Inspiración, empoderamiento y transformación social a través del ejercicio
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Inspiración, empoderamiento y transformación social a través del ejercicio

DEPORTE Y SUPERACIÓN

Inspiración, empoderamiento y transformación social a través del ejercicio

La actividad deportiva es hoy una palanca de cambio contra la exclusión social y una fuente de empoderamiento para que millones de personas enderecen su rumbo social. El deporte como ejemplo de superación es un aliado para mejorar nuestra calidad de vida.

Igualdad, integración, tolerancia, autonomía, solidaridad, convivencia, perseverancia... "El deporte tiene el poder de transformar el mundo, de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas. Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras sociales", decía el líder surafricano Nelson Mandela.

La actividad física ofrece a los niños y niñas y a los adultos una fuente de empoderamiento. Favorece el bienestar físico y psicológico y es un elemento clave para el crecimiento personal, para la autoestima y para generar relaciones sociales. Además, como herramienta educativa fomenta la diversión en equipo junto con la responsabilidad individual. Lo advertía también el educador brasileño Paulo Freire en los años 60: "La educación no cambia el mundo; cambia a las personas que van a cambiar el mundo". Su 'pedagogía del oprimido' se traslada al deporte al defender una educación que libere a los desfavorecidos. Es el deporte no solo entendido en su faceta de alta competición, sino también en la vertiente educativa, donde ejerce como el más potente factor de transformación entre los jóvenes de cualquier condición social.

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El deporte es un elemento clave para fomentar la diversión en equipo y para estimular el crecimiento personal, la autoestima y las relaciones sociales.

La última Encuesta de Hábitos Deportivos en España 2020 revela que el número de personas que realiza algún tipo de actividad deportiva ha aumentado en un 6,1% en los últimos cinco años. Si atendemos al nivel de formación, los que practican más deporte son aquellos con educación superior (73,5%), seguidos de quienes completaron la educación secundaria (65%). Es decir, las tasas más bajas se registran entre los que tienen una formación académica inferior, aunque es un grupo que registra mejor comportamiento evolutivo con respecto a 2015.

En España, las personas que practican más deporte son aquellas con algún tipo de estudios superiores. Las tasas más bajas se registran entre quienes tienen una formación académica inferior

En un estudio de 2017 de la revista Pedagogía Social sobre el ocio deportivo en jóvenes potencialmente vulnerables se llegó a varias conclusiones. Los muchachos en riesgo de exclusión invierten menos horas de su tiempo libre en deporte y tienden a elegir en menor medida el ejercicio físico entre sus tres actividades de ocio favoritas. Además, los jóvenes vulnerables practican el deporte por su cuenta, evitando las actividades deportivas organizadas. En resumen: no solo practican menos deporte que los jóvenes no vulnerables, sino que, al ir por libre, perciben un menor beneficio de dicha práctica.

De ahí que sean esenciales estrategias como el plan Apoyo al Deporte de Base del Ministerio de Cultura y Deporte, que persigue crear unas condiciones óptimas para detectar el talento deportivo ofreciendo importantes beneficios fiscales a las empresas que colaboren en su difusión. También se trabaja por el desarrollo de unas prácticas deportivas igualitarias a través del Plan A+D, enmarcado en el área Actividad Física, Deporte e Inclusión Social del Consejo Superior de Deportes, con el que se trata de "desarrollar el sentido lúdico, relacional, comunicativo y pedagógico que las practicas deportivas tienen cuando son propuestas como instrumentos más que como fines".

La implementación de programas innovadores en familias vulnerables es imprescindible para promover un estilo de vida saludable a través del deporte. Porque la práctica deportiva sirve de salvavidas de primer nivel para estos colectivos desfavorecidos.

Fomentar el uso del deporte como instrumento de transformación social es el principal objetivo de la Fundación Emalcsa, organismo que promueve una sociedad diversa, con iniciativas que impulsen la plena integración de personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social a través del deporte y permitiendo la igualdad de oportunidades para todos. Según Yoya Neira, vicepresidenta del Patronato de la Fundación Emalcsa y concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de A Coruña, con el programa Deporte Solidario e Inclusivo "otorgamos a los colectivos más vulnerables un mecanismo de integración que les ofrece una oportunidad única en cuanto a la promoción y transmisión de valores a través del deporte. En las siete convocatorias realizadas hasta la fecha hemos destinado 1.750.000 euros, contribuyendo a que los clubes deportivos de A Coruña faciliten los objetivos de superación personal asociados al deporte a personas que sin estas ayudas no tendrían acceso a la práctica deportiva".

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El fútbol es uno de los grandes espejos para la infancia desfavorecida. Maradona o Cristiano Ronaldo marcaron sus primeros goles en entornos sumamente humildes.

El objetivo es promover el deporte como instrumento de intervención y transformación social por medio de acciones que contemplen cuestiones de género, de educación en valores, así como la participación e integración de niños y niñas y jóvenes en situación de desventaja social.

"Con el deporte, los estudiantes reciben valores fundamentales como el trabajo en equipo, el juego limpio, el respeto de las normas y de los demás, la cooperación, la disciplina y la tolerancia"

Wilfried Lemke, asesor especial del secretario general de Naciones Unidas.

