Raving Rabbids: Regreso al pasado

  • PlataformaWii6
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorUbisoft Paris
  • Lanzamiento09/11/2010
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol
  • EditorUbisoft

Sin cambiar el pasado

Tras conquistar la televisión y la luna, vuelven los endiablados conejos de Ubisoft para hacerse esta vez con la Historia de la humanidad. Un viaje en el tiempo lleno de minijuegos que mantiene excesivamente las claves de la franquicia y vuelve a dar lo que ya ofrecían sus anteriores entregas: humor y minijuegos por doquier, sin más.

Parece ser que Ubisoft ha optado por regalarnos una entrega de los Rabbids al año sacrificando, a cambio, la originalidad y jugabilidad relativamente novedosa que nos dejaron sus primeras entregas, o el título del año pasado, Mi Caaasa!!! Las que ya se han convertido en las mascotas de la compañía gala vuelven con su mecánica habitual, los minijuegos para hasta cuatro jugadores cargados de humor audiovisual. Y, por primera vez, con soporte para Wii MotionPlus y modos online para disfrutarlos contra el resto del mundo.

Muchas obras literarias clásicas, la trilogía cinematográfica Regreso al futuro o la serie Perdidos nos enseñaron que no se podía manipular el pasado porque esto cambiaría enormemente el presente. ¿Qué pasaría si la espada en la piedra la sacara una ancianita en vez del Rey Arturo? ¿Y si el primer fuego prehistórico lo hicieran con un mechero en vez de frotando astillas? Con estas premisas se presenta este nuevo Raving Rabbids, llevando a los conejos por distintas épocas a través del tiempo para que desbaraten todo lo que conocemos hasta hoy y cambien nuestras leyendas e Historia.

Muchos minijuegos han ganado en profundidad.

Desde la etapa jurásica hasta el Salvaje Oeste decimonónico, pasando por el Renacimiento, Egipto, Roma o el descubrimiento de América. Una antigua lavadora será la máquina del tiempo empleada ahora por estas desternillantes criaturas de ojos rojos y mucha mala leche. En su camino desde el gran Museo de Historia de la Humanidad se cruzarán en las vidas de personajes ilustres de todos los tiempos, como Cristobal Colón, el capitán del Titanic o Julio César cambiando sus hazañas y, a veces, hasta acabando con ellos. Como siempre, la puesta en escena de estos gags es genial, con secuencias de vídeo realizadas con el motor gráfico del juego y animaciones absolutamente hilarantes.

Deshacer la historia, la nueva locura de los Rabbids.

Poco o nada cambia en su apartado técnico desde la segunda entrega o TV Party. Los modelados se han mantenido, así como el diseño de escenarios o la estética de los menús y marcadores. Los efectos de brillos y sombras lucen un poquito mejor que en otras partes, pero, por lo general, es difícil saber a primera vista a qué Raving Rabbids estamos jugando Lo mismo ocurre con el sonido, que no evoluciona pero a cambio mantiene intactas las características voces y unos idénticos alaridos. Los efectos de sonido y las músicas enmarcarán cada época y minijuego. Por supuesto, y por segunda vez, ni rastro de Rayman.

Son numerosos los minijuegos en equipos de dos.

Si pocas parecen las sorpresas técnicas, jugables y de mecánica, de manera general hay que decir en su favor que prácticamente todos los minijuegos incluidos en Regreso al pasaado han ganado en profundidad y complejidad, no de manejo o dificultad, sino en que ahora son más completos, con items que usar en su trascurso, variados y desafiantes. Esto les da mayor rejugabilidad y que casi parezcan juegos independientes unos de otros en vez de estar todos recopilados en uno. Apenas encontramos ya aquellas pamplinas que nos pedían solo agitar el mando o pulsar un botón en el momento justo, no hay tnatos minijuegos de este tipo como en anteriores Raving Rabbids. Y esto se agradece enormemente.

Disparos, saltos, empujones o vuelos... todo vale para los Rabbids.

Estos trabajados retos se dividen en cinco grupos, sumando algo más de 20 minijuegos, pocos para lo que esperábamos de una licencia que empieza a agotarse y repetirse de manera desmesurada. Como mejora jugable, a cambio, también tenemos que hablar de los minijuegos por equipos de dos contra dos. Ya los habíamos visto en otros Rabbids y en títulos similares como Mario Party o Wii Party, pero aquí abundan y están verdaderamente bien implementados, fomentando mucho el trabajo en equipo y la sincronización entre jugadores, dentro y fuera de la pantalla.

El humor vuelve a ser la piedra angular del título.

