A pesar de los avances de los últimos años, las instituciones implicadas afirman que queda mucho por hacer, sobre todo en el deporte base. Los materiales deportivos son costosos y muchas instalaciones no son accesibles para personas discapacitadas
El deporte es una de las actividades esenciales para evitar la discriminación de las personas con discapacidad. Esta es la reflexión que hace Pilar Villarino, directora ejecutiva del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), quien cree que los avances en los últimos años en el deporte adaptado han sido considerables. Pero... Porque, para Villarino, hay múltiples "peros" que salvar.
La actividad deportiva para personas con discapacidad, de competición o simplemente personal y lúdica, está asentada desde hace años en España. Aunque las federaciones que agrupan a estos deportistas no tienen más allá de 30 años, la idea de que practicar un deporte favorece el desarrollo de las personas con discapacidad, ya sea física o intelectual, surgió mucho antes y de manera organizada.
En España existen más de 70.000 instalaciones deportivas y menos del 20% tienen vestuarios accesibles, lo que en el caso de las mujeres representa una doble discriminación
Así lo ven en la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). "En los años 50 y 60, en los colegios que la ONCE tenía entonces por España, que generalmente eran internados, se daba mucha importancia a las clases de Educación Física y, después, a la competición deportiva", declara Ángel Luis Gómez, actual presidente de la Federación Española de Deportes para Ciegos, independiente de la organización pero estrechamente vinculada a la misma. El presidente explica que en la institución "siempre se ha considerado el deporte como un servicio social" y de ahí el esfuerzo que se ha hecho en la animación sociocultural y en las actividades deportivas, con formación, material y personal docente.
La Federación que preside Gómez se dedica a impulsar nueve modalidades deportivas: atletismo, natación, judo, ajedrez, tiro con carabina, esquí, carreras por las montañas, el goalball (juego por equipos con una pelota en espacio cerrado creado específicamente para personas ciegas totales o parciales) y el fútbol 5, similar al fútbol sala. Eso no impide que fuera de la Federación las personas con discapacidad visual practiquen otras disciplinas, "incluso surf". En general, cualquier deporte "facilita la integración, la movilidad y la orientación", afirma Ángel Luis Gómez. Según sus datos, entre el 25% y el 30% de los deportistas discapacitados lo son de tipo visual, "aunque depende de la modalidad". El atletismo es la más practicada por este colectivo. Y no quiere que se tenga a la ONCE como pionera, pero reconoce que si España está adelantada en este aspecto es por su actividad desde hace décadas.
Más integración y más orientación, además de muchas otras cosas, es lo que dice haber conseguido Alba García Falagán, velocista en 100 y en 200 metros, y que ha competido en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Esta deportista con discapacidad visual, de 19 años de edad, concluye que el deporte "es a lo que más horas dedico, con lo que más disfruto, con lo que más aprendo".
“Nuestro objetivo es no solo ganar medallas, sino impulsar la práctica deportiva constante”
Ángel Luis Gómez, presidente de la Federación Española de Deportes para Ciegos
Alba empezó su carrera a los 10 años animada por un profesor de Educación Física de la ONCE. "Este profesor me propuso probar varias actividades deportivas por las tardes y, al final, me decanté por el atletismo porque es la disciplina que mejor se me daba y que más me gustó. La pista me ha dado mucho". No duda en dedicarse a la alta competición y, por supuesto, volverá a participar en los Juegos Paralímpicos siempre que tenga oportunidad.
"Faltan profesores de educación física en los centros educativos para el colectivo de personas con discapacidad"
Alberto Jofre, director gerente del Comité Paralímpico Español
Sin embargo, la idea fuerza que quiere transmitir Ángel Luis Gómez de que "una persona con discapacidad que practica deporte es menos discapacitada" tiene que ir más allá de competir en los Juegos Paralímpicos. "Nuestro objetivo va más lejos; no solo ganar medallas, que está muy bien, sino impulsar la práctica deportiva constante". Una visión que comparte Pilar Villarino. Para esta directiva del CERMI, los Juegos Paralímpicos "sirven para ver competir, de una manera normal, a las personas con discapacidad, para que la sociedad les apoye. Es verdad que tienen un gran impacto". Pero añade que las personas con discapacidad demandan realizar actividades deportivas todo el año y disfrutar igual que cualquier otra persona con ellas. "Se ha avanzado mucho, hay más conciencia y el deporte influye en la inserción social, pero hay una gran dificultad y es la enorme variedad de la discapacidad. La hay física y la hay intelectual, con distintos grados ambas, y se requiere una atención muy diversa", puntualiza.
