Del 1 de febrero al 14 de marzo, Gales, Inglaterra, Irlanda, Francia, Escocia e Italia disputarán una nueva edición del torneo. Aquí les contamos todo lo que necesitan saber.
Ciclo nuevo, caras nuevas. El primer Seis Naciones desde el Mundial de Japón será también el primero en mucho tiempo sin Warren Gatland en el banquillo galés, Joe Schmidt en el irlandés ni Conor O'Shea en el italiano. Francia también cambia de seleccionador, aunque en su caso es un capítulo más (¿el último?) de la deriva de los últimos años: de Brunel a Galthié.
Calendario
Jornada 1 | ||
1 de febrero | Gales - Italia | Estadio del Milenio, Cardiff |
1 de febrero | Irlanda - Escocia | Estadio Aviva, Dublín |
2 de febrero | Francia - Inglaterra | Estadio de Francia, Saint-Denis |
Jornada 2 | ||
8 de febrero | Irlanda - Gales | Estadio Aviva, Dublín |
8 de febrero | Escocia - Inglaterra | Estadio Murrayfield, Edimburgo |
9 de febrero | Francia - Italia | Estadio de Francia, Saint-Denis |
Jornada 3 | ||
22 de febrero | Italia - Escocia | Estadio Olímpico, Roma |
22 de febrero | Gales - Francia | Estadio del Milenio, Cardiff |
23 de febrero | Inglaterra - Irlanda | Estadio de Twickenham, Twickenham |
Jornada 4 | ||
7 de marzo | Irlanda - Italia | Estadio Aviva, Dublín |
7 de marzo | Inglaterra - Gales | Estadio de Twickenham, Twickenham |
8 de marzo | Escocia - Francia | Estadio Murrayfield, Edimburgo |
Jornada 5 | ||
14 de marzo | Gales - Escocia | Estadio del Milenio, Cardiff |
14 de marzo | Italia - Inglaterra | Estadio Olímpico, Roma |
14 de marzo | Francia - Irlanda | Estadio de Francia, Saint-Denis |
Japón dejó marca. Encumbró a la Inglaterra de Eddie Jones, apuntó la necesidad de una vuelta de tuerca en Gales y puso en una situación incómoda a Irlanda, que allí dejó de ser la de los últimos tiempos, y a Escocia, desnortada otra vez tras la tendencia ascendente que experimentó con Vern Cotter. También fue la primer toma de contacto de Galthié, que ejerció prácticamente de coseleccionador junto a Brunel, con la generación que aspira a brillar en la próxima cita mundialista de 2023, a disputarse en Francia. Y evidenció que Italia sigue atascada en un punto muerto entre la pujanza del Tier 2 y el nivel competitivo de las mejores selecciones del mundo.
Todo lo pondrá a prueba la 21ª edición del torneo desde que se convirtió en Seis Naciones por la entrada de estos últimos. Una competición cada vez más encerrada en sí misma, que ha echado por tierra los planes que pretendían abrirla a ascensos y descensos con el Nations Championship. Pero también una competición con una capacidad asombrosa de generar historias y emociones. Con reservas, una isla de códigos y tradiciones en el cada vez más homogéneo mundo del deporte profesional. Disfrutémoslo un año más.
El Dragón se lava la cara
El mandato de Warren Gatland acabó con el Mundial y dio paso al de Wayne Pivac, con un mantra claro: cambiar para que todo siga igual. El ex de Fiyi y de Scarlets, paradigma del hwyl galés, quiere darle un sentido más lúdico al juego del vigente campeón sin perder las altas cotas de competitividad y resiliencia alcanzadas durante los 12 años de Gatland. "Todos han sido informados del estilo de juego que queremos implementar y he visto una gran reacción", aseguró en la presentación del torneo. En contra en este primer asalto tendrá las bajas de jugadores importantes como Jonathan Davies, Anscombe o Patchell y cierta impaciencia característica del rugby galés, que no va a digerir bien un torneo discreto tras el Grand Slam y las semifinales mundialistas del año pasado.
