Lara trunca obligaciones

Que la heroina de Tomb Raider se ha convertido en objeto de deseo no es ninguna novedad. Pero ahora, con la salida de Tomb Raider 2, la discográfica del grupo musical Prodigy teme que ocurra lo mismo que con la primera entrega. Todo empezó cuando se disponían a averiguar cómo iba la grabación del penúltimo disco. Para su sorpresa, descubrieron que estaban tan retrasados que era imposible editarlo en la fecha prevista. El líder de la banda, Liam Howlett, estaba literalmente enganchado a Tomb Raider, hasta el extremo de mentir reiteradas veces acerca del supuesto trabajo que hacía en casa. Howlett prefería jugar que ir a grabar al estudio.