[TGS] Lost Odyssey, Impresiones

Lost Odyssey es ahora mismo uno de los grandes referentes del juego de rol japonés, la mayor producción en este género desde el comienzo de esta generación de consolas. La exigencia es mucha, pero su ambición está a la altura.

Si hay algo que no se le discute a Hironobu Sakaguchi en el mundo de los videojuegos es que es un gran contador de historias, y para eso es para lo que Microsoft ha confiado en él para buscar ese espíritu que impregnó los primeros Final Fantasy; fantasía, aventura, romanticismo en su forma más pura… Pero en la mente de este autor caben muchas historias, y ya en su última etapa se había visto su vertiente más espiritual, tal y como se pudo comprobar en Final Fantasy VII o en la película Spirit Within.

Pero está claro que Sakaguchi todavía no ha podido expresarse plenamente en esa vertiente más seria y universal. Lost Odyssey, una super-producción exclusiva para 360 que abarca cuatro DVDs y que ha reunido a un impresionante equipo de artistas alrededor, como Takehiko Inoue, muy conocido por el manga Vanguard,  mientras que la composición musical correrá nuevamente a cargo de Nobuo Uematsy. El estudio que se está encargando de plasmar la visión artística de estos autores es FeelPlus, compuesto por veteranos que han formado parte de Sega  y Microsoft Games entre otros.

Lost Odyssey es una historia de carácter épico y trágico, con un protagonista que ha sido condenado a una inmortalidad que no desea ni conoce su procedencia. Sólo sabe que por algún motivo no puede morir, por lo que ha ido batallando sin descanso mientras los siglos le iban pasando de largo. La cantidad masiva de recuerdos, los seres queridos dejados atrás y el secreto de su naturaleza son aspectos que se exploran en lo que se espera que sea una historia densa y rica en detalles.

En la demo presentada en el TGS, Sakaguchi arrancó con el tipo de secuencia que se espera en un juego de esta naturaleza para una máquina como 360: con una gran batalla, en la que colosales máquinas de guerra asediaban unos altos muros. Los primeros combates dan muestra del nuevo sistema que se está preparando para este título, que aunque en un primer lugar recuerda a el de un Final Fantasy o Dragon Quest al uso (pantalla separada, turnos…), presenta varias mecánicas nuevas que aumentan la interactividad del jugador en el combate, como el sistema de precisión, mediante el que se puede ajustar el golpe de cada personaje de forma activa y dinámica para que haga más daño en caso que se ejecute correctamente.

El sistema de juego promete ser profundo en diferentes aspectos y obligará a estar muy atento a aspectos como formación y defensa de los miembros del grupo más débiles. Complementos como anillos mágicos repartidos por todo el mundo pueden complementar los poderes de los protagonistas, especialmente si se enlazan con armas o conjuros afines, ya que cada uno de los 150 anillos disponibles tienen una afinidad y afectan al portador de forma que pueda desplegar un mayor poder o tenga más capacidad.

Los anillos están ligados al sistema de precisión mencionado, ya que si durante el movimiento de un personaje se mantiene uno de los gatillos activados, aparece un indicador que requiere soltar el gatillo en el momento preciso, lo que si se hace correctamente forma un poderoso golpe, con el consiguiente aumento de daño.

Algunos de estos rasgos definitorios se pudieron ver en un combate sumamente espectacular con un grupo de hechiceros que se ponían en el camino de Kaim y sus acompañantes. Aquí es donde se pudieron apreciar las virtudes visuales de los combates de Lost Odyssey, empezando por el sistema de cámaras, que a cada momento está ofreciendo unas perspectivas muy dramáticas y efectivas, desde panorámicas de los exquisitamente detallados paisajes hasta planos cercanos que muestran hasta los detalles de la piel de los personajes.

La demostración no acaba con las cámaras. Los conjuros en este juego son una auténtica delicia visual, un gran ejemplo de uso de la tecnología puesta al servicio de un pequeño detalle quizás, pero que es tremendamente importante en un juego de rol que promete 50 horas de juego. Seguro que a más de uno le ha pasado en un juego de estas características que se ha visto desencantado por los modestos efectos de sus conjuros; la magia es eso, mágica, un exceso, un desafío a la naturaleza y a muchos les gusta que sea espectacular y recargad, que ofrezca una sensación de poder. Eso deben de pensar los responsables del título viendo el generoso uso de efectos utilizados en cada conjuro, aumentando.

Hay otros detalles interesantes de la demostración mostrada, pero en su afán de mostrarr diferentes aspectos del juego y de la trama, Sakaguchi utilizó secuencias avanzadas de la historia, mostrado fragmentos de relaciones entre personajes, por lo que no es recomendable reflejarlas aquí para no desvelar partes del argumento a los que quieran sumergirse en él sin saber detalles antes de tiempo.

Lost Odyssey tiene todas las papeletas para dejar huella, se trata de un juego con una ambición impresionante, algo que se aprecia desde el primer momento. Aunque Blue Dragon, la otra obra de Sakaguchi en 360, tiene muchos detalles interesantes e incluso impresionantes, no se puede evitar pensar que su alcance y altura de miras no están al mismo nivel que el de este título. Uno era más bien un homenaje, con gráficos de ensueño, al juego de rol japonés más tradicional, mientras que este segundo proyecto tiene una sofisticación y un deseo de dejar huella que resultan inmediatamente reconocibles. Si triunfa o no en su país natal es irrelevante, el mundo entero va a poder disfrutar de un trabajo complejo y atractivo al más alto nivel, y eso es lo que verdaderamente cuenta.