Wayne Pivac, de la comisaría a los banquillos
Pivac fue policía antes que entrenador y el principal candidato a ocupar el puesto de Gatland desde que se supo que este lo abandonaría tras el Mundial. Durante años, compaginó el servicio público (una etapa que cree que le aportará "perspectiva" a la hora de lidiar con las críticas) con la tercera línea de North Harbour, en tiempos en los que el rugby era aún una disciplina amateur. Ya como entrenador, ha prestado sus servicios en ese mismo club, en Auckland, la Selección de Fiyi y Scarlets, un equipo que ha ganado divirtiendo el Pro 12 (ahora Pro 14) en 2017 y llegó a semifinales de la Champions 2017/2018.
Alun Wyn Jones, un coloso ante su ocaso
El que ya es el jugador con más partidos de la historia del Dragón (134) y uno de los siete que ha conseguido ganar tres veces el Seis Naciones con Grand Slam incluido está ante uno de sus últimos bailes. A Jones le queda año y medio del contrato con la Federación Galesa que le ata a Ospreys hasta el verano de 2021 y podría ser el último. De momento, el coloso de Swansea, líder ejemplar en la última década del rugby galés, quiere ayudar en la transición Gatland-Pivac.
De Arms Park al Millenium
Entre el Río Taff y Westgate Street, en el centro de Cardiff, se alza majestuoso el Estadio del Milenio. Construido para el Mundial de 1999, actualmente es la casa de las selecciones de rugby y fútbol. Sustituyó en ese rol al mítico Arms Park, ahora convertido en un anexo que sigue utilizando el Cardiff Blues del Pro 14. Fue sede en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y albergó la final de la Champions 2016/2017, ganada por el Real Madrid a la Juventus. El 'Tierra de nuestros padres', himno del Principado que se canta en gaélico, se torna especialmente emotivo allí en los partidos del Seis Naciones.
La Rosa, tocada por el 'caso Saracens'
Inglaterra llega al torneo marcada por su brillante papel en el Mundial, pero también por el escándalo de los Saracens. El trauma de 2015 quedó enterrado con una inopinada victoria ante los All Blacks en semifinales y el posterior subcampeonato, tras perder con Sudáfrica en la final. Pero ahora todo eso está en segundo plano por los tejemanejes del equipo londinense. El gran dominador del rugby europeo e inglés de los últimos años incumplió el límite salarial durante varias temporadas y ha terminado aceptando un descenso administrativo para el próximo curso. De 34 jugadores en la prelista inglesa, 7 son sarries descartando ya a Billy Vunipola, baja de última hora, y el ambiente del grupo podría verse enrarecido por las durísimas críticas que están llegando a los vigentes campeones de la Premiership desde otros clubes. En cualquier caso, son uno de los principales aspirantes al título.
Eddie Jones, reforzado tras el Mundial
Devolver el orgullo perdido a los inventores del juego (según la versión más extendida) era la tarea con la que la RFU contrató tras el shock del Mundial de 2015 a este australiano lenguaraz y polémico, el primer seleccionador extranjero de su historia, que en esa misma cita había llevado a Japón a su única victoria hasta ahora contra Sudáfrica, el llamado 'Milagro de Brighton'. Y eso es justo lo que ha hecho el viejo Eddie. Renovó la base del equipo, hizo a Owen Farrell su capitán, moldeó a jugadores para muchos años como Itoje o Tom Curry y conquistó los títulos de 2016 (Grand Slam incluido) y 2017. La actuación en el Mundial le ha reforzado aún más y estará al frente, si nada se tuerce, también en este nuevo ciclo, para el que ya ha empezado a hacer pruebas: en su lista larga hay ocho jugadores que aún no han debutado con la Rosa.
Owen Farrell, un líder por cuenta propia
El 10 de los Saracens enterró las expectativas que pretendían convertirle en el nuevo Wilkinson y decidió fabricarse su propia historia. Pasó de posible juguete roto del rugby inglés a líder de la selección con 79 partidos y 875 puntos (solo Wilko, con 1179, le supera ya en ese apartado) a sus espaldas. Quirúrgico en el pateo y valiente en el placaje, ha ido mejorando su lectura de juego hasta convertirse en lo que es hoy, uno de los mejores aperturas del mundo.
Twickenham, la catedral
Al suroeste de la mole que es Londres, se alza el templo del rugby inglés. Inaugurado en 1909, Twickers ha pasado por varias remodelaciones hasta poder albergar los 82.000 espectadores que caben hoy en día y ha estado siempre vinculado a la RFU, la federación inglesa, que tiene en el complejo una de sus principales fuentes de ingresos. Sede de las finales mundialistas de 1991 y 2015, allí se entona el God save the queen, himno nacional que ensalza la monarquía, y el Swing low, sweet chariott, la canción popular de cabecera de la afición local.
