevo modo de juego como más detalles de esas misiones que sustituirán a la campaña. En fin, al menos parece que en este E3 buenos juegos habrá, esperemos que sirvan para quitarnos el mal sabor de boca que deja tanto refrito reciclado y tanta compañía largándose a los móviles para hacer clones del Candy Crush y el Clash of Clans.
A lo largo de estos últimos doce meses hemos podido comprobar, tanto para bien como mal, aquello que las consolas de última generación parece que pueden conseguir. El año pasado pedíamos músculo, pedíamos una demostración palpable que confirmara el potencial teórico que teníamos en nuestras manos y ese deseo nos ha venido dado con cierta mueca en el rostro. El mercado atraviesa un momento de inflexión en el que las compañías tienen que decidir el sentido que va a tomar el sector en los próximos meses: ¿vamos a ir por la senda de un nuevo hardware de periféricos al estilo realidad virtual como Oculus Rift? ¿Vamos a seguir apostando por el sistema tradicional donde la diferencia con respecto al PC va a ser cada vez mayor? Después de la baja adherencia de las 3D en el plano doméstico - más allá de una consola portátil en la que además ni tan siquiera es imprescindible - los inversores miran con escepticismo una revolución en este sentido y da la impresión de que el mercado tocó techo tras el trío Xbox 360 - Ps3 - Wii. Es por ese motivo que estoy especialmente expectante para ver qué pasará en este E3, por ver si hay indicadores que nos anuncien no solamente qué vamos a ver en 2015 o 2016 sino también más allá. Y por supuesto, falta por ver el enfoque que algunas compañías tradicionales como Nintendo o Konami van a adoptar frente a sus fans más tradicionales. En fin, unos días en los que se decide algo más que los futuribles GOTY del año que viene.
En la generación en la que la falta de sorpresas se ha convertido en un estándar, y el reciclado de juegos bajo la etiqueta Remaster en un vicio poco atractivo que cada vez cansa más a los que se han gastado una pasta por tocar el futuro y no un pasado reciclado, el E3 no ha hecho más que defraudar desde hace algunas ediciones. Nada sorprende, todo va sobre seguro. Señores de Sony, Nintendo y Microsoft, es hora de que nos vuelvan a impactar con sus anuncios y no solamente a reseñar lo que vamos a ver a corto/medio plazo. Sabemos que en la conferencia de Sony veremos al nuevo David Cage (más que nada porque ya toca) y a Nathan Drake, pero queremos ver también esa IP con guerreras y dinosaurios de Guerrilla o saber qué se cocina en Santa Monica. Queremos ver a la nueva Lara en acción, Microsoft, y por nada del mundo enterarnos que se retrasa al 2016 como Quantum Break para seguirle los pasos a Uncharted 4 como un corderito. Queremos saber ya la fecha europea de Xenoblade Chronicles X, Nintendo, pero también que nos sorprendáis con el nuevo Zelda o algo que Miyamoto se saque de su sombrero de ideas maravillosas. Queremos que el E3 vuelva a ser vibrante, y no conservador.
En el plano personal, con el nuevo Batman y ese Yoshi de Lana a punto para apenas una semana después del show americano, me conformo con que EA me enseñe a la Faith Next Gen y me confirme qué es Mirror’s Edge, si reboot, reimaginación, secuela o todo a la vez. Quiero que Michel Ancel me diga algo de Wild y Beyond Good & Evil 2; que CD Projekt y Eidos se peleen por mi atención con Cyberpunk 2077 y el nuevo Deus Ex; que Retro me anuncie en dónde están poniendo su magia retro; que Bioware enseñe la colonización espacial del sucesor de Shepard y EA ese Star Wars hecho con una de las madres de Uncharted. Que Rare anuncie algo digno de lo que fue su legado. En una edición en la que editoras como Square Enix hablarán con voz propia y otras como Konami se presentan habiendo matado un prometedor futuro como más MGS de Kojima o la serie Silent Hills, quiero sorpresas que estimulen foros y provoquen trending topics inmediatos. Y nada mejor para ello que en Sony dijesen que The Last Guardian sale estas navidades. Pocas cosas encenderían las redes a la misma velocidad que esto, sinceramente.
Carlos Millán
Coincido con mi compañero Javi Andrés en que esta edición debería empezar a señalar el camino de la Realidad Virtual definitivamente. Hace poco conocimos las características técnicas de las pantallas que ofrecerá el nuevo Oculus Rift previsto para el primer cuarto del año próximo; 2160x11200 y 90Hz, las pone al mismo nivel que el “Vive” de Valve, pero aun no conocemos algo vital: como interactuaremos con el mundo virtual. Este detalle de importancia máxima, sí lo conocemos en el “Vive” y en project Morpheus, ambos con mandos que simularán nuestras manos en los mundos virtuales. Evidentemente la RV es mucho más, pero el potencial para juegos es infinito, y lo saben en Oculus con estudios dedicado a preparar algo importante, y por supuesto lo saben Sony y Valve.
En este E3 deberíamos ver montones de periodistas con la boca abierta al ver esos mundos con una definición muy superior a la vista hasta ahora. El resultado, una vez libres del efecto rejilla y una resolución más bien pobre, es sencillamente espectacular. Probablemente veremos ya algún juego dedicado de Sony, Oculus y Valve (Portal es prácticamente un hecho). Sony dejó un buen sabor de boca en su última presentación en el GDC 2015 y en este E3 deberíamos conocer ya, características claras del producto de Sony, así como un precio orientativo. No deberíamos dejarnos engañar sin embargo, por los bajos precios de las gafas de RV. Si tenemos en cuenta que para la resolución que tendremos en el nuevo Oculus y en “Vive” se recomiendan gráficas GTX 970/ AMD 290 que se nos antojan limitadas para años posteriores. Nadie queda indiferente después de probar la realidad virtual; nadie emite un “sí, pero…”, y en este E3 la prensa especializada de todo el mundo va a ser testigo de ello.
Francisco A. Serrano
Mirando el panorama del videojuego actual, tengo mis preferentes y deseos personales. Es poco probable, pero me haría ilusión que Sony dejara espacio en su conferencia para Persona 5. La saga nunca ha sido carne de grandes eventos de este tipo, pero el salto de popularidad de los últimos años podría notarse. Y en su defecto, confío en que la habitual presencia de Atlus en el E3 -que sigue garantizada aunque Sega no esté- se plasme con alguna novedad sobre el proyecto. También tengo otros proyectos que estoy siguiendo lo más cerca posible, como Torment: Tides of Numenera, pero este evento no es el más indicado para ellos y seguramente sea un deseo en vano. Pero, como todos los años, lo que más espero de un E3 es la sorpresa, esa anticipación de que todo es posible, esa oportunidad para escribir historia. La feria ha dado grandes momentos y anuncios que permanecen en el recuerdo de todos los que lo vivieron, presencial o remotamente, y es ahí donde se valora la importancia de cada feria. Espero ver sorpresas, grandes proyectos de estudios establecidos que todavía no han enseñado sus cartas y una buena perspectiva de lo que la industria del videojuego tendrá para ofrecernos a corto y medio plazo. Y más concretamente, un evento con un nuevo Mass Effect y un nuevo Fallout -si se confirman las sospechas y rumores- será un evento interesante sin duda.
Cristian Ciuraneta
Saúl González