En la misma línea se expresa el director gerente del Comité Paralímpico Español, Alberto Jofre. "Con los Juegos se cumple la intención de democratizar el deporte y de dar igualdad de oportunidades". Jofre, que participó en ellos hace años en la modalidad de natación adaptada, informa que el 7% de la población española tiene licencia en alguna federación deportiva y que las personas con discapacidad alcanzan ya el 3%.
Las medallas paralímpicas tienen menos dotación económica que las de los Juegos Olímpicos, aunque en Tokio 2020 ha disminuido la diferencia
Pero al apagarse la llama olímpica, la realidad cambia. El directivo del Comité Paralímpico señala que, según una reciente encuesta del CERMI, las personas con discapacidad responden que su primera aspiración en la vida es tener un trabajo y, la segunda, "practicar deporte". Y es aquí donde empiezan los problemas. "En el deporte de base hay discriminación”, declara con total seguridad. Las equipaciones para el deporte adaptado son más costosas económicamente y, sobre todo, faltan profesores de educación física en los centros educativos para el colectivo de personas con discapacidad. "En muchos casos, estos alumnos, aunque quieran ejercer actividades deportivas, terminan en la biblioteca del centro porque no hay profesores para ellos", explica Alberto Jofre. Otro problema, y no menor, que denuncia este directivo es que en España existen más de 70.000 instalaciones deportivas y "menos del 20% tienen vestuarios accesibles, lo que en el caso de las mujeres representa una doble discriminación".
Ángel Luis Gómez, de la Federación Española de Deportes para Ciegos, subraya que la discriminación llega incluso a los propios Juegos Paralímpicos, "porque las medallas logradas tienen menos dotación económica que las de los Juegos Olímpicos aunque en Tokio 2020 ha disminuido un tanto la diferencia", y comparte que es muy necesario adaptar las instalaciones deportivas. "Hacen falta más fondos en este terreno", reclama.
La sensibilización, sostienen Villarino y Jofre, evoluciona bien. La sociedad ha normalizado el deporte adaptado para personas con discapacidad. Lo que falta, claman ambos, es empezar a cuidarlo desde el primer momento, desde la base. Alberto Jofre explica que "en la alta competición la colaboración público-privada para la financiación de la carrera de los deportistas es adecuada. Las empresas privadas acuden a financiar competiciones y realizan aportaciones. El problema es el deporte de base, el de los barrios, el de los niños que empiezan". Es imprescindible, agrega, atender a las actividades extraescolares y dotarlas de medios porque ahí está el problema.
Algo en lo que están completamente de acuerdo en la Fundación Deporte Sin Barreras, una de las muchas que se han creado para apoyar sin ánimo de lucro y formada completamente por voluntarios al deporte adaptado y a la que ayudan empresas privadas con fondos. "Nuestras áreas de becado son la investigación, la formación, la sensibilización y la adquisición de materiales, que hacemos llegar a asociaciones locales o regionales", informan desde la Fundación. Alientan el deporte adaptado de base y la práctica deportiva para personas con movilidad reducida y mayores, pero sus retos son constantes porque deben adquirir material a base de su propio esfuerzo "en varias comunidades autónomas donde no se recibe ayuda de ningún tipo".
España roza las 700 medallas paralímpicas
La reciente edición de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 se saldó para España con 36 medallas en total. España participa en estos juegos de verano desde 1968 y ha obtenido hasta ahora 687 medallas. Los de este verano no han sido los más productivos en galardones. En Barcelona 1992, los deportistas con discapacidad lograron 107 y en los siguientes, Atlanta 1996 y Sidney 2000, un total de 106. En años anteriores a la cita barcelonesa y después de Sidney también se obtuvieron más medallas que en esta edición. Pero “lo de menos son las medallas”, asegura Ángel Luis Gómez. “Los juegos suponen que haya más atención pero lo importante es avanzar en la integración y conseguir que en un futuro no muy lejano ni siquiera exista un comité paralímpico”, concluye.