Hasta siempre Joe Schmidt, hola Andy Farrell
Entre 1986 y 2013, Irlanda ganó una vez el Seis Naciones y el Grand Slam. Entre 2013 y 2019 lo hizo tres veces, una de ellas también con pleno incluido. Sirva para ilustrar, en lo tangible, lo que ha sido el periodo de Joe Schmidt al frente del Trébol. Sólo le ha quedado al neozelandés la espina de no romper el techo de cristal que separa a los de la Isla Esmeralda de las semifinales mundialistas. Fallaron de nuevo en 2015 y 2019 y esa misión formará parte del legado que Schmidt deja a Andy Farrell, su sucesor. Con él, y ante la retirada de Rory Best, Sexton será el capitán y por primera vez en mucho tiempo Conor Murray no tendrá el puesto garantizado ante la pujanza de John Cooney, que está destacando en Ulster. Hay cinco jugadores sin experiencia internacional en su lista y, con alguna excepción, se mantiene la guardia pretoriana de Schmidt: los Toner, Stander, O'Mahony, Henshaw... Jóvenes como Ryan o Stockdale están llamados a ir apoderándose de este nuevo capítulo del rugby irlandés.
Farrell, ante una paradoja
Es irónico, pero la principal tarea de Farrell, padre del capitán inglés, Owen, y especialista defensivo en el cuerpo técnico de Schmidt, en esta primera experiencia al frente de un equipo (ha sido asistente, además de Irlanda, en Inglaterra, Saracens y Munster) será revitalizar la propuesta ofensiva de Irlanda, algo oxidada en 2019. Necesita una buena carta de presentación para cabalgar la sensación de agotamiento de esta generación tras la decepción mundialista (es justo decir aquí que fueron eliminados por los All Blacks y que, aunque hubieran ganado a Japón en grupos, como se esperaba, se habrían cruzado con Sudáfrica, a la postre campeona). Como jugador probó tanto el Rugby League (13 jugadores por equipo) como el Union.
Sexton, capitán en la recta final
El segundo anotador histórico de Irlanda (791 puntos) enfila el ocaso como nuevo capitán de su Selección y sin sucesor claro. A sus 34 años, y con contrato al menos hasta el tour de los British & Irish Lions en 2021, parece que no firmará un nuevo compromiso y terminará su carrera en casa, en Leinster, el club que le alumbró. Competidor nato, tiene la misma mácula que Smith, no haber podido llevar al Trébol a unas semifinales mundialistas. También tiene un hueco bien ganado en la historia del rugby irlandés.
Aviva Stadium, tradición y modernidad
Sobre las cenizas del mítico Lansdowne Road, terminado en 1872 y casa de Irlanda durante más de 100 años, se irguió el ultramoderno Aviva Stadium, una silueta rompedora en la pintoresca ribera del Dodder y un confortable alojamiento para las más de 50.000 personas que suelen coparlo durante los partidos de Irlanda en el Seis Naciones. Como anécdota, entre 2007 y 2010, hasta que estuvo listo, la selección se mudó a Croke Park, santuario del fútbol gaélico y el hurling tristemente famoso por ser escenario de la matanza del Bloody Sunday (Domingo Sangriento) en 1920. Cuando el Trébol, que junta a jugadores de la República y del Norte, juega allí, suenan tanto el aglutinador Ireland's call como el Soldier's song, el himno oficial de la Irlanda independiente.
Galthié y la juventud
La era Brunel acabó. Comienza la era Galthié en una Francia que se entregará a su juventud con vistas al Mundial que acogerá en 2023. Con tótems de la última década como Guilhem Guirado o Picamoles ya retirados del grupo, la lista larga del nuevo seleccionador incluye 19 jugadores sin experiencia internacional, sólo uno por encima de los 30 años y una media de edad de 24. Al frente de la camada, entre la que se cuentan muchos de los cachorros que han ganado los dos últimos Mundiales sub-20, estará el tercera línea del Toulon Charles Ollivon, al que Galthié ha dado los galones de capitán. Romain Ntamack, Demba Bamba, Gael Fickou o Damian Penaud también serán protagonistas de estos nuevos bleus, que aspiran a dar guerra en el presente mientras se preparan para un futuro que debería ser más brillante que su pasado reciente.
