Una revolución en tus manos

La tercera entrega de Europa Universalis, cuyo análisis podéis leer aquí, nos dio la oportunidad de tomar el papel de cualquier país del mundo en un punto entre el descubrimiento de América y la llamada revolución Americana, en 1776. Ahora, este periodo se amplía con la expansión que tenemos entre manos para permitirnos vivir de cerca el turbulento periodo en el que Francia se convirtió en la república actual. Partiendo desde la toma de la Bastilla hasta los últimos días del general, el crítico papel de Napoleón en la historia Europea sirve para ponerle nombre y rostro al contenido adicional. En el paquete encontramos nuevos desafíos, refriegas entre naciones y la posibilidad de truncar los planes del conquistador galo, o bien hacerlos triunfar si tomamos su papel. En cualquiera de los casos, Napoleon's Ambition (NA de ahora en adelante) llega para satisfacer a todos aquellos que disfrutan de la rama más exhaustiva y profunda de la estrategia en tiempo real.

Significativamente, no necesita el juego original para funcionar, y se instala de forma independiente con todo el contenido de Europa Universalis III. La ampliación recoge el mismo contenido que el original, con todos los periodos de partida que ya se nos planteaban, a las que añade la revolución francesa y extiende la línea de tiempo hasta 1820. Además de esta nueva fase de la historia, se han introducido una gran cantidad de personajes de apoyo al gobierno de los territorios, nuevas naciones que controlar y motivaciones e ideas nacionales de las que extraer beneficios para nuestro pueblo. Las opciones de juego histórico permiten que los personajes que encontraremos aparezcan en el contexto y tiempo correcto, confeccionando un apartado jugable muy trabajado y documentado. El apartado bélico también se nutre de la incorporación de nuevas unidades terrestres y marítimas con las que desplegar ejércitos más variados y poderosos.

En lo tecnológico, los cambios desde el original son inapreciables. Encontramos un apartado visual sencillo, donde un gran mapa del mundo domina la parte central, enmarcada en un conjunto de menús e indicadores que nos permiten acceder a la mayoría de funcionalidades del juego. El entorno tridimensional permite apreciar detalles de las unidades de combate, como su animación al moverse o entrar en un conflicto armado. Los numerosos tipos de mapa cuentan ahora con una vista de comercio para cada provincia, que indica el tipo de recurso que se está produciendo en ella. De nuevo, se producen los fallos del original, ya que el título posee unos requisitos técnicos elevados para la carga visual que presenta, y puede rendir de forma limitada en equipos modestos. También vuelven a presentarse problemas en la traducción de los textos a nuestro idioma, encontrando palabras que han quedado sin cambiar del inglés o indicaciones que no contienen valores coherentes.

La banda sonora permanece también inalterada, ofreciendo un repertorio de temas que mezclan melodías tranquilas con momentos más agitados, ideales para sembrar la tensión en nuestro cuerpo en los momentos difíciles. Si bien la lista no es muy grande, resulta suficiente para cumplir su labor correctamente. Los sonidos se utilizan a modo de indicador, de forma bastante efectiva, con el fin de notificarnos nuevos mensajes, beneficios a fin de mes o algún evento importante. Aunque tienden a caer en la repetición, según avanzamos en la partida se van alternando con más frecuencia y acaban siendo buenos compañeros para el gobierno de la nación. Especialmente relevantes son aquellos que indican ofertas de otros países, destacando sobre el resto por la importancia de su cometido

La serie Europa Universalis siempre se ha caracterizado por ofrecer un desarrollo meticuloso y que permite profundizar tanto como se quiera en la gestión de los diversos parámetros de nuestra nación. NA introduce varias novedades interesantes de cara a aumentar todavía más el abanico de posibilidades al alcance del jugador. En primer lugar, se ha mejorado el sistema de comercio, de forma que ahora podemos automatizar un poco este apartado si queremos ocuparnos de otros asuntos. Para ello, un listado de los centros de comercio nos ofrece la posibilidad de marcar aquellos a los que queremos enviar nuestros hombres con frecuencia. Esto permite sacar buenos beneficios de forma regular, siempre de centros de comercio situados en países con los que tengamos buenas relaciones e incluso de aquellas colonias que hayamos establecido en ultramar. De lo contrario, probablemente nuestros emisarios serán expulsados sin más explicaciones.

