Construye tu propio parque natural

Diseñar un parque temático es un auténtico reto. A las necesidades de los animales hay que sumar los constantes caprichos de los visitantes y los problemas de infraestructura y mantenimiento. En Wildlife Park la idea es sencilla: consigue un recinto lo suficientemente atractivo como para que los visitantes deseen gastarse todos sus ahorros en él. JoWood, los editores de Gothic, Aquanox y demás títulos, nos ofrecen ahora un simulador de zoológico muy en la onda de anteriores títulos, quizás, e incluso pese al paso del tiempo, demasiado parecido a otros simuladores de la misma temática, como por ejemplo Zoo Tycoon. Pero dejando a un lado la estética anticuada y lo poco que aporta al género, veamos lo que hace de Wildlife Park el simulador de zoológico más completo hasta la fecha (a la espera de Zoo Tycoon 2), aunque la verdad, y todo sea dicho, no sea mucha la competencia. Audio/video Del apartado gráfico de Wildflife Park, de ahora en adelante WP, podemos decir que es anticuado pero cumplidor. Anticuado porque es un juego enteramente constituido por sprites sin demasiado virtuosismo, pero es cumplidor porque proporciona lo que se necesita: una buena visión del parque que construimos y un interfaz correcto. Cierto es que la tridimensionalidad en estos juegos es un detalle puramente superficial, pues al final, la necesidad de desplazar y coordinar casi un centenar de elementos por pantalla obliga a un uso esquemático de los objetos. Por ello, la bidimensionalidad aquí más que incomodar, favorece al juego lo que además de proporcionar una visión más intuitiva de lo que acontece reduce los requerimientos mínimos para fortuna de muchos. Además, y pese a la bidimensionalidad, podremos rotar los escenarios para conseguir cuatro perspectivas diferentes, e incluso realizar zoom, aunque este último desmerezca mucho el acabado del juego al pixelar en exceso el escenario y demás elementos. En general, visualmente no impresiona pero ofrece un inmenso terreno para edificar nuestro parque, sin restricciones ni ralentizaciones a la hora de plasmar nuestro proyecto. La variedad de elementos decorativos, edificaciones, mobiliario y animales es notable, aunque quizá no todo lo detallada que debería. Algunos de los objetos a colocar tienen una apariencia un tanto extraña, incluidas muchas edificaciones, y constantemente recurriremos a la ayuda que nos proporciona el juego durante la partida para saber qué es lo que tenemos entre nuestras manos. Animales y personas están correctamente realizados, pero las animaciones son aceptables en lo justo, sobre todo en los desplazamientos de las personas, las cuales casi parecen robots no sólo por las animaciones sino también por el comportamiento durante la visita al parque, como veremos en el apartado de la jugabilidad. Pero WP gráficamente ofrece lo que se espera, una apariencia esquemática sin excesivas complicaciones. En el apartado sonoro encontramos algo similar. Un único tema musical a lo largo del juego y una total ausencia de voces, sustituidas por dos o tres efectos de sonido que nos avisan de cualquier incidencia. Sonoramente WP es muy, pero que muy flojo. Los humanos, además de desplazarse como robots, son completamente mudos cuando en estas circunstancias lo que se echa en falta es el sonido del bullicio. Los efectos de los animales son acertados, pero muy escasos y puntuales. Apenas un porcentaje de los animales realizarán sonidos apreciables y sólo ocasionalmente. Al final, lo único que emanará de nuestros altavoces la mayoría del tiempo será el sonido del agua y algo de música ambiental como fondo. A muchos les agradará tanto relax mientras administramos recursos, pero el resultado es que el parque no parece estar 'realmente vivo' y ofrece una imagen bastante artificial del mismo. Jugabilidad Con WP tratamos el ámbito de la estrategia más sencilla y despreocupada, en la parcela de los Sims y demás. Los recursos consisten en conseguir un buen equilibrio entre gastos y beneficios y poco más; todo lo referente a reparaciones, enfermedades, limpieza, jardinería y alimentación son administrados automáticamente por empleados a los que nos limitaremos a pagar. Nuestra labor se dividirá en dos mitades, la de creadores del parque y, posteriormente, la de directivos. El modo principal, y el que más horas nos robará a la larga, es el de crear un parque desde cero, a partir de un terreno vacío. Dispondremos al inicio de la opción de elegir el presupuesto y el hábitat sobre el que queremos edificar, bien sea un clima cálido como Florida o en plena y gélida Rusia, con todas las variantes intermedias. Esto viene a ser lo mismo que seleccionar el modo de dificultad, y una vez elegido el entorno a nuestro gusto, nos dispondremos a construir. La orografía del parque no será ningún problema e incluso la podremos usar a nuestro favor modelando y cambiando las alturas y niveles, lo que nos permitirá crear colinas, colocar puentes e incluso generar hermosas cascadas y riachuelos, todo con tal de hacer el parque más atractivo. Una vez terminado el terreno llega la hora de