Los III Premios Iberdrola Supera, entre centenares de candidaturas, escogieron el proyecto 'Avanzando Unidas' del club de rugby Pingüinos de Burgos como ganador en la categoría Competición. Este club de rugby burgalés está formado por mujeres, jugadoras y directivas con un propósito claro: facilitar la incorporación de la mujer a la competición en cualquiera de sus modalidades. Las fichas aumentan progresivamente y buscan un espacio donde poder hacer lo que más les gusta: jugar al rugby. Charlamos con Ángela Calvo, capitana del equipo.

¿Cuándo decidís formar el equipo?

Hace 5 años decidimos formar el club con el objetivo de hacer del rugby un deporte de referencia en Burgos para todas las mujeres. Desde entonces hemos disputado tres fases de ascenso a la División de Honor B y hemos aumentado significativamente el número de fichas. Nuestro objetivo es seguir sumando cantera y ascender por fin.

¿Cuántos días entrenáis y en qué condiciones?

Entrenamos normalmente tres días a la semana en dos campos diferentes. Uno de hierba natural, que nos presta la Universidad y no tiene palos; y el otro, es el campo de rugby de la ciudad, el Bienvenido Nieto. El problema de entrenar en este último es que normalmente tenemos que compartirlo con otros equipos y eso hace que solamente podamos disponer del campo entero una hora a la semana.

¿Cuántas sois?

Ahora mismo tenemos 45 fichas. Por primera vez contamos con un equipo completo de formación, donde compiten las chicas recién llegadas y algunas más experimentadas que prefieren, por diferentes motivos, no competir con el otro equipo, el senior. En este último, somos unas 23-25 y estamos actualmente con la mirada puesta en disputar, de nuevo, la fase de ascenso a División de Honor B. A esta fase de ascenso llegan los equipos que ganan sus ligas regionales. Si bien aún no ha terminado la nuestra en Castilla y León, estamos en primera posición, invictas y trabajando duro para mantenernos así.

¿Cuál es el siguiente paso una vez logrado el premio de Iberdrola?

Consolidar y reforzar la cantera principalmente. Tratamos de trasladar el espíritu del club a todas las chicas que van llegando. Somos un club gestionado por jugadoras o ex jugadoras y todas debemos aportar nuestro granito de arena para salir adelante. Aunque también es justo mencionar a Eduardo Ortiz, para nosotras Patas, sin él el Club no funcionaría como lo hace.

¿Qué sientes al recibir este reconocimiento por parte de Iberdrola?

Nos sentimos felices. Nos permite soñar, nos da motivación para seguir adelante. Al final, ninguna nos dedicamos profesionalmente a esto, invertimos, con gusto, mucho tiempo en el club y estas cosas dan aliento. Te permiten el lujo de reafirmar que nuestros sueños y objetivos tienen sentido. Nos sentimos más motivadas, no cabe duda.

¿Qué supone el rugby en tu vida?

El rugby es para mí una herramienta muy potente para difundir valores como la solidaridad, el respeto o el compañerismo, que hacen que el mundo sea un poquito mejor. Por otro lado, no puedo obviar que el rugby me ha permitido sentir emociones que no me ha proporcionado ningún otro ámbito de la vida. Me explico, el sentimiento más puro de orgullo por algo lo siento en el campo cuando veo a mis compañeras placar, ensayar o hacer alguna jugada bien. Pero también cuando las veo acoger a cualquier chica nueva o trabajar juntas por sacar adelante algún evento. La alegría que me ha proporcionado ganar algunos partidos es también muy especial. Y por último, en lo más personal, me permite evadirme de cualquier cosa. Cuando juego al rugby, juego al rugby, no hay nada más en mi cabeza. Y hoy en día no es fácil realizar una tarea sin tener otras tres o cuatro en la cabeza.

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_{*Este contenido ofrecido por IBERDROLA ha sido elaborado por Diario AS.}