Otras opciones interesantes son que podremos crear nuevos centros urbanos o establecer una ciudad como capital de nuestro territorio, jugando con las opciones de comercio y dándole a dicha urbe una importancia exagerada en el mapa de intercambio de bienes a nivel Europeo y mundial. De cara a colonizar nuevos territorios, también encontramos que se han renovado las opciones de conquista de lugares en los que existan nativos. Entre las destacables, podemos intentar una ocupación pacífica, exigir tributos a los habitantes o intentar someterlos por la fuerza de las armas mediante nuestros regimientos armados. El control de las provincias conquistadas es una tarea dura que se ha facilitado levemente con estos añadidos, interesantes de cara a focalizar la atención del jugador en los apartados de gestión del ejército, manejo de las alianzas y supervisión y gobierno de nuestras provincias.

Metidos ya en la trama, el periodo revolucionario francés supone un buen reto para todos aquellos que quieran experimentar una época difícil en cuanto a rebeliones. Manejar al país galo en esta época es quizá la opción más atractiva que se propone en la expansión. Con todo, cualquiera de las sugerencias que el juego nos hace a la hora de seleccionar bando resulta entretenida y desafiante a partes iguales. Por supuesto, controlar el turbulento territorio Español durante la época de las guerras Napoleónicas es una de las prioritarias. El volumen de contenido es más que suficiente para mantenernos ocupados durante bastante tiempo, encarnando cada vez a alguno de los países en liza dentro del viejo continente. Los veteranos de la tercera entrega no tendrán ningún problema en adaptarse a esta ampliación, ya que la mecánica de juego no se ha modificado, habiéndose extendido únicamente con las opciones que hemos mencionado anteriormente.

En nuestras partidas nos hemos topado con una IA bien resuelta, que nos complicará la vida de forma indirecta, principalmente por medio de revueltas en nuestras provincias y mostrando una agresividad real en los momentos de flaqueza de nuestra nación.. Siempre según el bando elegido, el nivel de se marca al inicio de la partida, a la hora de elegir un país. La posibilidad de variar un buen número de parámetros a la hora de entrar a jugar hace que cada partida sea distinta, principalmente por los numerosos y muy diversos enfoques de gobierno existentes. En este aspecto, NA ofrece un rico escenario de conquistas, enfrentamientos entre casas reales y la revolución de un pueblo, que sin duda los más fieles a la serie agradecerán.

Como se puede deducir de nuestras palabras, hemos encontrado la misma experiencia de juego que con el título original, ampliada con más posibilidades para satisfacer las inquietas mentes de los estrategas. El estilo de Europa Universalis III, aunque áspero para los no iniciados, resulta especialmente satisfactorio para aquellos que disfrutan controlando cada pequeño parámetro en la evolución de su bando. Pese a los tutoriales incluidos y la ayuda del manual, totalmente en castellano, el objetivo de conocer los entresijos del sistema de juego dista de ser asequible en poco tiempo. En este sentido, hay que destacar las numerosas ayudas que se despliegan al dejar el ratón sobre una opción o botón, sin las cuales moverse por el interfaz sería bastante caótico y desconcertante para los recién llegados. Con todo, el volumen de opciones a gestionar ya es alto, lo que puede echar para atrás a un buen número de jugadores potenciales.

La conclusión más clara después de pasar muchas horas peleando por el control de Europa es que Napoleon's Ambition es un producto ideal para todos aquellos que en su día no se hicieron con Europa Universales 3 y gustan de este estilo de juego. El título contiene en su interior el original más la campaña de la revolución francesa, por lo que resulta una perfecta compra si se satisfacen las condiciones anteriores. En lo positivo contamos con un desarrollo tan rápido como queramos, la posibilidad de vivir uno de los acontecimientos más importantes de la historia Europea en primera persona y los numerosos añadidos que amplían las elecciones del jugador y permiten automatizar ciertas tareas. Adicionalmente, la brillante labor de documentación permite descubrir los sucesos acaecidos en el viejo continente con todos sus detalles, desencadenantes y consecuencias.

En lo negativo, un motor gráfico que pide más de lo que da y problemas, más que puntuales, en la localización de los textos a nuestro idioma. Como expansión, se echa en falta alguna modalidad de juego adicional, ya que la línea seguida es muy continuista ampliando únicamente el trasfondo del juego y cambiando unos cuantos detalles puntuales. Balanceando las opciones, Napoleon's Ambition queda como un producto divertido y que entretendrá durante bastante tiempo a aquellos que disfrutan de la gestión milimétrica de parámetros, algo poco corriente en los RTS actuales cuya tendencia es la de simplificar al máximo. Tal y como reseñábamos, y por su capacidad de funcionar independientemente, resulta una buena compra para los que no dispongan del original y no tanto para aquellos que lo adquirieran en su día.