Fabien Galthié, jerarquía y carisma
Galthié es una de las luminarias del rugby francés de los 90. Considerado uno de los mejores de siempre en el puesto de medio melé, lució 64 veces el gallo en el pecho entre 1991 y 2003. Ya como entrenador, ha pasado por Stade Français, Montpellier y Toulon. Ha ganado títulos, pero no ha dejado huella en ninguno de esos equipos. Es el tercero que pasa por el cargo (antes de él lo hicieron Novés y Brunel) desde la destitución de Philippe Saint-André en octubre de 2015 y su llegada no supone, a priori, una vuelta a las esencias del rugby francés, que trata de reencontrarse tras años entregado al dinero de los magnates y las estrellas extranjeras y sumido en el oscurantismo de Bernard Laporte, exseleccionador y jefe de la federación.
Gael Fickou, experiencia precoz y mucho rugby
Con solo 25 años y 51 partidos a sus espaldas, ahora es el jugador con más experiencia de la selección. Talento precoz, debutó con el Gallo a los 18 y ha estado en los dos últimos mundiales. Puede jugar de centro o ala y tiene mucho rugby en sus manos (no en vano es un producto de la cantera de Stade Toulousain, el gran exponente del flair francés), además de velocidad y un explosivo contrapie. Su crecimiento en el grupo ha sido natural y ahora le toca asumir de pleno derecho la importancia que ya tenía de facto en los últimos tiempos.
Stade de France, el coloso de Saint-Denis
Todos los años, entre febrero y marzo, hay días en los que la Marsellesa retumba en el suburbio parisino de Saint-Denis. Son días de Seis Naciones, en los que la selección francesa es capaz de congregar en el Stade de France, a veces llamado también como la zona en la que se enclava, a más de 80.000 almas. Este coloso fue construido para el Mundial de fútbol de 1998 y la FFR decidió convertirlo en su casa. Fue la sede del Mundial de 2007 y previsiblemente correrá la misma suerte en 2023. Últimamente la federación ha apostado por llevar partidos internacionales a otros estadios del país con el beneplácito de los jugadores, aunque en principio seguirá siendo el escenario de las grandes citas.
De vuelta a las andadas
Escocia no ha ganado una sola vez el título desde que el Seis Naciones está formado, valga la redundancia, por seis naciones. Esto es, desde 1999. Demasiado tiempo en la irrelevancia para un Cardo que fue potencia, con sus altibajos, hasta el desembarco de Italia en la cita. Desde entonces, y salvando las distancias, tiene el mismo rol que los transalpinos, el de comparsa. Los brotes verdes que florecieron con Vern Cotter parecen haberse marchitado con Gregor Townsend, especialmente tras la eliminación en fase de grupos del Mundial a manos de Japón y más allá del tercer puesto y la reconquista de la Copa Calcuta en 2018, su primer año al mando. Para más inri, Finn Russell se perderá como mínimo el partido inaugural por una falta disciplinaria. Una buena noticia es que los caledonios pueden tener en el joven de origen neozelandés (22 años) Thomas Gordon, uno de los cinco debutantes citados, un tercera línea que marque diferencias junto a Watson. En esta edición tiene que demostrarlo.
Gregor Townsend, en la cuerda floja
Como era de esperar, a Townsend le han llovido palos desde la eliminación mundialista, que vino acompañada de un ridículo federativo cuando el partido decisivo ante Japón estaba en el aire por la aparición en escena del tifón Hagibis. No ha sido tanto por la derrota en sí, que también, sino por la pobre imagen transmitida a lo largo del torneo, que además vino precedida por un desempeño cuestionable en el Seis Naciones anterior (una única victoria y un empate, aunque este fuera ante Inglaterra para retener la Copa Calcuta, y quinto puesto). El hambre que transmitía el equipo con Cotter se ha diluido y jugadores importantes como Hogg, Graham, McInally o Kinghorn parecían desconectados en Japón. Por todo ello, esta puede ser su última bala.