A pesar de que muchos se reciclan enormemente de anteriores entregas, como las carreras con obstáculos o los tiroteos moviendo un puntero, otros son más rompedores a la par que adictivos. A su vez, y como decíamos antes, los ya conocidos ganan en profundidad. Por ejemplo, uno de los primeros que disputaremos es un recorrido plataformero a través del Titanic en el que tendremos que recoger judías antes que nuestro adversario para así "atufar" al capitán y hacer que choque de lleno contra el iceberg. En otro, haremos una carrera a través de un bosque lleno de peligros en el que podremos usar items para acelerar, poner trampas a nuestros adversarios o cubrirnos con un escudo, al más puro estilo Mario Kart.

El apartado gráfico y sonoro también se ha mantenido.

El gran museo es la sala principal desde donde, con el Rabbid protagonista, iremos abriendo salas y modos de juego. Cada una de estas estancias están llenas de relojes que iremos recogiendo a medida que las destrozamos y cambiamos la historia que cuentan cada uno de sus lienzos. Al entrar en cada cuadro, se activa un minijuego concreto dentro del tipo de la sala: carreras, disparos, habilidad, plataformas o mecánicas arcade en general. A esto hay que añadir un completo trivial sobre Historia y el juego, distintos retos que se intercalan con los lienzos de las salas o la pista de baile y el coro de Rabbids.

Vuelven los tiroteos en primera persona.

En el baile, Regreso al Pasado ha ganado algunos enteros en relación a anteriores entregas. Ahora se nos pedirá que bailemos como lo hace un modelo canciones conocidísimas -muchas de ellas ya vistas en otros Raving Rabbids- interpretadas por los conejos. El sensor del movimiento del Wiimote interpretará si estamos haciendo la coreografía correctamente o no. Como viene siendo habitual en esta interpretación, con cierta imprecisión. En el coro, tendremos que inclinar el mando de Wii a izquierda y derecha para movernos por las notas y pulsar abajo en la cruceta justo en el momento en que se iluminen, como si de un Guitar Hero se tratase aunque mucho más simplificado, claro.

Los juegos de baile, otro clásico de Raving Rabbids.

Con los relojes recogidos y los minijuegos ganados, iremos desbloqueando material, como bocetos de arte, nueva música, más trajes de épocas u opciones para personalizar las partidas. El modo online, por su parte, es simple pero efectivo. Podremos elegir el minijuego en que queramos competir y enfrentarnos a otros tres aamigos o desconocidos. Con Wii MotionPlus accederemos a una sala exclusiva, pero para disfrutarla en compañía tendremos que tener varios de estos perfiéricos, uno por usuario y la experiencia no gana demasiado. Lo mismo ocurre con el Nunchuk, imprescindible en bastantes minijuegos.

La duración del título es similar a la de anteriores Rabbids, unas 8 horas en su modo principal. Desbloquear todo el contenido y conseguir los primeros resultados de los rankings del propio juego nos llevará bastante más tiempo. Está claro que su gran virtud reside, una vez más, en su modo para hasta cuatro jugadores de manera local, pero éste se hará más completo y con posibilidades a medida que avancemos en la historia principal. Esto puede no gustar a algunos usuarios que lo quieran compartir desde la primera hora de juego.

Conclusiones

Podremos poner a los conejos cualquier disfraz de cualquier época.
El museo irá abriendo salas según nuestro avance en el modo principal.

Los Rabbids intentan volver a nuestras Wii con fuerza pero no terminarán de conseguirlo para los más exigentes o los conocedores de la saga. Pese a la mayor complejidad de los minijuegos y las nuevas locuras de los protagonistas cargadas de humor, la repetitividad y el agotamiento en relación a títulos anteriorres le pesan demasiado. Está claro que es el Raving Rabbids más completo de todos los existentes hasta la fecha, y quizá el más divertido, pero la franquicia necesita renovar muchos de sus cimientos para seguir gustándo como al principio. No basta con hacer prácticamente lo mismo año tras año.

La pretensión era cambiar la Historia, pero ante semejante objetivo nuestros inquietos amigos deberían empezar por haber cambiado su propia historia, sus mecánicas y simples aspectos fundamentales, que siguen intactos juego tras juego. El catálogo de la consola está plagado de party games de minijuegos, y para competir en este poblado terreno hay que jugar con un as mayor que el del ácido humor Rabbid. La sensación para el jugador habitual es de que estamos ante una entrega más de una franquicia genial que debería ser explotada y explorada en otros terrenos menos trillados.

Los minijuegos de plataformas están cuidados y son amplios.

  • Un museo grande que descubrir e ir desbloqueando.
  • Por fin modo online, la saga lo pedía a gritos.
  • Bastantes minijuegos han ganado en profundidad.
6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.

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