elegir a los animales. Cada criatura tendrá unas necesidades de espacio, alimentación flora y vallado. Por ejemplo, a los tigres les gustará trepar y saltar, por lo que deberemos darle un recinto con grandes desniveles; las orcas necesitarán mucho espacio para nadar, etc. De esta forma iremos parcelando nuestro terreno sin olvidarnos de que nuestra prioridad es ofrecer un recorrido atractivo. Los visitantes del parque serán muy escrupulosos, y querrán elementos decorativos, plantas exóticas y la mayor cantidad de animales posibles. Además, desean ver a las criaturas contentas, y disponer a su alcance de tiendas de comida, merchandising, bebida, paneles informativos… Constantemente nos veremos influenciados por el 'qué dirán' de nuestra obra, pues meter la pata en cuestiones más serias equivale a buscarse problemas con las organizaciones ecologistas, que dicho sea de paso, pueden interrumpir nuestra partida si nos lo merecemos por descuidados. Una vez construido el parque llega el momento de abrir las puertas, elegir un razonable precio de entrada y esperar a recibir las opiniones de los visitantes. Podremos hacer seguimientos de ellos y ver sus opiniones, si les incomoda la distribución de las papeleras o servicios, si pasan demasiada sed en un tramo determinado… Con los visitantes en el interior es cuando comienza la parte directiva del juego y, a mi modo de ver, la más aburrida y menos atractiva. Lo único que deberemos hacer será ajustar precios, pensar en expansiones de parcelas y nuevas atracciones y perfeccionar el recorrido. La verdadera chicha del título será, sin ninguna duda, la de crear el parque. El juego se hace entretenido en el apartado de poner a prueba nuestra creatividad, pero no todo son virtudes en el ámbito de la jugabilidad. Hay detalles que no resultan del todo agradables. Uno de ellos es el desafortunado puntero, muy impreciso y que hace tedioso jugar a partir de resoluciones de 1024x768. A partir de estas resoluciones, los elementos se hacen tremendamente diminutos (lo son ya desde 800x600) y conseguir acertar en ellos al primer click, sobre todo si son visitantes en movimiento, resulta bastante difícil. Pero el punto más negativo de la jugabilidad es lo rápido que pierde atractivo una vez hemos construido el parque y lo dirigimos: en apenas minutos se hace tedioso y aburrido. Cada nueva ampliación, o salir de un apuro económico, requerirá de largos tiempos de espera en los que no sabremos cómo matar nuestro tiempo. WP, pese a disponer de un botón para acelerar el transcurso de los hechos, lo acelera muy poco. Y se salta el realismo a la hora de forzar situaciones. Mientras que los animales sí que se comportan como tales, los visitantes parecerán autómatas. Seguirán los caminos asignados de forma ciega y cada cinco metros exigirán dictatorialmente un puesto de bebida, de comida o más variedad vegetal ¿Quién se fija en la flora decorativa cuando va a un zoológico? Además, se perderán en los tramos si no los señalizamos adecuadamente y nunca estarán del todo satisfechos por la cantidad de animales. Por suerte, el juego dispone de un modo de juego para completar 20 misiones específicas, que si bien son pocas, otorgan más variedad. En ellas deberemos hacer reproducir especies en extinción, curar animales hasta que recuperen su salud, y de una forma amena iremos aprendiendo los entresijos del juego con algo más que un simple tutorial. Guión El guión lo impones tú. Es una forma de hablar, no quiere decir que haremos nuestra propia trama, pero sí la historia del parque desde su creación. Animales que enferman si la situación es propicia, depredadores que escapan hiriendo a los visitantes, ecologistas furiosos que no quieren verte ni en pintura… los acontecimientos (al menos la mayoría) dependerán de tus elecciones. Estrategias y trucos Siempre, antes de incluir una nueva especie animal, presta atención a la ficha de características que ofrece el juego. No todos los animales necesitan el mismo vallado ni los mismos recursos, y una vegetación inadecuada podría traer problemas. Tampoco abuses de la cantidad de criaturas o estarán incómodas, más vale que sobre espacio en las parcelas, pues lo normal al cabo de los meses (traducido a horas de juego) es que las especies se reproduzcan y tengan una numerosa descendencia. Distribuye inteligentemente los jardineros, reparadores y cuidadores por el terreno para que no quede un tramo fuera de su área de trabajo. Y suerte con los caprichosos clientes. Comparándolo con… Inevitablemente, Zoo Tycoon. Aquel juego apareció en 2001 y, pese al transcurso de los años, gráficamente no ofrece demasiadas diferencias. En cambio, WP le gana en opciones, variedad y realismo. Si encontráis el más antiguo a precio rebajado en mi opinión merece más la pena, o al menos esperad a ver en qué queda la segunda parte, prevista para finales de año y con un sorprendente apartado visual, mucho más acorde con los tiempos que corren. También se han lanzado expansiones del ZT con dinosaurios, o dedicados exclusivamente a animales marinos, pero básicamente es el mismo juego con animales distintos.