Finn Russell
Si lo de Russell se queda finalmente en un partido de sanción (y el equipo no puede permitirse, en principio, prescindir ni un segundo más de él), será la luminaria del Cardo. Tremenda su eclosión entre 2013 y 2014, cuando pasó de jugar a nivel provincial en el Super 6, el paso intermedio entre el rugby amateur y el profesional en Escocia, a brillar con los Glasgow Warriors y la selección. Desde 2018 presta sus servicios en el Racing 92 de París, que ha convertido a este exalbañil devenido en violinista del oval en uno de los 20 jugadores mejor pagados del mundo, con un sueldo de más de 600.000 euros al año.
Murrayfield, la flor de Escocia
Pocos recintos deportivos en el mundo transmiten tanto como Murrayfield en un partido de Escocia. Se eriza la piel cuando el sonido de gaitas invade la escena y más de 60.000 almas entonan, a ratos a capela, el Flor de Escocia, himno nacional que glosa la lucha milenaria entre escoceses e ingleses, trasladada de los campos de batalla a la política. Suele presidir su palco la princesa Ana, única hija de Isabel II y Dama de la Orden del Cardo.
Italia, atascada en la irrelevancia
Conor O'Shea abandonó la nave azzurra tras el Mundial, seis meses antes de que venciera su contrato, para asumir un puesto directivo en la federación ingles. El irlandés puso fin a un periplo de cuatro años en el que Italia ha dado muestras de estancamiento. No ha conseguido dejar de ser el patito feo del Seis Naciones y da la sensación de que es, con diferencia, el peor equipo del Tier 1, el primer nivel de selecciones internacionales. El timón queda ahora en manos de Franco Smith de forma interina. El sudafricano tiene mimbres con los que potenciar el rendimiento de Italia en un torneo que lleva jugando 19 años con 14 cucharas de madera, el dudoso honor que recibe el último clasificado en cada edición. Sin la alargada sombra de Sergio Parisse, el centurión del equipo durante la última década, que sólo jugará los partidos en casa, ha llegado la hora de los Polledri, Negri, Sisi o Minozzi.
Franco Smith tiene un papelón
Exinternacional con los Springboks, Smith ha hecho buena parte de su carrera en Italia. Antes de dirigir a los Cheetahs en su país natal, estuvo 10 años (2003 a 2013) al mando del Treviso. Ahora tiene el papelón de guiar a Italia en este Seis Naciones sabiendo que lo más probable es que no continúe al frente de la nave este verano, pues la Federugby italiana está buscando un inquilino permanente que coja las riendas desde julio.
Matteo Minozzi, la gran noticia de los últimos años
Si en la etapa de Conor O'Shea ha habido luces, una de ellas ha sido Matteo Minozzi. La gran irrupción del torneo en 2018, cuando fue nominado a mejor jugador por sus cuatro ensayos en cinco partidos, ha pasado por muchas vicisitudes desde entonces. Poco después en agosto, se destrozó la rodilla y estuvo casi un año parado. Fichado por los Wasps de la Premiership procedente de Zebre, llegó a tiempo para el Mundial, en el que no pudo brillar mucho. De que ofrezca su mejor versión dependen en cierta medida las opciones de Italia de ser, al menos, competitiva.
El Olímpico de Roma, casa predilecta de la Nazionale
El Olímpico de Roma, casa habitual del AS Roma y la Lazio, los equipos de la capital, así como de la selección de fútbol, oficia también desde hace tiempo como sede de los partidos de la Nazionale de rugby, que se han deslocalizado puntualmente a otroas ciudades del país como Treviso, Bolonia o Florencia. En ninguno el Fratelli d'Italia, himno nacional, suena como en el Olímpico. Inaugurado en 1953 de cara a los Juegos de 1960, es la joya de la corona del Foro Itálico, el complejo romano que acoge la sede del Comité Olímpico Italiano y el Masters 1.000 de tenis
Todos los números de la historia del torneo desde 1883
Inglaterra | Gales | Francia | Irlanda | Escocia | Italia | |
Torneos disputados | 123 | 125 | 90 | 125 | 125 | 20 |
Títulos (Compartidos) | 28 (10) | 27 (12) | 17 (8) | 14 (9) | 15 (9) | 0 (0) |
Grand Slams | 13 | 12 | 9 | 3 | 3 | 0 |
Triple Corona | 25 | 21 | 11 | 10 | ||
Copa Calcuta | 74 | 41 | ||||
Millennium Trophy | 19 | 13 | ||||
Centenary Quaich | 16 | 14 | ||||
Trofeo Garibaldi | 11 | 2 | ||||
Trofeo Auld Alliance | 1 | 1 | ||||
Copa Doddie Weir | 2 | 0 |
Un torneo, muchas historias
El Seis Naciones no es solo un torneo entre los equipos más potentes del hemisferio norte. Es, a su vez, una constelación de enfrentamientos que tienen su propia historia y tradiciones como la Triple Corona, el Centenary Quaich o la Copa Calcuta, el más antiguo de estos trofeos. A continuación, los explicamos:
Palmarés año a año desde 1883.
