Pili Peña y Felipe Perrone valoran otro año mágico de las selecciones: oro europeo ellas y mundial para ellos con la vista en los Juegos de París 2024.
Un año más, y ya van unos cuantos, el waterpolo español se ha colgado medallas internacionales y ha paseado la bandera de lo mejor del deporte español por todos los rincones. Un juego de equipo, sano, con deportistas que compaginan sus estudios o trabajos con los entrenamientos. Un reconocimiento en los cinco continentes, como Pili Peña y Felipe Perrone, sus capitanes, lo atestiguan: "Somos la envidia del waterpolo mundial".
La Selección masculina ganó el oro 21 años después en el Mundial de Budapest el 3 de julio en un partido resuelto en penaltis contra Italia. Una medalla tan deseada como celebrada después de perder las últimas tres finales (dos de ellas en penaltis) y quedar fuera en las semifinales en los Juegos Olímpicos de Tokio ante Serbia en un último cuarto de colapso. El waterpolo estaba siendo injusto con el equipo de David Martín. "Todos se alegraron por nuestra victoria. El resto de países sabían que lo merecíamos, que habíamos trabajado mucho y que ya llevábamos años en las finales", resuelve Perrone, uno de los mejores jugadores de las dos últimas décadas.
La Selección femenina, por su lado, en el décimo aniversario de su plata en los Juegos de Londres, se resarció de su eliminación en los cuartos de final del Mundial de Budapest con el oro en el Europeo de Split el 9 de septiembre ante Grecia. "No nos cansamos de ganar, así es nuestra mentalidad. Empezamos de cero todos los campeonatos, queremos que esto se alargue lo máximo posible. Nos ilusionan todas las competiciones", explica Pili Peña, que también formó parte de la plantilla que, apenas dos meses después, consiguió el primer título de la historia en la Liga Mundial. España ha conseguido ganar Mundial, Europeo y Liga Mundial en su última edición. La trilogía de una saga de éxitos.
Pocos jugadores hay más representativos de estos triunfos que Peña y Perrone, dos jugadores que tienen muchos aspectos en común. La alcorconera nació en 1986, apenas un mes y medio después que el brasileño, que vio la luz en Río de Janeiro en una familia que había emigrado a mitad del siglo XX de un pueblo pequeño de Girona (Gironella) a Brasil.
En ambos casos hay precocidad. Perrone, con apenas 15 años, ya participó en el Mundial de Fukuoka de 2001. Dos años y medio después emigró a Barcelona gracias al exboya cubano Iván Pérez y empezó a escribir su historia de leyenda en el waterpolo español. "Hemos ido creando un gran equipo donde cada jugador tiene claro su rol y donde nos preocupamos más del juego que del resultado. El click lo hicimos en el Europeo de Barcelona, en 2018, cuando conseguimos disputar una final nueve años después. Somos un equipo noble, que juega bien y todos ahora nos ven como el rival a batir", cuenta el hispanobrasileño, referente en el Atlètic-Barceloneta y en la Selección, ídolo para jugadores más jóvenes como Álvaro Granados o Bernat Sanahuja.
Perrone es la extensión en el agua de David Martín, quien fue su compañero en el club y en la Selección hasta la retirada del seleccionador en 2012. "Soy sospechoso. Fue mi capitán y es mi amigo. Ahora guardamos las distancias adecuadas, pero es uno de los mejores entrenadores del mundo. Somos un equipo y siempre nos estamos ayudando", cuenta un jugador que puede actuar en todas las posiciones gracias a su versatilidad y que ahora se ha lanzado a las redes sociales: "Siempre fui muy contrario, pero creo que es una oportunidad y llegas a mucha gente". También llegaron sus éxitos: el oro mundial, el bronce en la Liga Mundial y el bronce europeo. Tres medallas como tres soles.
Mientras Perrone empezaba a dar sus primeros pasos en España, Pili Peña se adentraba en el waterpolo profesional en Alcorcón con Miki Oca, un extraordinario jugador (oro olímpico en Atlanta 1996) que iniciaba su etapa en los banquillos. Apenas tenía 18 años la zurda cuando empezó a acudir a la Selección. Y ahí sigue 18 años y 400 encuentros después. "Seguiré hasta que físicamente vea que pueda", advierte la ahora jugadora del CN Terrassa. Peña es una de las más veteranas a nivel internacional y acumula el récord de mundiales en el waterpolo (nueve), pero entre ceja y ceja sigue con el mismo objetivo que un día se propusieron las guerreras del agua en 2012: "Llevamos años peleando por ese oro olímpico, que es el sueño. Jugamos dos finales y perdimos contra Estados Unidos. Tiene mucho mérito, pero nosotras siempre queremos más", comentó la jugadora, que ahora el 13 de diciembre viaja a Estados Unidos con el resto del equipo a disputar un triangular.
Al margen del waterpolo, donde ambos fueron y son referentes, debido a su edad Peña y Perrone ya están preparándose para el momento en el que llegue la retirada. El jugador del Barceloneta, que renovó hasta 2024 y que liderará a España en los Juegos de París, tiene estudios vinculados al management deportivo, mientras que la alcorconera estudió Educación Infantil, Psicología y tiene el título incluso de Instructora de Yoga. Pero eso ya vendrá luego. Ahora les toca recibir el Premio AS y alargar sus éxitos. "Ojalá podamos repetir esta misma foto, con el oro, en los Premios AS de 2024".