En esta línea, desde 2012 Naciones Unidas organiza un Programa de Liderazgo Juvenil con el objetivo de capacitar y empoderar a jóvenes líderes de comunidades desfavorecidas que usen el deporte como herramienta de progreso. En uno de los campamentos organizado en Hamburgo (Alemania) se integró en el grupo a seis refugiados, poniendo de relieve la capacidad del deporte para fomentar la inclusión y unir a las personas. Así lo explica Wilfried Lemke, asesor especial del secretario general de Naciones Unidas sobre el Deporte para el Desarrollo y la Paz: "El deporte ofrece una educación alternativa para niños que no pueden asistir a la escuela. Los estudiantes están expuestos a valores deportivos fundamentales como el trabajo en equipo, el juego limpio, el respeto de las normas y de los demás, la cooperación, la disciplina y la tolerancia". Son, en definitiva, aptitudes esenciales para su futura participación en la vida profesional.

A batir el récord de los valores

Impulsar una igualdad de oportunidades, desarrollar valores como la superación, el respeto y el esfuerzo deben formar parte de la educación infantil. Pero –y esto es muy importante–, entendiendo el deporte y la educación como un todo inseparable. Porque el deporte inspira y crea esperanza, une a las personas y rompe barreras que parecían infranqueables. Invertir en una actividad deportiva facilita la socialización y la convivencia, garantiza la igualdad de oportunidades, desarrolla la competencia social y amplifica la capacidad de resiliencia.

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El gimnasta Ray Zapata, medallista de plata en Tokio 2020, llegó a España como migrante hace 10 años, huyendo de las dificultades de su país de origen, la República Dominicana.

A base de superar las adversidades, algunos deportistas con menos opciones de partida han conseguido romper el techo de cristal de los más grandes. Se trata de deportistas de alta competición que han llegado donde están porque encontraron en la práctica deportiva una vía para hacer frente a sus dificultades personales. En Imbatidos (2011), que ganó el Oscar a mejor documental, un joven que es enviado a un reformatorio por su mal comportamiento cambia su mentalidad al jugar al fútbol americano en su escuela secundaria.

Pero hay más historias inspiradoras. Todas de esfuerzo y sacrificio

"Esa horrible experiencia no me define. Soy única, talentosa, inteligente y pasional", decía la estrella estadounidense Simone Biles, una de las víctimas de los abusos sexuales del doctor Larry Nassar. La mejor gimnasta del mundo –cuatro veces campeona, la única en conseguirlo tres consecutivas– nació pobre, en una familia desestructurada, con una madre adicta y vivió en un centro de acogida junto a sus tres hermanos. En los recientes Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ha vuelto a copar los titulares, pero esta vez por una crisis psicológica derivada de la presión que le ha acompañado toda su vida.

Novak Djokovic, Simone Biles, Cristiano Ronaldo, Giannis Antetokounmpo o Ray Zapata son cinco grandes protagonistas de historias de superación que tienen al deporte como factor de transformación

El suyo fue y será todo un ejemplo de superación, como lo es también el futbolista Cristiano Ronaldo, hoy conocido (sobre todo) por el éxito y sus tendencias colaterales. "Jugaba en las calles de Madeira con mis amigos, sin porterías, con las botas viejas que me prestaban mis primos". A los 11 años el futuro CR7 se trasladó a Lisboa para jugar en el Sporting, la decisión más difícil que, eso sí, le cambiaría la vida. Otro caso es el de Novak Djokovic, uno de los mejores tenistas de los últimos tiempos. Nació en Belgrado y creció en medio de la Guerra de los Balcanes, esquivando balas junto a su familia. "Esta es mi pared preferida en todo el mundo", decía de sus primeros golpes con la raqueta en un frontón sacudido por las bombas en las montañas Kopaonik, en Serbia. El podio del triunfo está lleno de personas que sortean o sortearon las zancadillas de la vida.

Un vendedor ambulante en la cima de la NBA

El baloncestista Giannis Antetokounmpo pasó de ser un vendedor callejero ambulante, hijo de inmigrantes nigerianos sin pasaporte en Grecia, a convertirse en uno de los mejores jugadores de la NBA. Ha renovado por cinco temporadas con los Milwaukee Bucks. Y a lo grande: su contrato de 188 millones de euros es el más alto de toda la liga profesional estadounidense. "Empecé a jugar al baloncesto para ayudar a mi familia. Pero nunca pensé que con 26 años fuera a jugar y ganar la final de la NBA", afirma el protagonista.

Sin cruzar el océano, encontramos a Ray Zapata, el migrante que llegó a España con nueve años y salvó a su madre de un desahucio gracias a la gimnasia. Hoy, el hispano-dominicano Zapata saborea la plata de la medalla olímpica ganada recientemente en Tokio. Unos Juegos Olímpicos que quedarán en la memoria, entre otras cosas, por haber puesto en valor nuevas disciplinas, como el skate, la escalada o el surf, que podrán estimular y atraer a un sector más joven para encontrar en su práctica una fuente de empoderamiento e inspiración.

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