Grand Slams. El Grand Slam es básicamente un pleno. Si un equipo gana el torneo invicto en los cinco partidos que disputa, lo tiene. Gales, el año pasado, ha sido el último equipo en conseguirlo. Inglaterra es el país más laureado en este apartado, con 13 entorchados.
Triple Corona. Se pone en juego desde 1883 entre las llamadas Home Unions, las cuatro federaciones de las Islas Británicas con representación en el torneo, que son la irlandesa, la escocesa, la inglesa y la galesa. El equipo que consigue ganar a sus tres vecinos, gana la Triple Corona. Gales también la conquistó en 2019. Inglaterra, con 25, es el país que más tiene.
Copa Calcuta. Se entrega desde 1879 al ganador del choque entre Inglaterra y Escocia. La historia dice que en 1878 los miembros del Calcutta Football Club, fundado en 1873 en la ciudad homónima de la India, presentaron a la RFU inglesa, a la que se habían afiliado cuatro años antes, una copa hecha con la plata fundida de las rupias que guardaban en la tesorería del club con la esperanza de que pudiera ser puesta en juego anualmente. Se disputa entre ingleses y escoceses porque esas eran las nacionalidades de los jugadores que se enfrentaron en 1872 en un partido de rugby en Calcuta, germen de la posterior fundación del equipo. Inglaterra la ha ganado 70 veces por 40 de Escocia. La primera y segunda guerras mundiales fueron paréntesis en los que no se disputó. Tampoco en 1885, 1888 y 1889.
Millennium Trophy. Como parte de las celebraciones de los mil años de historia de Dublín, en 1988 se creó un trofeo con forma de casco vikingo que se entrega cada edición del Seis Naciones al ganador del duelo entre Irlanda e Inglaterra. Los primeros han sido campeones en 13 ediciones; los segundos, en las 19 restantes.
Centenary Quaich. Un año después del Millenium Trophy, se creó el Centenary Quaich, que es lo mismo pero entre Irlanda y Escocia. 16 ediciones han ido a parar a manos irlandesas, por 14 a manos escocesas. Se entrega como trofeo un recipiente para beber de la tradición celta. Bien tirada.
Trofeo Garibaldi. El vínculo de uno de los padres de la Italia unificada con Francia, pues nació en Niza, se honra desde 2007 con este trofeo diseñado por Jean Pierre Rives. El Gallo lo ha ganado 11 veces en 13 ediciones, por dos de la Azzurra.
Trofeo Auld Alliance. De muy reciente creación, se instauró en 2018 para conmemorar a los jugadores de rugby franceses y escoceses (22 internacionales de los primeros y 30 de los segundos) caídos en servicio durante la I Guerra Mundial. En particular, a Eric Milroy y Marcel Burgun, capitanes de ambas selecciones antes de que estallara la contienda. El nombre ('Auld' sería la pronunciación escocesa de 'old', 'viejo' en inglés) hace referencia a la alianza que establecieron Francia y Escocia en el siglo XIII para frenar las invasiones inglesas de sus territorios. Las dos ediciones disputadas han terminado con un triunfo por cabeza.
Copa Doddie Weir. Se creó también en 2018. Sus promotores con Escocia y Gales, que desde entonces la disputan anualmente con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades relacionados con las neuronas motoras como la esclerósis lateral amiotrófica (ELA), que sufre el exinternacional escocés que da nombre a la copa. De momento Gales solo la ha ganado Gales, por partida doble.
Cuchara de madera. Es un concepto presente también en otros deportes como el remo o el cricket. En el caso del Seis Naciones, se entrega como indeseado premio al último clasificado de cada edición. Irlanda, con 29, tiene el dudoso honor de encabezar la lista de equipos que más veces se la han agenciado. Aunque Italia, con 14 en 19 participaciones, viene pujando fuerte para acabar ocupando ese lugar.